En los últimos años, Colombia ha experimentado avances significativos en inclusión laboral, aumentando la participación de mujeres en cargos de liderazgo empresarial.
De hecho, según la Encuesta Nacional de Equidad de la Asociación Nacional de Industriales (Andi), la presencia femenina en juntas directivas de empresas afiliadas al gremio pasó del 25 % en 2019 al 40 % en 2024.
Este crecimiento refleja un compromiso cada vez mayor del sector empresarial colombiano con la equidad de género. Sin embargo, aún existen desafíos para lograr una representación equilibrada en todos los niveles jerárquicos.
Al respecto, María Camila Cuello, docente del programa de Administración de Empresas de Areandina, sede Bogotá, menciona cinco estrategias efectivas que las compañías pueden implementar para fortalecer el liderazgo femenino en la alta dirección:
1. Fortalecer los programas de mentoría y capacitación en liderazgo y toma de decisiones. “Estos espacios permiten el intercambio de experiencias y el desarrollo de competencias clave para asumir roles directivos”, indica Cuello.
2. Afinar las políticas de igualdad de género, implementando normativas que aseguren igualdad de oportunidades en procesos de contratación y promoción. “Estas acciones eliminarían sesgos y garantizarían que las mujeres tengan las mismas posibilidades de ascenso que sus pares masculinos”, agrega.
3. Dar mayor visibilidad y reconocimiento al trabajo de las mujeres. “Esto inspira y motiva a otras colaboradoras a aspirar a posiciones de liderazgo en la organización; además, contribuye a cambiar la percepción sobre el rol de la mujer en el ámbito empresarial”, señala Cuello.
4. Fomentar la flexibilidad laboral, permitiendo a las mujeres equilibrar sus responsabilidades personales y profesionales. “Este modelo de trabajo es especialmente relevante para aquellas mujeres que buscan conciliar la vida laboral con la familiar”, destaca la docente de Areandina.
5. Realizar evaluaciones de desempeño equitativas, basadas en el mérito y libres de prejuicios de género. “Esto garantiza que las promociones y reconocimientos se otorguen de manera justa, fomentando un ambiente de trabajo más inclusivo dentro de las empresas”, concluye Cuello.
Cifras de impacto que validan el impacto positivo del liderazgo femenino
· Un análisis del Instituto Global McKinsey (MGI) revela que las empresas con alta representación femenina en posiciones de liderazgo tienen un 25 % más de probabilidades de superar la rentabilidad promedio de su industria.
· Según un estudio de la firma global Boston Consulting Group (BCG), las organizaciones con equipos de gestión diversos obtienen un 19 % más de ingresos por innovación.
· Un reporte de Colombia Productiva, brazo del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo para promover la competitividad en la industria nacional, reveló que las mipymes y grandes empresas con liderazgo femenino incrementan su productividad en un 34 %, superando el 31 % de aquellas dirigidas por hombres.
· Una investigación de la consultora estadounidense Gallup encontró que los colaboradores en empresas con jefas mujeres presentan un 27 % más de satisfacción laboral y un 19 % más de probabilidades de permanecer en la organización a largo plazo.
· Un estudio de la empresa asesora de inversiones MSCI ESG Research evidenció que las empresas con un fuerte liderazgo femenino generan un retorno sobre el capital del 10,1 % anual, frente al 7,4 % de aquellas sin dicha representación.
En conclusión, promover el liderazgo femenino en la alta dirección no solo es una cuestión de equidad, sino también una estrategia empresarial clave para el crecimiento, la innovación y la sostenibilidad de las organizaciones. Las empresas que adoptan estas prácticas están mejor posicionadas para enfrentar los desafíos del mercado global y maximizar el talento disponible