Entre octubre y diciembre de este año se llevará a cabo el 47 Salón Nacional de Artistas (47SNA).
Esta edición del Salón se entiende como un proceso que se enraíza y se teje con el territorio del Cauca (Kauka), donde se concentra en los nodos centrales de Popayán y Santander de Quilichao, pero con acciones en más de 15 municipios del departamento.
En nam-trik, la lengua hablada por el pueblo Misak, Kauka significa madre de los bosques. Así pues, “Kauka, asamblea de mundos posibles”, plantea nombrarse desde las formas originarias del territorio y constituirse como un proceso vivo, afectivo, diverso y colectivo de componentes políticos, asamblearios y territoriales. Es un Salón que desborda lo que se ha configurado colonialmente como departamento y nación, y cuestiona los límites de la esfera de la producción artística contemporánea.
“En su propuesta curatorial inicial el equipo planteaba entender el Cauca como un fractal, y esa noción tan potente fue importante en la selección de esa propuesta porque resuena con las razones por las que se eligió este punto del país para hacer este Salón Nacional, porque allí confluyen una serie de potencias, colectividades y resistencias que reflejan y son eco de otras tantas que ocurren hoy en diversos lugares del mundo, y sobre todo en los “sures”.
En esa medida, Kauka, como territorio y como Salón, opera como un lugar focalizado de concentración de fuerzas de lucha, imaginación y creación de mundos posibles que resuenan con formas y luchas que están operando al mismo tiempo en muchos otros lugares del mundo.
De ahí la idea del fractal o del fragmento. En alguna medida, el Kauka como “asamblea de mundos posibles” es un territorio específico y a la vez todos los territorios juntos”, afirma Alejandra Sarria, Coordinadora del Grupo de Artes Plásticas y Visuales del Ministerio de las Culturas.
Este año el 47SNA propone un modelo colaborativo en lo curatorial y operativo, así como en la relación con los espacios, que aspira al intercambio en red para el fortalecimiento y continuidad de procesos locales. Como un sistema de cuidado, el salón se despliega más allá de fronteras departamentales y se teje desde la horizontalidad y las diversidades, como fuerza creadora de mundos posibles.
Kauka es mucho más que un nombre. Es un territorio vivo, compuesto por geografías, lenguas, luchas, resistencias, memorias y saberes. Una región que desborda la noción colonial de “departamento” para convertirse en una plataforma sensible y espiritual de resistencia y creación. Aquí, el arte no llega a intervenir, sino que brota desde los cuerpos y las comunidades que lo han sostenido históricamente, con o sin instituciones.
Una curaduría colaborativa, situada y decolonial
El 47SNA adoptará un modelo curatorial colaborativo y asambleario, en el que la escucha es método y la asamblea, principio. Las decisiones se toman de forma colectiva a través de una asamblea curatorial que articula saberes académicos, comunitarios y ancestrales.
La curaduría se concibe como un acto de cuidado, sanación y restitución, que honra los ritmos locales, los calendarios propios, las espiritualidades vivas y las formas otras de conocimiento. El Salón se convierte así en un gran espacio de pensamiento, de creación, de afecto y de memoria.
Un equipo que teje desde el territorio
El equipo curatorial del 47 Salón Nacional de Artistas fue elegido a través de un proceso de selección en el que se invitaron a doce curadores, artistas y gestores a plantear propuestas para esta edición del Salón Nacional que tuvieran en cuenta el lugar en el que se va a hacer y las tensiones y encuentros que desde ahí se pueden generar en una perspectiva que piensa en una lógica tanto situada como nacional.
Esas doce propuestas fueron evaluadas por el Comité Asesor de Salones Nacionales de Artistas compuesto por directores artísticos de las últimas seis ediciones del SNA quienes, con el acompañamiento del Grupo de Artes Plásticas y Visuales, eligieron la propuesta presentada conjuntamente por Carolina Chacón, Catalina Vargas, Consejo Ancestral Willka Yaku, Eblin Grueso y Laura Campaz.
El equipo curatorial del 47 Salón Nacional de Artistas reúne diversas trayectorias y experiencias que se entrelazan en torno a la investigación, creación y gestión cultural desde perspectivas decoloniales y comunitarias.
Carolina Chacón Bernal: con su experiencia como curadora en el Museo de Antioquia y el Parque Explora, docente de la Universidad Nacional, ha liderado proyectos de arte público y participativos que exploran la performatividad y las subjetividades diversas, tensionando espacios y narrativas hegemónicas.
Catalina Vargas Tovar: filósofa y editora fundadora de Cajón de sastre, ha impulsado propuestas curatoriales y editoriales que interrogan la relación entre culturas locales y ecologías, creando espacios de experimentación y creación para voces y narrativas emergentes.
Consejo Ancestral Willka Yaku: Proceso conformado por descendientes de pueblos originarios del Valle de Pubenza. Integra saberes y prácticas ancestrales, así como una visión decolonial orgánica de la memoria y los procesos creativos en donde tiene lugar la cultura de cada territorio en conexión con los ciclos naturales.
Eblin Grueso Cuero: artista plástico y gestor cultural afrocolombiano; a través de su obra en performance, instalación, escultura y fotografía, denuncia las heridas del colonialismo y el impacto del capitalismo en su comunidad en Santa Marta de Timbiquí, poniendo el cuerpo como epicentro de memoria y resistencia.
Laura Campaz Minota: explora la cultura e historia afrodiaspórica y el racismo estructural. Ha desarrollado investigaciones curatoriales enfocadas en la producción artística afrocolombiana y su relación con la memoria y la identidad.
Desde sus inicios, el Salón Nacional de Artistas ha sido un lugar de encuentro. Un tejido de relaciones que atraviesa regiones, saberes, generaciones y lenguajes. El 47SNA les apuesta a las prácticas que imaginan otras formas de tejer afectos, a través del arte, el pensamiento
crítico y la acción colectiva.
Esta versión del Salón Nacional de Artistas es el resultado del trabajo, la escucha, la concertación y la co-creación entre artistas, curadores, instituciones y comunidades. Más que una muestra, es una expresión de resistencia.
Cada componente del 47SNA se construye en diálogo con los saberes, historias y desafíos de las regiones. En este sentido el salón se entiende no como un evento sino como un tejido.
Acerca del Salón Nacional de Artistas
El Salón Nacional de Artistas es el programa estatal de apoyo al arte contemporáneo de mayor trayectoria y la plataforma con mayor visibilidad en Colombia. Fue concebido en 1940 como parte de la política de educación del Gobierno nacional para establecer vínculos entre los artistas y sus públicos.
Durante sus 75 años de historia, el Salón ha pasado por distintos modelos. Desde 1998 es una iniciativa del Ministerio de las Culturas, los Artes y los Saberes como resultado de un esfuerzo por repensar lo que había llegado a ser un evento centralista, que sucedía casi siempre en Bogotá.
En las últimas dos décadas, el carácter exclusivamente colombiano del Salón Nacional ha ido evolucionando hasta llegar a ser un escenario de encuentro entre curadores y artistas internacionales, y consolidarse como un evento de arte contemporáneo de gran escala e influencia nacional e internacional, que es además un espacio de experimentación curatorial desde el que se hace posible pensar de manera crítica y diversa sobre las prácticas artísticas.