Repartidores de comida, en su mayoría latinos, se tomarán este miércoles las calles de Nueva York en una marcha para exigir mejores condiciones laborales y un alto a la violencia que ha costado la vida de por lo menos nueve de estos trabajadores durante el último año.
De acuerdo con los “deliveristas”, como se les conoce en esta ciudad, la policía no ha hecho nada ante las denuncias de robos y las muertes de sus compañeros, la más reciente hace poco más de un mes del mexicano Francisco Villalba, asesinado a tiros en un parque en Manhattan para robarle la bicicleta eléctrica que usan, valorada en unos 2.000 dólares.
Otros han muerto o han resultado heridos impactados por vehículos.
Los repartidores trabajan para aplicaciones y denunciaron en una conferencia de prensa este martes del Proyecto de Justicia Laboral, que les representa, que son víctimas de robos de salario y de sus propinas por parte de las compañías para las que trabajan.
Gustavo Ajche, guatemalteco líder de Deliveristas Unidos, grupo que se formó para luchar por sus derechos, denunció que las aplicaciones “nos tratan como si fuéramos esclavos y esto no debe seguir ya así”, y agregó que se ha tornado “muy complicado” últimamente este trabajo porque les está afectando “la violencia y la inseguridad” que afronta el país.
La violencia ha llegado al punto que los repartidores de comida han creado grupos de autodefensa ante lo que aseguran es la falta de respuesta de la policía al problema que impacta esta industria, que cuenta con unos 80.0000 “deliveristas” en esta ciudad, un gran número de ellos guatemaltecos indígenas.
Miguel Tun Reynoso, de Guatemala, contó cómo en solo 15 días le robaron dos bicicletas. En el primer caso lo denunció a la policía “y me dijeron que eso era un proceso y que me llamarían y nunca lo hicieron”, por lo que no denunció el segundo robo.
Mientras que Lucy Villano, una de las pocas mujeres en este oficio, denunció que una de las aplicaciones le “bloqueó” y no ha podido volver al trabajo con el que sostiene a su hijo.
Un estudio del Worker Institute (Instituto del Trabajador) de la Universidad de Cornell dado a conocer hoy reveló que las ventas han aumentado durante la pandemia de covid-19, así como el valor de las acciones de las compañías de aplicaciones en la Bolsa, “pero eso no se ha traducido en mejoras para los trabajadores”.
La investigación, para la que se entrevistó a más de 500 repartidores de comida de los cinco condados de la ciudad de Nueva York, mostró además que 75 % de los entrevistados comenzaron a trabajar como repartidores durante la pandemia porque perdieron su trabajo “y otros porque lo vieron como una oportunidad”.
Pero lo más importante que reveló, de acuerdo con la investigadora María Figueroa, es que 53 % de los entrevistados habían sido víctimas del robo de sus bicicletas y 30 % de estos también de crimen violento. “Esa es una de las prioridades que lleva a estos trabajadores a marchar mañana”, comentó.
El 62 % dijeron que no les han dado acceso a baño “y también hay mucho problema con la paga”, ya sea que no se les pague a tiempo, nunca se les paga “o hay casos en que las propinas no aparecen”.
“Un 44 % han experimentado problemas con la paga”, afirmó y agregó que 52 % provienen de Latinoamérica, alrededor del 20 % de Asia y 10% de África.
La marcha, que partirá desde Times Square, busca llamar la atención de las autoridades y que se aprueben varios proyectos, como el derecho a usar un baño en los restaurantes y que las aplicaciones para las que trabajan cuenten con un seguro ante el robo de sus bicicletas.
Estas propuestas ya existen mientras que trabajan en otras con varios concejales para preparar un paquete de medidas que esperan cuenten con el apoyo del alcalde Bill de Blasio y el presidente del Concejo, Corey Johnson.
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