La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) expresó su rechazo al espionaje contra más de 30 periodistas de El Salvador, por violar la privacidad de los comunicadores y de sus fuentes informativas. Ante la grave violación a la libertad de prensa, la organización reclamó al gobierno de Nayib Bukele que investigue los hechos y adopte estándares legales y jurídicos para frenar la práctica del ciberespionaje, y que la Justicia castigue a los responsables.
Según pruebas forenses realizadas por laboratorios especializados en ciberseguridad, 37 teléfonos móviles –23 de periodistas y ejecutivos de El Faro; cuatro de Gato Encerrado; uno, en cada caso, de La Prensa Gráfica, de la revista digital Disruptiva, de El Diario de Hoy y del diario El Mundo, además de dos de periodistas independientes y cuatro de organizaciones civiles–fueron interceptados a gran escala entre julio de 2020 y noviembre de 2021 mediante el uso del software Pegasus. La empresa israelí NSO Group, creadora del programa de espionaje, sostiene que solo vende la herramienta a gobiernos.
Jorge Canahuati, presidente de la SIP, denunció que “esta es una grave violación a la libertad de prensa”. Canahuati, presidente ejecutivo de Grupo Opsa, de Honduras, agregó: “Reiteramos nuestro repudio al espionaje digital contra periodistas de varios medios del país e instamos al gobierno a investigar de forma urgente el origen de esta acción ilegal y a deslindar responsabilidades”.
“El uso de este programa para espiar a periodistas viola la protección de las fuentes periodísticas y constituye un grave delito que debe ser castigado de acuerdo a leyes nacionales y principios jurídicos que penalizan estas prácticas”, expresó Carlos Jornet, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e información de la SIP y director periodístico del diario La Voz del Interior, de Argentina.
Jornet recordó que la Declaración de Salta, de 2018, remarca en su artículo 7 la prohibición de métodos de ciberespionaje: “Las autoridades no deben utilizar mecanismos de vigilancia digital para vulnerar las libertades y la privacidad de los ciudadanos, salvo en casos en que se persiga un fin legítimo acorde a lo establecido en las convenciones sobre derechos humanos. La vigilancia masiva no es aceptable en ningún caso”.
La SIP ha venido denunciado el uso del software Pegasus en El Salvador para infiltrar los móviles de periodistas y extraer contenido de esos dispositivos. En México también fueron intervenidos miles de teléfonos, 25 a periodistas, entre 2016 y 2017. El ciberespionaje contra medios y periodistas es un método utilizado por varios gobiernos de América Latina, según denuncian los informes semestrales de libertad de prensa de la SIP.
En la asamblea general de octubre de 2021, la SIP se explayó sobre el tema del ciberespionaje contra periodistas a través de un panel en el que expertos de Amnistía Internacional, Citizen’s Lab y medios mexicanos abordaron las nuevas tecnologías de espionaje y su repercusión mundial.
La SIP es una entidad sin fines de lucro dedicada a la defensa y promoción de la libertad de prensa y de expresión en las Américas. Está compuesta por más de 1.300 publicaciones del hemisferio occidental; y tiene sede en Miami, Estados Unidos.