Cómo tener una amistad ‘de pelos’ y evitar molestias por alergias 

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Cada vez son más los hogares que cuentan con la compañía de una mascota, situación que genera una serie de preguntas para quienes padecen de algún tipo de alergia. Sin embargo, tener un perro o gato no es sinónimo de problemas, por el contrario, son múltiples los beneficios de tener un animal doméstico. 

Lo primero que se debe mencionar es que los molestos síntomas corresponden a una reacción alérgica de nuestro cuerpo a las proteínas presentes en las células de la piel, saliva u orina de un animal. Entre los síntomas se encuentran la rinitis alérgica que ocasiona estornudos y moqueos. También hay personas a quienes alcanzan a experimentar signos del asma, como tener un silbido al respirar o dificultad para respirar. 

Si tienes alergia a alguna mascota, lo más recomendable es evitar la exposición al animal o reducirla en la mayor medida posible. Es posible que se necesiten medicamentos y otros tratamientos para aliviar los síntomas y controlar el asma. 

Para algunas personas con perros y gatos, pueden experimentar síntomas cutáneos, lo que se conoce como dermatitis alérgica. Lo anterior se genera tras la reacción del sistema inmunitario que causa inflamación de la piel. El contacto directo con una puede provocar algunos síntomas como parches de piel rojos y elevados y picazón intensa.  

¿Cómo evitarlo? 

Desde NUEVA EPS alguna de las recomendaciones de los expertos entre ellas está mantener buenos hábitos de aseo y limpieza, minimizando la exposición de estas partículas de células muertas presentes en caspa y pelos. A lo anterior se suma asear en los tiempos recomendados por los veterinarios a las mascotas, no hacerlo antes ni después, pues esto solo aumentará los riesgos de perder pelaje y problemas de la piel. 

Además, se deben mantener los espacios ventilados, con circulación del aire y evitar al máximo que las mascotas compartan camas u alfombras, en caso que, así lo sea, aspirar y limpiar frecuentemente y usar productos de desinfección, evitando así que el amor por los peluditos se convierta en algo nocivo para la salud.