Es imperativo investigar asesinatos de Diego Charles y Saúl Tijerina, advirtió la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) desde Miami.
Miami 1 de julio de 2021
La Sociedad interamericana de Prensa (SIP) condenó el asesinato del periodista Diego Charles durante un tiroteo en Puerto Príncipe, Haití. La organización también lamentó el crimen de un reportero en México y pidió investigaciones para determinar los móviles del asesinato.
Diego Charles y otras 14 personas fueron asesinadas durante un ataque ocurrido el martes en un barrio de la capital haitiana. Según la Policía, el tiroteo contra los civiles habría sido una represalia ejecutada por aliados de un policía sindicalista, Guerby Geffrard, asesinado el día anterior en ese barrio. Charles, de 33 años, trabajaba en la radio Visión 2000 y el periódico digital Gazette Haïti. En el ataque también fue asesinada la activista política Antoinette Duclair.
El presidente de la SIP, Jorge Canahuati, CEO de Grupo Opsa, de Honduras, expresó sus condolencias a los colegas y familiares del periodista. “Venimos siguiendo con mucha preocupación el clima de hostilidad y violencia en general en Haití y la exposición y el nivel de riesgo que tienen los periodistas durante sus coberturas cotidianas”.
El presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información, Carlos Jornet, dijo que en el país es urgente que el gobierno, los medios y asociaciones de periodistas “puedan tener diálogo y crear una mesa de trabajo con la intención de que se gestione un sistema de protección y de protocolos de seguridad para los trabajadores de la prensa”.
Los directivos de la SIP también se refirieron al asesinato en México del periodista independiente y fotoperiodista Saúl Tijerina Rentería, el pasado 22 de junio, en Ciudad Acuña, en el estado de Coahuila. El periodista, de 25 años, colaboraba con “Noticias en la Web”, “La Voz” y “Policíaca Acuña”, para los que cubría distintas fuentes, entre ellas la policíaca, según medios locales. Su cuerpo fue localizado sin vida y con heridas de arma blanca a un costado de su vehículo.
Canahuati y Jornet coincidieron en que es imperativo llegar hasta las últimas consecuencias de estos crímenes, “mediante la investigación profunda y diligente y así conocer si estuvieron relacionados a la labor periodística”.