Como parte de la estrategia del Gobierno del Cambio para fortalecer la competitividad turística de los territorios y empoderar a quienes hacen parte del sector, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo (MinCIT), a través de Fontur y en alianza con la Fundación Panaca, celebró la graduación de 213 nuevos participantes del Diplomado en Turismo Rural Sostenible, provenientes del litoral Pacífico colombiano.
Durante un mes de inmersión en el Parque Panaca, ubicado en Quimbaya (Quindío), lideresas y líderes de Cauca (78), Nariño (56), Valle del Cauca (53) y Chocó (27) fortalecieron sus capacidades técnicas y comunitarias para consolidar proyectos de turismo rural, sostenible, responsable e inclusivo en sus territorios.
Esta formación es parte fundamental de la Estrategia Pacífico, que prioriza la inversión social y turística en una de las regiones con mayor diversidad cultural y biológica del país.
La metodología del diplomado combina saberes técnicos, pedagogía del ser y liderazgo comunitario, promoviendo el tránsito del asistencialismo a la autonomía productiva. El 98 % de los egresados replican lo aprendido en sus comunidades y un 20 % se ha formalizado como prestadores de servicios turísticos, a través del Registro Nacional de Turismo (RNT).
El programa impulsa un turismo rural sostenible y responsable, comprometido con el cuidado del medio ambiente, el uso consciente de los recursos naturales y el respeto por las culturas locales. Un turismo que no impone, sino que dialoga con el territorio; que no extrae, sino que siembra y construye bienestar colectivo.
“Este diplomado demuestra cómo el turismo puede ser una herramienta real para cerrar brechas, dignificar saberes y empoderar a las mujeres, comunidades indígenas, jóvenes y actores de paz que lideran el desarrollo en sus territorios.
Desde el Gobierno del Cambio seguiremos invirtiendo en la gente, en su capacidad de transformar y en el turismo como fuerza viva de El País de la Belleza”, afirmó Diana Marcela Morales, ministra de Comercio, Industria y Turismo.
Con esta cohorte, que marca el cierre del proyecto en su fase actual, el diplomado completa 2.522 personas formadas desde agosto de 2022. Emprendedores, innovadoras, docentes y prestadores de servicios turísticos de los 32 departamentos del país han participado en este proceso, promoviendo el turismo como herramienta de paz, equidad y desarrollo local.
Una de las principales fortalezas del programa ha sido su enfoque inclusivo. De las 2.522 personas formadas, el 56 % son mujeres (1.421) y el 44 % hombres (1.101). Adicionalmente, del total de participantes:
• 443 pertenecen a comunidades indígenas (17 %)
• 703 provienen de municipios PDET (28 %)
• 520 son actores de paz (21 %)
• 125 son docentes de Colegios Amigos del Turismo (5 %)
“El turismo rural es un motor de desarrollo que transforma vidas. Desde Fontur queremos seguir posicionando esta estrategia como una herramienta de competitividad, bienestar y turismo responsable, que ponga en el centro a las comunidades y al territorio”, señaló Fernando Estupiñán, gerente general (e) de Fontur.
El impacto de esta formación va mucho más allá del aula. Más de 88.270 familias han sido beneficiadas directa o indirectamente gracias a la transferencia de conocimientos en las comunidades. De acuerdo con los resultados de seguimiento, el 100 % de los egresados encuestados afirmaron que el diplomado tuvo un impacto positivo en el fortalecimiento de sus proyectos turísticos y que han compartido lo aprendido con sus redes locales y círculos comunitarios.
Este proceso educativo ha contado con el respaldo académico y técnico de la Fundación Panaca, y ha sido posible gracias a una inversión de $16.011 millones del Gobierno del Cambio, provenientes de la contribución parafiscal para la promoción del turismo, y ejecutados por el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, a través de Fontur.
Así se cierra una etapa transformadora que deja capacidades instaladas, tejido social fortalecido y un mensaje claro: el turismo rural, sostenible y responsable es clave para la construcción de paz, la equidad territorial y el reconocimiento de la Colombia profunda. Una Colombia que, desde sus raíces, sigue tejiendo, con dignidad, autonomía y esperanza, el futuro de El País de la Belleza.