Por Guillermo Romero Salamanca
Es muy difícil conseguir a alguien –de al menos 40 años de edad hacia arriba– que no recuerde una canción de Leopoldo Dante Tévez, o Leo Dan, como se le conoce desde hace más de 7 décadas y que ha enloquecido a millares de personas y ha vendido más de 40 millones de copias con sus baladas, rancheras, cumbias o rock en español.
Cualquier romántico ha dedicado al menos una de sus canciones a una bien amada.
El periodista deportivo Camilo Tovar comentó hace unos días: “Cuando yo tenía 15 años sólo me sabía de memoria el Padrenuestro, el Avemaría y más de 20 canciones de Leo Dan. Es mi ídolo”.
Y cómo no recordar himnos como “Fanny”, “Celia”, “Mary es mi amor”, “Estelita”, “Esa pared”, “Cómo te extraño mi amor” y “Santiago Querido”, por ejemplo.
Leo nació el 22 de marzo de 1942 en Argentina, más precisamente en Atamisqui, Santiago del Estero, región reconocida por su sismicidad y localizada a unos mil kilómetros de Buenos Aires. Casi doce horas en automóvil.
Pero de allá, con guitarra en mano, compuso sus primeras canciones y viajó hasta la capital argentina con la ilusión de grabar un par de canciones.
No lo vio imposible, aunque en esos momentos existía el movimiento musical denominado como “La Nueva Ola” y reinaron voces como las de Palito Ortega, Jolly Land, Chico Novarro, Violeta Rivas, Leonardo Favio, entre otros.
En una entrevista contó cómo fueron esos momentos: “Fui a los estudios de CBS para que me tomaran una prueba, así lo hicieron”. Dejó a un lado el Leopoldo y el Dante y los abrevió en Leo Dan.
Lo curioso es que los ejecutivos de la disquera no le prestaron mucha atención, pero la secretaria les insistió bastante para que lo oyeran y lo impulsaran. Ella se llamaba Estelita, quien originó unos meses después uno de sus grandes éxitos y que lleva su nombre.
Ante la petición de la asistente ejecutiva, lo oyeron, les gustó efectivamente y lo lanzaron.
Las emisoras comenzaron a emitir su primer gran hit: “La conocí un domingo/ Hablamos de pasear/ Le pregunté su nombre/ Y muchas cosas más/ El lunes fue un fracaso/ No vino ya lo sé/ Porque al otro domingo/ De nuevo la encontré”.
A los quince días era un hit nacional.
La tituló como “Celia”. Tema que a los pocos meses llegó a Chile, Perú, Venezuela, Ecuador, Colombia y México.
En esa primera grabación también quedó plasmado para la historia de la balada mundial el tema “Fanny”: “Jamás podré olvidar/ La noche que te besé/ Estas son cosas que pasan, y es el tiempo quien después dirá/ Tú fuiste buena al pensar/ Que yo a ti te amaba ya/ Estas son cosas que pasan Y / Es el tiempo quien después dirá”.
Y llegó luego con el súper hit: “Cómo te extraño”: Cómo te extraño, mi amor, ¿por qué será?/ Me falta todo, en la vida, si no estás/ Cómo te extraño, mi amor, ¿qué debo hacer?/ Te extraño tanto que voy a enloquecer/ ¡Ay, amor, divino!/ Pronto tienes que volver a mí/ A veces pienso que tú nunca vendrás/ Pero te quiero y te tengo que esperar/ Es el destino, me lleva hasta el final/ Donde algún día, mi amor, te encontrará”.
Tres inmensos éxitos. Con el paso de los años escribió, grabó y cantó más de mil 500 éxitos. Cifra poco alcanzable por artista alguno.
Llegó a la televisión y, de inmediato, la chiquillada del momento se compenetra con sus canciones. Comenzaron sus giras tanto nacionales como internacionales. Conciertos aquí y allá, apoteosis en todos los municipios, ciudades, metrópolis. Con algo muy especial: su sencillez.
Nunca supo lo que era la fama para lucirse. Siempre ha sido el cantante bonachón, de sonrisa permanente, amable, cordial.
En 1965 Alberto Suárez López era promotor de CBS en Cali y allí lo recibió en su primera visita a Colombia. “Germán Tobón Martínez lo invitó a cantar en el radioteatro de La Voz de Cali y la presentación la hizo don Jaoquín Marino López. Lo acompañaron los Ampex, un grupo rockero de Bogotá. Fue apoteósico y recuerdo cómo la muchachada se emocionó con sus éxitos pero más con el tema “Libre, solterito y sin nadie” y desde luego con “Santiago Querido”, tema con el cual también hizo alusión a Cali. Él se mostró como ha sido siempre, un gran artista, con un tremendo calor humano, amigo de la gente, muy agradecido con nuestra labor promocional. En la noche salimos a caminar y a conocer un poco la ciudad. Eran otros tiempos”, recuerda Alberto Suárez, el gran promotor de CBS, hoy Sony Music.
“Después lo recibí varias veces en Bogotá y seguía siendo el bromista, el hombre sencillo, como provinciano”, añade. Carlos Bustelo, un argentino radicado en Colombia, lo presentó muchas veces en el Hotel Tequendama y luego lo llevó a una gira nacional al lado de Amparo Grisales.
Vivió un tiempo en España a finales de 1969, pero fue llamado de México donde era una celebridad y conquistó a sus seguidores como temas como “Te he prometido”, “Esa pared”, “Toquen mariachis canten”, “Mi última serenata”, “El radio está tocando tu canción”, “Pareces una nena”, “Yo sé que no es feliz”, “Con nadie me compares” y “Mary es mi amor”.
Recorrió con sus presentaciones desde Canadá hasta la Patagonia y muchas ciudades europeas también le vieron sus espectáculos.
En 1995 le dio por ser candidato para la gobernación de su amada Santiago de la Estera. Allí sintió el fracaso en la política.
Es quizá uno de los artistas con más imitadores. Cada año en “Yo le llamo” salta a la palestra un cantante que participa con sus canciones.
En una oportunidad en Bogotá, un vocalista que ha interpretado sus canciones en shows particulares fue a un concierto de Leo Dan, le comentó a un asistente que él también cantaba las canciones de su ídolo. El maestro Leo Dan lo llamó en medio de su presentación, le hizo cantar y a ver que lo hacía muy bien, le pidió que cantara a dúo uno de sus temas. El émulo partió feliz para Zipaquirá donde todavía, después de 20 años, muestra con orgullo aquella foto de su actuación al lado del gran Leo Dan.
Vive ahora en Miami donde almuerza con viejos amigos como el ex empresario artístico Armín Torres, quien lo contrató para presentaciones en Colombia en varias oportunidades.
El 6 de abril comenzará la gira de su despedida, la cual terminará el 8 de junio en Chicago. Serán más de 20 presentaciones por el continente de su despedida titulada como “El adiós a una leyenda”.
Pero aún, a sus 81 años sigue componiendo, cantando y siendo amigo de sus amigos.