El proyecto “Estado Mayor Central”: un intento de unificación disidente

743
Por Fundación Ideas Para La Paz, FIP

Tras superar numerosos obstáculos, se instaló la mesa formal de diálogo con el Estado Mayor Central (EMC), una facción disidente de las extintas FARC liderada por ‘Iván Mordisco’.
Pasaron siete meses desde que el presidente Gustavo Petro anunció que el EMC participaría en una negociación política, en el marco de la Paz Total.
“El EMC —autodenominado FARC-EP— es hoy la facción disidente más consolidada, con alcance nacional gracias a un eficiente esquema de coordinación interregional”.
¿DE DÓNDE SALE EL EMC?· 
El EMC es una amalgama de grupos con diversos orígenes y motivaciones. Sus estructuras surgieron de mandos importantes de las extintas FARC que se apartaron del proceso de paz o salieron después de la firma del Acuerdo. Otras surgieron de firmantes del Acuerdo y sectores de milicianos desencantados o que no vieron incentivos para continuar.· 
Pasó de un estado de dispersión de grupos disidentes a la coordinación. Actualmente está en proceso de unificación. ‘Gentil Duarte’ e ‘Iván Mordisco’, dos comandantes que se apartaron del proceso de paz idearon el proyecto de coordinación de las disidencias desde 2018, cuando enviaron emisarios a Cauca, Nariño, Catatumbo, Arauca y Antioquia.· 
Se está fortaleciendo internamente. En lo que va del 2023 y en el marco de la Paz Total, lograron una reunión de todos los comandantes y conformaron escenarios de toma de decisión colectiva, aunque siguen lejos de una unificación de mando y control interno.· 
Los recursos financieros. El surgimiento y motivación del EMC es diverso y trasciende una lógica netamente económica. Sin embargo, su crecimiento está estrechamente relacionado con los recursos de economías como el narcotráfico, la extorsión y la minería ilegal.· 
La comandancia del EMC, de los frentes y de las columnas móviles, tienen perfiles diversos. Hay desde disidentes con amplia experiencia y liderazgo dentro de las FARC, hasta comandantes con poca trayectoria guerrillera que tomaron cargos de dirigencia en las estructuras disidentes.
¿CUÁL ES EL ESTADO DEL EMC?· Aunque es la facción disidente más consolidada, no alcanza el poder de las antiguas FARC. Se estima que en 2023 tiene alrededor de 3.545 miembros, con influencia en 173 municipios de 22 departamentos, aunque su presencia varía en diferentes áreas del país.· 
Articula a 27 de las aproximadamente 40 estructuras disidentes surgidas del proceso de paz con las FARC en cinco bloques regionales. Sin embargo, sigue siendo una amalgama de estructuras con diferentes intereses y modos de operar. El comportamiento de cada uno de los bloques obedece a lógicas locales.· 
No buscan la toma del poder nacional. Por ahora, sus propósitos están en fortalecerse en lo político (de cara a la negociación), económico y militar, lo cual aún están muy lejos de lograr, y cooptar el poder local manteniendo la gobernanza y el control de las economías.· 
Su relación con otros grupos armados obedece a lógicas e intereses locales. El EMC coexiste con el ELN, el Clan del Golfo y la Segunda Marquetalia en unas zonas, mientras en otras les disputa el territorio.· 
Las formas de control social y gobernanza cambian entre las estructuras y comandantes. Implementan manuales de conducta en todas las regiones, pero cambia sustancialmente el grado de severidad de los castigos, el grado de involucramiento del grupo en los conflictos comunitarios y la posibilidad de negociar por parte de las comunidades.
El EMC EN LA PAZ TOTAL: LA APUESTA POLÍTICADos asuntos clave dentro de la negociación serán, primero, la imposibilidad de negociar con quienes pertenecieron a grupos ya desmovilizados, lo que afecta a muchos mandos del EMC y tiene implicaciones jurídicas que afectarán la negociación. Y, segundo, la ambiciosa agenda temática que tocará aspectos del Acuerdo de La Habana, como la dejación de armas gradual, la superación de las economías ilegalizadas, la concentración de la tierra y otros temas que requieren decisiones por parte del Gobierno sobre el alcance de esta mesa de negociación en el contexto de Paz Total.“Cualquier acción o decisión que se tome dentro de la negociación con el EMC afectará indudablemente las demás negociaciones, por lo que el Gobierno debe comenzar a tomar decisiones sobre qué tanto abarcará esta mesa”.

CLAVES PARA LA NEGOCIACIÓN CON EL EMC
1. La negociación debe partir de un buen entendimiento de lo que es y significa este grupo. El equipo negociador del Gobierno debe tener en cuenta que es un grupo heterogéneo en su composición y funcionamiento, que agrupa múltiples intereses, niveles de coordinación y subordinación, y que su organización interna aún se encuentra en un proceso de construcción.
2. La estructuración interna del EMC no demerita su capacidad de daño. Mucho se ha debatido sobre los niveles de coordinación, cohesión y subordinación dentro del grupo; sin embargo, el EMC es una de las mayores amenazas para la seguridad a nivel nacional.
3. El EMC busca seguir expandiéndose. El grupo ingresa a la Paz Total en el máximo de sus capacidades operativas y de coordinación desde 2016. Tiene una clara prospectiva de seguir expandiéndose, incluso si está inmerso en las negociaciones que adelanta con el Gobierno.
4. El reto de negociar e implementar en medio de múltiples confrontaciones. El EMC está inmerso en la mayoría (87%) de las disputas territoriales del país. Este escenario representa varios retos. Uno de ellos es cómo implementar lo que se vaya acordando con el EMC en zonas donde hay disputas territoriales y este grupo no sea hegemónico o incluso esté débil. También va a ser determinante a la hora de cumplir un posible cese al fuego.
5. La negociación política con el EMC será más ambiciosa de lo que el Gobierno tiene proyectado. La sola iniciativa de negociar con el EMC es controversial por cuenta de la simbología de volver a negociar con antiguos miembros de las FARC (aunque esto sea parcialmente cierto). La agenda, además, muestra que se va a negociar sobre lo que ya se negoció con las antiguas FARC, lo que representará retos para la implementación de lo ya acordado en 2016 y los nuevos compromisos.
6. Incluso con cinco años de evolución, el EMC aún sigue lejos de asemejar las capacidades que alguna vez tuvieron las FARC
7. La negociación con el EMC requiere legitimidad social y no basta con la buena voluntad de las partes. Si algo han demostrado los procesos recientes de negociación en el país, así como la forma en que se reciben sus avances y resultados por la opinión pública, es que la mera voluntad no bastan para lograr la aceptación y legitimidad social de lo acordado.
Descargar aquí informe completo