622.415 toneladas de alimentos ingresaron a las principales centrales mayoristas del país

224
ALIMENTOS

El abastecimiento de alimentos creció significativamente en ciudades como Tibasosa (56,8 %), Valledupar (46,9 %), Sincelejo (29,3 %) y Montería (28,1%) consolidando a estas regiones como actores claves en la distribución de alimentos en Colombia.

Bogotá D. C., agosto de 2024. Según el Boletín de Abastecimiento y Seguridad Alimentaria de la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (UPRA), en julio de 2024, el abastecimiento de alimentos en las principales centrales mayoristas del país registró un incremento del 9,8 % en comparación con el mismo mes del año pasado alcanzando un total de 622.415 toneladas.

Este crecimiento se distribuyó, de manera generalizada, en todos los grupos de alimentos destacándose un aumento del 19,6 % en el abastecimiento de frutas y del 16,5 % en granos y cereales.

Claudia Cortés, directora de la UPRA, destacó la importancia de estos resultados: «El crecimiento sostenido en el abastecimiento de alimentos refleja la fortaleza de nuestras cadenas de suministro y la capacidad de respuesta ante la demanda. Este aumento no solo garantiza la seguridad alimentaria; también, impulsa la economía en los niveles tanto local como regional».

Además del crecimiento global, el informe revela un aumento significativo del abastecimiento en varias ciudades del país. En Tibasosa, Valledupar y Sincelejo, el abastecimiento de alimentos se incrementó en un 56,8 %, 46,9 % y 29,3 % respectivamente; así, estas ciudades se consolidan como centros claves para la distribución de alimentos en Colombia. Este comportamiento positivo se extiende a otras regiones, como lo evidencian Montería (28,1 %) y Manizales (27,2 %).

En ningún grupo de alimentos se registró disminución del abastecimiento, lo que indica una recuperación y estabilidad en las cadenas de suministro. Esta tendencia positiva no solo fortalece la disponibilidad de productos en el país; representa, también, un motor de crecimiento económico en las regiones.

Este comportamiento sólido en la oferta alimentaria es una señal positiva para el país asegurando la disponibilidad de alimentos y el bienestar de las comunidades.