En el II Domingo de Pascua, luego de celebrar la Santa Misa con ocasión de la Fiesta de la Divina Misericordia en el Santuario romano “Santo Spirito in Sassia”, el Papa Francisco rezó allí mismo la oración mariana del Regina Coeli, acompañado por un grupo de fieles, respetando siempre las normas de seguridad de distancia social en el marco de la actual pandemia.
“Antes de concluir esta celebración, dijo, me gustaría dar las gracias a todos los que han trabajado para prepararla y transmitirla en directo”, dijo el Santo Padre saludando a todas las personas que se sumaron a la transmisión conectados a través de los medios de comunicación.
“Dirijo un saludo particular a ustedes, presentes aquí en la iglesia Santo Spirito in Sassia, Santuario de la Divina Misericordia: fieles habituales, personal de enfermería, detenidos, personas con discapacidades, huérfanos y migrantes, Hermanas Hospitalarias de la Divina Misericordia, voluntarios de la Defensa Civil”, añadió Francisco, recordando que cada uno de ellos “representa algunas de las realidades en las que la misericordia se hace concreta, se convierte en cercanía, servicio, atención a las personas en dificultad”.
“Espero que se sientan siempre misericordiados para ser, a su vez, misericordiosos. Que la Virgen María, Madre de la Misericordia, obtenga esta gracia a todos nosotros”, concluyó el Papa.
¿YO SOY MISERICORDIOSO CON LOS DEMÁS?
Durante el sermón de la Santa Misa de este II Domingo de Pascua, el Papa invitó a los fieles a preguntarse: “Yo, que tantas veces recibí la paz de Dios, su perdón, su misericordia, ¿soy misericordioso con los demás? Yo, que tantas veces me he alimentado con su Cuerpo, ¿qué hago para dar de comer al pobre? No permanezcamos indiferentes. No vivamos una fe a medias, que recibe, pero no da, que acoge el don, pero no se hace don. Hemos sido misericordiados, seamos misericordiosos. Porque si el amor termina en nosotros mismos, la fe se seca en un intimismo estéril”.
“Pidamos la gracia de convertirnos en testigos de misericordia. Sólo así la fe estará viva. Y la vida unificada. Sólo así anunciaremos el Evangelio de Dios, que es Evangelio de misericordia”, concluyó.
¿POR QUÉ SE REZA EL REGINA COELI?
Durante el tiempo pascual, la Iglesia Universal se une en la oración Regina Coeli o Reina del Cielo para unirse con alegría a la Madre de Dios por la resurrección de su Hijo Jesucristo, hecho que marca el misterio más grande de la fe católica.
El rezo de la antífona de Regina Coeli fue establecida por el Papa Benedicto XIV en 1742 y reemplaza durante el tiempo pascual –desde la celebración de la resurrección hasta el día de Pentecostés– al rezo del Ángelus cuya meditación se centra en el misterio de la Encarnación.
Al igual que el Ángelus, el Regina Coeli se reza tres veces al día, al amanecer, al mediodía y al atardecer como una manera de consagrar el día a Dios y a la Virgen María.
RECUERDO DEL BEATO PEDRO MARÍA RAMÍREZ
El sacerdote colombiano Pedro María Ramírez Ramos, más conocido como el mártir de Armero nació en La Plata, Huila, el 23 de octubre de 1899 y fue asesinado en Armero, 10 de abril de 1948. Fue un sacerdote colombiano que murió víctima del furor revolucionario del famoso 9 de abril. El 7 de junio de 2017, el papa Francisco firmó el decreto que reconoce el martirio del presbítero. Posteriormente fue declarado beato el 8 de septiembre de 2017 durante la Visita del papa Francisco a Colombia, en la ciudad de Villavicencio.
Cuenta la historia que estando en la iglesia de Armero, Tolima, luego de los hechos que se ocasionaron con el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, algunas personas emprendieron una guerra contra la iglesia y los sacerdotes en varias regiones de Colombia.
El padre Pedro fue animado por las religiosas, que tenían su convento al lado de la misma, a huir durante la noche con la ayuda de algunas familias de la ciudad, a lo que se negó diciendo que el pueblo necesitaba de él. El 10 de abril, hacia las cinco de la tarde, una multitud de personas entró en la iglesia, profanando el templo y pidieron a las hermanas y al padre Pedro que entregaran unas supuestas armas que tenían escondidas en el convento. Al no encontrar nada, sacaron al sacerdote y en el centro de la plaza lo asesinaron a machetazos.
El cuerpo del padre Pedro quedó expuesto en la plaza toda la noche porque ninguno se atrevía a recogerlo por el temor de correr la misma suerte. A media noche los asesinos recogieron el cuerpo y lo tiraron en una cuneta a la puerta del cementerio. No fue sepultado sino un día después, sin sotana y sin cajón, impidiendo que los fieles le rindieron cristiana sepultura.
