El segundo ciberataque más reportado en Colombia es la violación de datos personales con 4.705 casos.
Según la Superintendencia de Industria y Comercio más de 2.300 quejas al mes recibe esta entidad por temas relacionados con infracciones al régimen de protección de datos personales.
Bogotá, septiembre de 2024.- La privacidad de los datos se ha convertido en un tema central en nuestra era digital. Reconocida como un derecho humano fundamental, la privacidad está protegida por diversas declaraciones y convenios internacionales, como la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el Convenio Europeo de Derechos Humanos.
En Colombia la Ley 1581 de 2012 mantiene los principios rectores que están fundamentados en los Principios para el Tratamiento de datos personales, en los cuales el Principio de libertad afirma que la información personal no podrá ser obtenida o divulgada sin previa autorización, o en ausencia de mandato legal o judicial que releve el consentimiento.
Por su parte, la Superintendencia de Industria y Comercio recibe más de 2.300 quejas al mes por temas relacionados con infracciones al régimen de protección de datos personales. De acuerdo a esto, dicha información no debería tratarse como una mercancía intercambiable, ya que representa un aspecto íntimo y único. Su uso indebido no solo vulnera la privacidad, también hace un llamado crucial de implementar medidas técnicas, organizativas y legales para evitar que entidades e individuos sean víctimas de ciberataques.
Aunque muchas empresas afirman estar preparadas para responder eficazmente a fallos de sistemas y mantener la confianza y la continuidad del negocio, evitando pérdidas económicas y reputacionales, ¿realmente logran hacerlo de manera eficiente?
El Panorama de Ciberseguridad en Colombia 2023 de LinkTIC, dejó claro que según la Policía Nacional, las ciudades que más reciben ataques cibernéticos en Colombia son: Bogotá con 31%, Medellín: 8%, Cundinamarca: 7%, Cali: 5% y Barranquilla con un 4%. Los delitos más denunciados son: hurto por medios informáticos, con 9,573 casos; violación de datos personales, con 4,705 casos; acceso abusivo a sistemas informáticos, con 4,610 casos; suplantación de sitios web, con 1,994 casos; y uso de software malicioso, con 178 reportes.
Estas cifras evidencian la diversidad y la gravedad de amenazas cibernéticas que afectan al país, destacando la necesidad de fortalecer las medidas de protección y concienciar a la población sobre los riesgos digitales.
Commodities vs. Privacidad: Un Debate Crucial en la Era Digital
En el ámbito financiero, los commodities son bienes básicos y materias primas que se comercializan en bolsas de valores de todo el mundo. Si consideramos los datos como un commodity, surgirían implicaciones profundas y complejas:
- Los datos se tratarían como unidades intercambiables, sin importar su origen o calidad. (Intercambiabilidad)
- Al igual que los commodities, los datos se clasificarían y valorarían principalmente por su cantidad y calidad. (Valoración)
- La cotización y disponibilidad de datos afectarían a todas las industrias, desde la generación de energía hasta la producción de alimentos y bienes de consumo. (Impacto Industrial)
“Las empresas enfrentan un desafío importante: integrar la ciberseguridad como un pilar central de su estrategia. La inversión, capacitación y nuevos enfoques, como “Zero Trust”, serán esenciales para proteger los activos digitales y garantizar la privacidad y disponibilidad de los datos en un ecosistema digital en constante transformación”, afirma Carlos Honorato, CEO de Orión
Proteger la privacidad no solo es una cuestión legal, sino también un principio ético fundamental. Tratar los datos personales como una mercancía intercambiable socava la capacidad de los individuos para tomar decisiones informadas sobre su propia información. Sin el consentimiento explícito de los titulares de los datos, otras entidades pueden tomar decisiones que afectan profundamente la vida privada de las personas.
Ética y Responsabilidad Social en la Protección de Datos
En el entorno digital actual, la ética y la responsabilidad social son más cruciales que nunca. Dos pilares fundamentales sustentan esta visión:
- Responsabilidad Corporativa: las empresas tienen la obligación ética de proteger la privacidad de sus clientes y empleados. Tratar los datos personales como simples mercancías no solo es una práctica cuestionable, sino que también vulnera la confianza que las personas depositan en estas organizaciones.
- Transparencia y Consentimiento: las organizaciones deben ser completamente transparentes sobre cómo utilizan los datos personales. Obtener el consentimiento explícito de los individuos para cualquier uso adicional es esencial para respetar su autonomía y derechos.
Proteger la privacidad y controlar el uso de nuestros datos debe convertirse en una estrategia corporativa obligatoria. En un mundo casi 100% digital, las huellas digitales están en todas partes: desde las redes sociales hasta las compras en línea y las búsquedas en Internet. La protección de datos es una prioridad, no una opción. Las medidas que se tomen deben estar a la altura de los desafíos actuales.