Maduro plantea “nuevo comienzo” en las relaciones con EEUU

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Richard Grennell, enviado del presidente de EEUU, Donald Trump, es recibido por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en el Palacio de Miraflores, en Caracas, el 31 de enero de 2025. Foto enviada por la oficina de la Presidencia de Venezuela (ZURIMAC CAMPOS) (ZURIMAC CAMPOS/Presidencia de Venezuela/AFP)

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, abogó por un “nuevo comienzo” en las relaciones con Estados Unidos, tras recibir este viernes en Caracas a un enviado especial del mandatario Donald Trump, bajo cuya primera administración rompió lazos diplomáticos en 2019.

Maduro planteó en el encuentro con el emisario Richard Grenell lo que denominó una “Agenda Cero” para “un nuevo comienzo en las relaciones bilaterales”, según un comunicado del gobierno venezolano.

La cita en el palacio presidencial de Miraflores se produjo en medio de una renovada crisis política por los cuestionamientos de Washington a la reelección del mandatario izquierdista, el 28 de julio del año pasado, denunciada por la oposición como un fraude.

Un alto funcionario de la Casa Blanca comentó más temprano que Grenell exigiría a Maduro aceptar las condiciones para la repatriación de “criminales y pandilleros venezolanos”, así como la liberación de estadounidenses presos en cárceles venezolanas.

La temida banda Tren de Aragua opera en Estados Unidos y Trump, en su regreso al poder, la declaró organización terrorista.

“El presidente Trump espera que Nicolás Maduro recupere a todos los criminales y pandilleros venezolanos” y “que lo haga de manera inequívoca y sin condiciones”, declaró el enviado especial de Estados Unidos para América Latina, Mauricio Claver-Carone, en una rueda de prensa.

“De lo contrario habrá consecuencias”, porque “no es una negociación a cambio de algo”, agregó.

Los estadounidenses en prisión en el país caribeño “deben ser liberados de inmediato”, manifestó Claver-Carone, considerándolos “rehenes”.

Ocho ciudadanos de Estados Unidos, entre ellos un militar, y dos ciudadanos de otras nacionalidades con residencia en ese país están encarcelados en Venezuela, según la ONG Foro Penal, dedicada a la defensa de presos políticos. Las autoridades los acusan de conspirar contra Maduro y planificar actos de violencia.

– “Canales diplomáticos abiertos” –

Las relaciones con Estados Unidos están rotas desde 2019, cuando la primera administración de Trump (2017-2021) desconoció la también primera reelección de Maduro un año antes.

Para entonces el mandatario estadounidense mantuvo una dura línea de sanciones en un intento por presionar la salida del gobernante chavista.

Formalmente, Washington desconoce la reelección de Maduro para un tercer mandato (2025-2031) y el jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, expresó apoyo al exiliado Edmundo González Urrutia, quien reivindica un triunfo en los comicios presidenciales.

El gobierno del demócrata Joe Biden tampoco reconocía a Maduro, pero emprendió negociaciones directas Caracas-Washington.

Los contactos llevaron, por ejemplo, a la liberación en Estados Unidos de Alex Saab -empresario colombiano acusado de ser “testaferro” del mandatario y ahora uno de sus ministros- a cambio de 10 prisioneros estadounidenses y una veintena de venezolanos a finales de 2023.

Ahora, la reunión de Maduro con el enviado de Trump “se realizó en el marco del respeto mutuo”, según el comunicado del gobierno venezolano.

“Se abordaron diversos temas de interés para ambos países” como “migración, impacto negativo de las sanciones económicas” o “ciudadanos estadounidenses incursos en delitos en territorio nacional”, apuntó el documento, que expresa “disposición de mantener canales diplomáticos abiertos”.

– Deportaciones en agenda –

El gobierno de Trump no solo ha considerado “criminales” a los miembros de grupos como el Tren de Aragua, banda nacida en Venezuela con tentáculos en varios países de Latinoamérica, sino también a cualquier migrante que haya entrado en condición irregular a Estados Unidos.

Su política de deportaciones despierta recelo en la región e incluso provocó una crisis diplomática con Colombia, que suele recibir deportados, pero se negó a recibir un vuelo militar por transportar a migrantes esposados.

La administración republicana ha lanzado redadas en varias ciudades y eliminado vías establecidas por Biden que permitían la entrada legal y la solicitud de asilo. Entre ellas revocó esta semana la extensión de un amparo migratorio conocido como TPS, que amparaba a más de 600.000 venezolanos.

Claver-Carone precisó que el encuentro entre Grenell y Maduro “no cambia” las prioridades del presidente republicano “con respecto a Venezuela”.

El mismo día de su investidura, Trump dijo que Estados Unidos “probablemente” dejaría de comprar petróleo de Venezuela.

Varios congresistas republicanos piden cancelar las licencias que permiten a petroleras como la estadounidense Chevron, la española Repsol o la francesa Maurel & Prom operar en el país caribeño, pese al embargo petrolero que el gobernante estadounidense impuso en su primer mandato (2017-2021), en una batería de sanciones que buscó sin éxito la caída de Maduro.

La situación en Venezuela será uno de los temas que Marco Rubio abordará en una gira que iniciará el sábado por Panamá, Costa Rica, El Salvador, Guatemala y República Dominicana. Claver-Carone aseguró que estos países son “aliados” al condenar “las elecciones robadas” por Maduro.

Esteban ROJAS

Yahoo Noticias Agencia AFP