El 21 de abril llegaron a la ciudad las autoridades para poner orden. Permitieron que se hiciera la autopsia al cuerpo del padre Pedro y se le diera una sepultura más respetuosa. Pasados veintidós días llegaron sus familiares a reclamar el cuerpo y lo trasladaron a su tierra natal
AGRADECIMIENTO DE LOS OBISPOS
Los obispos de la costa pacífica de Colombia y suroccidente del país expresaron su agradecimiento al Papa Francisco por su cercanía y solidaridad, luego de recibir un mensaje del Santo Padre en el que los anima a continuar trabajando unidos en la construcción de la paz.
En un video-mensaje, monseñor Juan Carlos Barreto, obispo de Quibdó, aseguró que “el testimonio y las enseñanzas del Santo Padre han sido fundamentales para el desarrollo de nuestra labor misionera en medio de estas comunidades que han sufrido tanto del abandono estatal como de diversos tipos de violencia”.
Finalmente, monseñor Barreto imploró a Dios las luces necesarias para “continuar adelante acompañando a nuestras comunidades en la esperanza de un futuro mejor”.
CONDOLENCIAS DEL PAPA POR EL FALLECIMIENTO DEL PRÍNCIPE FELIPE
“Entristecido” por la noticia del fallecimiento del Príncipe Felipe, Duque de Edimburgo, el Papa Francisco expresa, a través de un telegrama, su más sentido pésame a la Reina Isabel II y a los miembros de la Familia Real.
En la misiva, firmada por el Secretario de Estado Vaticano, Pietro Parolin, Francisco recuerda “la dedicación del Príncipe Felipe al matrimonio y a la familia, su eminente historia de servicio público y su compromiso por la educación y el progreso de las generaciones futuras” y lo encomienda “al amor misericordioso de Cristo nuestro Redentor”.
“Sobre Usted – dice el Pontífice dirigiéndose a la Reina Isabel – y sobre todos los que lloran la muerte en la esperanza cierta de la Resurrección, invoco las bendiciones del Señor de consuelo y paz”.
ARZOBISPO DE SANTIAGO DE CHILE CON COVID
El Arzobispado de Santiago de Chile informó que el cardenal y arzobispo de la ciudad, el capuchino español Celestino Aós, dio positivo a la Covid-19 y presenta malestares leves.
“Después de un atento estudio médico, la recomendación es que se mantenga en su residencia, cumpliendo la cuarentena y todas las indicaciones médicas”, expresa el comunicado firmado por el vicario general del Arzobispado, Cristian Roncagliolo.
El documento también notifica al obispo auxiliar de Santiago, Alberto Lorenzelli, quien se encuentra ingresado desde el cuatro de abril por ser positivo a la Covid-19 en el Hospital Clínico de la Universidad Católica de Chile, ha necesitado nuevos cuidados.
EL PRÍNCIPE DE INGLATERRA SE ENCONTRÓ CON CUATRO PAPAS
El Palacio de Buckingham anunció este 9 de abril el fallecimiento del príncipe Felipe de Inglaterra, a la edad de 99 años, marido de la reina Isabel II y que tuvo la oportunidad de conocer personalmente a cuatro pontífices.
A lo largo de su vida como consorte de la reina, que también es cabeza de la Iglesia de Inglaterra, el duque de Edimburgo se encontró con los papas San Juan XXIII, San Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco.
Al pontífice alemán lo recibió personalmente en el aeropuerto de Edimburgo durante el viaje apostólico del actual Papa Emérito a Reino Unido en 2010.
El fallecimiento del marido de Isabel II marca un cambio de época para el Reino Unido. El arzobispo de Westminster, Cardenal Vincent Nichols, dijo en un mensaje que “en este momento de tristeza rezo por el descanso del alma del príncipe Felipe, fiel y leal marido de Su Majestad la Reino. Rezo por la Reina y por toda la familia real”.
OTRO INTERCESOR EN EL CIELO
Pedro Ballester nació en Manchester el 22 de mayo de 1996. El mayor de tres hermanos, se crió en una alegre familia católica en el norte de Inglaterra. Desde muy joven se destacó por su simpatía y generosidad. Era conocido por ser un estudiante trabajador y un buen amigo para todos.
En su adolescencia, su profunda fe lo llevó a dedicar su vida a Dios en el Opus Dei, buscando amar a Jesucristo sobre todas las cosas a través de sus estudios, amistades y vida cotidiana. Como miembro numerario del Opus Dei, Pedro recibió el don del celibato apostólico y se puso completamente disponible para atender las tareas apostólicas y la formación de los demás miembros de la Prelatura.
En diciembre de 2014, poco después de comenzar la universidad, le diagnosticaron un cáncer de pelvis avanzado. Pedro vio su enfermedad como una oportunidad para abrazar la Cruz de Jesús y con alegría ofreció sus sufrimientos por el Papa, la Iglesia y todas las almas. Declaró lo afortunado que era y se consideró a sí mismo en los brazos de la Santísima Virgen. La fortaleza y la serenidad con que sobrellevó su enfermedad hasta el final inspiró a muchas personas a acercarse a Dios y a la Iglesia.
Pedro entregó su alma a Dios el 13 de enero de 2018. Desde el mismo día de su muerte se han recibido informes de favores obtenidos por su intercesión.
Por Guillermo Romero Salamanca