Se estima que cerca de 750 millones de personas en el mundo experimentan algún trastorno de la tiroides, y más del 60 % aún no ha recibido un diagnóstico[1].
Las mujeres son especialmente susceptibles a las enfermedades de la tiroides y tienen entre cinco y ocho veces más probabilidades que los hombres de padecerlas a lo largo de su vida[2].
Bogotá, octubre de 2025 – La glándula tiroides es un pequeño órgano con forma de mariposa ubicado en la base del cuello que, pese a su tamaño, desempeña una función esencial en el organismo.
Produce hormonas que intervienen en el funcionamiento de cada célula y tejido, participando en procesos vitales como la regulación del metabolismo, la temperatura corporal, la producción de energía, el crecimiento, el peso, la frecuencia cardíaca y el estado de ánimo. Por ello, su adecuado funcionamiento es clave para mantener el bienestar general del cuerpo.
Sin embargo, este órgano puede verse afectado por diversas alteraciones y, de hecho, se estima que alrededor de 750 millones de personas en el mundo experimentan algún tipo de trastorno de la tiroides, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) – cerca del 10% de la población mundial.

Entre ellos, uno de los más comunes es el hipotiroidismo, caracterizado por una producción insuficiente de hormonas tiroideas. En Colombia, aunque hay una prevalencia variable, hay estimaciones que indican que más de 5 millones de personas viven con esta condición[3] .
Hipotiroidismo: un desafío oculto para cuerpo y mente
Esta condición tiene un impacto significativo en la salud, manifestándose con síntomas como fatiga constante, aumento de peso, estreñimiento, cambios en el apetito, sensibilidad al frío, piel seca y calambres musculares. Sin embargo, sus efectos van más allá de lo físico, ya que también repercuten de manera directa en el bienestar emocional. En este contexto, y en el marco del Día Mundial de la Salud Mental, que se conmemora el 10 de octubre, resulta fundamental visibilizar las consecuencias de esta patología, que pueden incluir depresión, ansiedad, dificultades de concentración y lentitud en los procesos mentales.
No obstante, pese a su importancia para la salud, su detección temprana sigue siendo un reto. Se estima que hasta un 60 % de quienes la experimentan no han sido diagnosticados, principalmente porque sus síntomas son inespecíficos y suelen atribuirse al estrés, la fatiga o el envejecimiento, según indica la Asociación Americana de Tiroides (ATA, por sus siglas en inglés) [4]. Esta dificultad retrasa el inicio del tratamiento y hace que muchas personas vivan durante años con la condición sin saberlo.
“La detección temprana del hipotiroidismo es fundamental, especialmente en grupos de alto riesgo como las mujeres, las personas mayores y quienes tienen antecedentes familiares de trastornos tiroideos. Un abordaje oportuno permite iniciar el tratamiento adecuado, lo que no solo previene complicaciones físicas, sino también protege el bienestar psicológico”, indicó el Dr. Álvaro Rojas, director médico de Abbott en América Latina.
Cuando la condición no se identifica a tiempo, los síntomas pueden intensificarse, generando frustración y afectando la autoestima y calidad de vida del paciente. Por ello, ante cualquier señal de malestar emocional, se recomienda complementar la atención médica con apoyo profesional en salud mental y un seguimiento clínico continuo.
Además de su impacto emocional, el hipotiroidismo no tratado adecuadamente puede derivar en complicaciones físicas importantes, como el aumento del colesterol, enfermedades cardiovasculares y alteraciones metabólicas como la diabetes.
Cabe destacar que las mujeres son especialmente susceptibles a los trastornos de la tiroides: se estima que una de cada ocho los va a experimentar a lo largo de su vida, y que tienen entre cinco y ocho veces más probabilidades que los hombres de desarrollarlos[5]. Asimismo, durante el embarazo, estas alteraciones aumentan el riesgo de anemia, preeclampsia, parto prematuro y complicaciones en el desarrollo cerebral del feto, sobre todo durante el primer trimestre de gestación.

Un tratamiento con visión holística
Por sus amplias repercusiones, el abordaje de la condición debería ser integral. Un tratamiento efectivo requiere una visión que combine la terapia médica con cambios sostenibles en el estilo de vida, como una alimentación equilibrada, el manejo del estrés, la actividad física regular y, cuando sea necesario, el acompañamiento psicológico.
“Mejorar la atención del hipotiroidismo requiere combinar educación, detección temprana e innovación científica con hábitos de bienestar diarios, además de promover la conciencia sobre la condición y fomentar la realización de exámenes de rutina. Este enfoque integral no solo contribuye a controlar los síntomas físicos y a prevenir que interfieran en la cotidianidad y en el equilibrio emocional, sino que también fortalece la calidad de vida, ofreciendo esperanza y empoderamiento a quienes viven con hipotiroidismo”, concluyó el Dr. Rojas de Abbott.
[1] https://www.gob.mx/insabi/articulos/dia-mundial-de-la-tiroides-25-de-mayo?idiom=es#:~:text=Seg%C3%BAn%20datos%20de%20la%20Organizaci%C3%B3n,10%25%20de%20la%20poblaci%C3%B3n%20mundial.
[2] https://health.ucsd.edu/care/endocrinology-diabetes/thyroid-disorders/#:~:text=%C2%BFSab%C3%ADas?,el%20beb%C3%A9)%20y%20aborto%20espont%C3%A1neo.
[3] Universidad Nacional de Colombia – Dirección Nacional de Bienestar. (31 de agosto de 2022). ¿Qué tanto sabe del hipotiroidismo? Bienestar – En Plural. https://bienestar.bogota.unal.edu.co/enplural_con_acento.php?id_art=269&id_sec=1
[4] American Thyroid Association. (s.f.). General information/press room. https://www.thyroid.org/media-main/press-room/
[5] Office on Women’s Health. (2025, abril 9). Thyroid disease. U.S. Department of Health and Human Services. https://womenshealth.gov/a-z-topics/thyroid-disease