El Ministerio de las Culturas abre la invitación artística nacional para una curaduría en espacio público, en el marco del 47 Salón Nacional de Artistas – Kauka, asamblea de mundos posibles, que se llevará a cabo entre el 25 de octubre y el 10 de diciembre de 2025.
Esta invitación busca propuestas curatoriales vivas, afectivas y situadas, que reconozcan la potencia del espacio público como territorio de encuentro, memoria, cuidado y resistencia.
Un incentivo de $40.000.000 será otorgado a una propuesta curatorial que imagine, desde el arte, intervenciones performáticas o de exhibición en espacios públicos del suroccidente colombiano, especialmente en municipios como Popayán, Puerto Tejada, Villa Rica o Santander de Quilichao.
La convocatoria está dirigida a artistas, curadores, colectivos y agentes culturales —nacionales o extranjeros con al menos cinco años de residencia en Colombia— con experiencia en proyectos comunitarios, contextuales y de vocación territorial. No se exige trayectoria institucional ni formación académica formal: se valoran las prácticas enraizadas, el sentido colectivo y la pertinencia social.
”Estas invitaciones públicas son muy importantes en el marco del Salón porque permiten que nuevas propuestas se integren al componente curatorial y entren en diálogo o tensión con lo que ha sido propuesto por el Salón mismo. Esto permite una participación más amplia de voces y artistas. En este caso es especialmente importante que esa apuesta vaya a suceder como un proceso de intervención del espacio público en estos municipios del Cauca porque son territorios que encarnan las resistencias y luchas, tanto históricas como actuales, que allí se dan y por lo tanto permiten pensar el espacio público como espacio común de potencia colectiva”, afirma Alejandra Sarria, Coordinadora del Grupo de Artes Plásticas y Visuales.
Las propuestas seleccionadas deberán desarrollarse entre octubre y diciembre de 2025 en el marco de las fechas programadas para Kauka, asamblea de mundos posibles, incluyendo actividades de montaje, mediación comunitaria y encuentros públicos.
El arte se activa aquí como una práctica de cuidado, escucha y creación colectiva, que dialoga con los ciclos de la tierra y las espiritualidades vivas del territorio