80% de los hombres en el país está de acuerdo con la igualdad de salarios y oportunidades laborales

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El estudio: El Reto a la Masculinidad, de Provokers, presenta un análisis detallado en el que explora el lugar de los hombres frente a los cambios sociales actuales. Esta investigación realizada en México y Colombia, (países que se han caracterizado por el estigma de ser machistas) arroja datos muy interesantes y desmienten muchos mitos.

La investigación abre un panorama interesante, permite a diferentes actores socio-económicos interactuar con las ‘nuevas masculinidades’, así como las mejores maneras de abordar el papel de los hombres en la sociedad. La relación de los hombres con el mundo actual, la mirada desde las generaciones, el vínculo con los valores de la nueva masculinidad, y cómo hablarles a los hombres bajo las nuevas perspectivas culturales, son los puntos de partida de la investigación.

Fueron más de 1.300 hombres entre los 20 y 55 años de edad, de Colombia y México quienes fueron encuestados para un resultado contundente: el 95 % de ellos perciben que «en los últimos años han cambiado los roles de género y la forma de ser hombre y mujer, lo que los ha impactado y los ha enfrentado a una realidad que no saben cómo gestionar”.

¿Por qué hablar de los hombres?

Hablar de ‘nuevas masculinidades incomprendidas’ permitió que se buscara entender cuáles son las mejores maneras de relacionarnos a los hombres. Jesús Cabrera, CEO de Provokers para Latam, asegura que «es vital destacar que el reto a la masculinidad, nos muestra el paradigma que vive el hombre de hoy, convirtiendo esto en una oportunidad, un lienzo en blanco para que las marcas conecten con ese hombre más allá de pedirle un cambio». Esto, considerando que uno de los resultados muestra que el 27 % de los encuestados asegura sentirse criticado y cuestionado por el solo hecho de ser hombre.

No obstante, el 84 % de los consultados están de acuerdo que está bien poder mostrar de una manera más libre sus sentimientos y emociones. La sociedad actual, sumergida en un estado de libertades en las cuales se habla de feminismo y revelación, a los hombres se les pide que sean más abiertos y emocionales, pero que no dejen de ser fuertes y protectores.

Enfatiza Cabrera que «evidentemente nos quedaba la gran duda de qué estaba pasando con el hombre en este entorno cambiante», razón por la cual se dio este estudio. Agrega que se profundizó en qué significa ser hombre hoy, cómo se sienten frente a los cambios sociales promovidos por el feminismo y qué tan retratados se sienten en una realidad con la que chocaron y nadie los preparó, explicando que esto es un problema de comunicación y carente de pedagogía.

Según la investigación: «Cuando quieren alejarse de esa masculinidad tradicional, no se entiende si su intención es burlarse de los hombres o de la masculinidad. Si el discurso solo es desde la mirada de la mujer para hablar del hombre o si lo que intentan es hacer pedagogía».

Mujeres y Hombres: una sociedad más justa

Asegura Cabrera que: «Hay una conciencia bastante generalizada sobre la importancia de tener un mundo más igualitario, con más derechos para todos, en especial para las mujeres». Explica que dentro de los datos se evidencia que el 91% de los hombres (MX y COL) está de acuerdo con que es necesaria la igualdad de género; casi 70% MX y el 80% COL cree que es importante igualar los salarios entre hombres y mujeres, y el 60% MX y el 68% COL sueña con que en el futuro la sociedad será más justa con las mujeres.

Frente a estos cambios de valores se puede observar una tendencia hacia otras formas de convivencia y de familia. La data refiere que la mitad de los hombres cree que es posible criar bien a un hijo/a en una familia monoparental, «45 % MX y 34% COL incluso considera que una pareja del mismo sexo puede criar un niño/a tan bien como una pareja heterosexual». Además, otro dato interesante, validando el contraste del imaginario que hay frente a la crianza, «el 69% MX Y COL asegura que apoyaría a sus hijos aun cuando no eligieran ser heterosexuales».

Claro está, algunos hombres se muestran reactivos y temerosos del cambio, de la pérdida de valores tradicionales que esto pueda traer consigo, incluso con algunas actitudes negativas: «el 40 % cree que se debe volver a los valores tradicionales de nuestros padres y abuelos. En promedio 23 % Col y Mx sostiene roles clásicos, al decir que las mujeres están más aptas para criar hijos o que no es bueno que ellas trabajen fuera de casa, y el 14 % incluso dice sentirse incómodo con la independencia económica de su pareja», detalla Cabrera.

La Mirada de las generaciones

Además, el documento refiere que el 89 % de los encuestados considera que ser hombre hoy es ser más empático, abierto, estar presente para los hijos y es más equitativo con la pareja». Advierte Cabrera, que esto se da bajo el condicionamiento que no puede descuidar su rol de proveedores y que sigan emprendiendo sus profesiones con éxito: «que sean blandos, pero no se quiebren, que cambien, se adapten y aprendan de manera instantánea», dice el director de Provokers.

Ahora, se destacan atributos con los que los hombres gustan identificarse (aunque no sepan bien cómo hacerlo). La data refiere que «el 75 % de los hombres celebra la libertad actual para verse y vestirse como quieran, y para bailar, hacer yoga o cualquier otra actividad antes considerada “femenina” porque hay menos reglas», revela el documento.

Además, el estudio realizó una medición entre las generaciones X, Y y Z, logrando unos datos particularmente interesantes y relevantes. Entre las tres generaciones, los Z son los que sienten más rechazo de la sociedad cuando dicen algo que hoy no es parte del status quo. Explica Cabrera que lo que encontraron muestra que: «el 31 % (53 y 19) dice preferir no meterse cuando ve situaciones de acoso, para evitar problemas, y el 39 % prefiere no opinar cuando hay mujeres por miedo a que lo tilden de violento o machista».

«Sabemos poco sobre la respuesta de los hombres al cambio de contexto. ¿Cómo están hoy, reactivos, sensibles, perdidos?  Si cambió el contexto, si cambió el lugar de las mujeres, deberíamos asumir que el de ellos también cambió. Es el momento de repensarnos y entender una realidad poco explorada y sí muy criticada. Por un lado, ha sido liberador para los hombres, pero por otro confuso», finaliza Jesús Cabrera.