En el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, Greenpeace Colombia hizo un llamado urgente a la acción colectiva para abordar una de las amenazas más graves para nuestros océanos: la contaminación plástica.
Este año, queremos destacar la alarmante situación y las devastadoras consecuencias del plástico en nuestros ecosistemas marinos.
La producción de plástico está en aumento y se proyecta que para 2030, el 20% de la producción mundial de petróleo se destinará a la fabricación de plásticos. Esta tendencia no solo intensifica la crisis climática, sino que también pone en peligro la biodiversidad marina. Se estima que para finales de este año, la producción y quema de plásticos generarán emisiones de gases de efecto invernadero equivalentes a las de 200 centrales de carbón, subrayando la necesidad urgente de cambiar nuestros hábitos y políticas.
La protección de nuestros océanos y la reducción de la contaminación plástica es una responsabilidad que compartimos todos. No podemos permitir que nuestros mares sigan siendo vertederos de plástico. Es hora de actuar y transformar nuestros hábitos de consumo. Aseguró Tatiana Céspedes, coordinadora de campañas para Greenpeace Colombia.
Cada segundo, más de 200 kilos de basura, en su mayoría plásticos, llegan a los océanos, con un 80% de estos residuos provenientes de la tierra. En Colombia, se han encontrado hasta 8000 microplásticos por metro cuadrado de playa en las costas del Pacífico y Caribe, reflejando una crisis global tangible. La contaminación plástica afecta a más de 690 especies marinas, desde peces hasta aves y mamíferos, que ingieren o se enredan en estos desechos. Se prevé que para 2050 todas las especies de aves marinas estarán alimentándose de plásticos.
El recorrido de contaminación desde los ríos hasta los océanos es un claro ejemplo del impacto de los plásticos. En Bogotá, el río Tunjuelo transporta una carga significativa de contaminantes plásticos que finalmente llegan al río Magdalena y desembocan en el mar Caribe. Este problema se agrava con la mala disposición de residuos y los lixiviados de vertederos como el Relleno Sanitario Doña Juana, que se filtran hacia los sistemas hídricos.
La degradación de los plásticos en el mar es un proceso lento, que puede durar décadas o incluso siglos, fragmentándose en microplásticos que son ingeridos por la fauna marina, causando daños irreparables. Cada año, más de un millón de aves y 100,000 mamíferos marinos mueren a causa de la contaminación plástica.
En Colombia, la reciente Ley 2232 de 2022, que prohíbe el uso de ciertos plásticos de un solo uso, es un paso significativo hacia la reducción de esta contaminación. Sin embargo, la lucha contra el plástico requiere un esfuerzo concertado de todos los sectores de la sociedad: el gobierno, las empresas y los consumidores. Debemos rechazar el uso de plásticos desechables y optar por alternativas más sostenibles.
El reciclaje juega un papel crucial en la protección de nuestros ecosistemas acuáticos. Es vital fomentar una cultura de reciclaje y responsabilidad ambiental, comenzando con la educación y la concienciación.
En este Día Mundial del Medio Ambiente, hacemos un llamado a la acción colectiva. Debemos transformar nuestra relación con los plásticos, adoptar hábitos de consumo responsables y apoyar políticas que promuevan un futuro más limpio y saludable para nuestros océanos. La protección de nuestros ecosistemas marinos no es solo una responsabilidad de los ambientalistas, sino un deber de todos. Solo con un esfuerzo conjunto podemos asegurar que las futuras generaciones disfruten de un planeta libre de la contaminación plástica que hoy amenaza con sofocar la vida en nuestros mares.