Teotihuacán, México, es reconocido no solo por sus majestuosas pirámides, sino también por ofrecer una experiencia única: volar en globo aerostático.
Este deporte de aventura, que cautiva a turistas de todo el mundo, se practica con los más altos estándares de seguridad, convirtiéndose en una actividad preferida por aquellos que visitan la Ciudad de México.
En el corazón de esta ciudad llena de historia y cultura, se encuentra el globo aerostático más grande de América: El Capitán José Alfredo Benítez, un veterano con más de 37 años de experiencia en los cielos, volvió realidad uno de sus más grandes sueños.
Lo que comenzó como un hobby impulsado por la pasión por el vuelo, se convirtió en una tradición familiar y una empresa apasionante. José Alfredo, junto a su esposa Juana María Amador, fundaron la agencia de vuelos en globos: “Al Sol Globos”, una compañía que garantiza los más estrictos requisitos de seguridad para sus pasajeros.
Con el amanecer de Teotihuacán como telón de fondo, los vuelos en globo ofrecen una vista espectacular de las pirámides desde el cielo. El orgullo de la flota de “Al Sol Globos” es el N-500, el globo más grande de América, con más de 14,415m3 de volumen y un diámetro superior a los 50 metros. Con capacidad para 30 pasajeros, este globo cumple con todas las especificaciones de seguridad, garantizando una experiencia inolvidable.
El Capitán José Alfredo Amador y la Directora General de “Al Sol Globos” invitan a todos los turistas que visiten la Ciudad de México a vivir esta experiencia única. Con un compromiso inquebrantable con la seguridad, prometen un viaje lleno de emoción y belleza, donde los sueños de volar se convierten en realidad.