Reducir a la mitad el desperdicio alimentario evitaría que hasta 153 millones de personas sufran hambruna, al mismo tiempo que se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero, destacaron el martes la FAO y la OCDE.
Según el informe sobre las perspectivas del sector agrícola hasta 2033, reducir a la mitad las pérdidas y desperdicios a lo largo de la cadena alimentaria, desde los campos hasta los consumidores, podría disminuir en un 4% las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con la agricultura y reducir el número de personas subalimentadas en 153 millones, según la OCDE y la FAO.
“Aunque este objetivo es extremadamente ambicioso, requeriría cambios profundos tanto por parte de los consumidores como de los productores”, reconocieron.
La FAO ha estimado que “casi un tercio” de los alimentos destinados al consumo humano se pierden o desperdician, lo cual representa un despilfarro de recursos (semillas, fertilizantes, agua, energía…) y emisiones de gases que contribuyen al calentamiento global (metano de los rumiantes, nitrógeno de los fertilizantes, entre otros).
En los países en desarrollo, los agricultores carecen de instalaciones adecuadas para conservar sus cosechas en buen estado, mientras que en otros lugares, el consumo excesivo conduce a toneladas de alimentos desperdiciados.
Las frutas y verduras representan más de la mitad de las pérdidas y desperdicios debido a su naturaleza perecedera y su corta vida útil. Le siguen los cereales.
“La proporción en peso de las carnes y productos lácteos es baja, probablemente porque los hogares tienden a desperdiciar menos productos de alto valor”, según el informe.
Reducir el desperdicio alimentario podría “incrementar significativamente el suministro de alimentos en todo el mundo, ya que más alimentos estarían disponibles y los precios bajarían, asegurando así un mejor acceso a la comida para las poblaciones de bajos ingresos”, argumentan las organizaciones internacionales.
Yahoo Noticias Agencia AFP