Álvarez salva honor del boxeo cubano y Ghadfa peleará por primer oro español

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El español Ayoub Ghadfa es declarado vencedor de la semifinal del peso superpesado en los Juegos de París el 7 de agosto de 2024 (MOHD RASFAN)

Acallando ambos a los aficionados de Roland Garros, el cubano Erislandy Álvarez se proclamó el miércoles campeón del peso ligero (63,5 kg) de los Juegos de París y Ayoub Ghadfa se ganó el derecho a pelear por el primer oro olímpico del boxeo español.

Tanto Álvarez como Ghadfa fueron capaces de prevalecer frente a rivales franceses bajo la olla a presión de los 15.000 aficionados en la emblemática pista de tenis parisina.

Álvarez superó por decisión dividida (3-2) al local Sofiane Oumiha y le dio su único oro al boxeo cubano en estos Juegos.

El púgil de Cienfuegos, debutante olímpico, negó haber sentido presión por darle un título a su equipo o por el explosivo ambiente a favor de su rival.

“Solamente sentí presión en mi primera pelea olímpica. Tenía muchos nervios, pero después de que toqué el ring ya me sentí el campeón de la competencia”, aseguró Álvarez en la rueda de prensa.

“Ese día me dije: ‘Vamos a dar un show, vamos a hacer que el público se sienta contento'”, señaló. “Vinimos a hacer nuestro trabajo y fue lo que logramos”.

Álvarez, de 24 años, salvó así el orgullo de un equipo que ha perdido su imponente dominio del certamen olímpico, golpeado por las huidas de la isla de campeones como Andy Cruz.

Tres años después de ganar el torneo olímpico de Tokio con cuatro oros, el llamado ‘Buque Insignia’ del deporte cubano solo había cosechado en París un bronce de Arlen López en el peso medio (-80 kg).

La derrota en semifinales de López y la de Julio César La Cruz (92 kg) en el debut, ambos bicampeones olímpicos, se vieron paliadas por la aparición del talentoso Erislandy Álvarez, que se erigió en una de las grandes sensaciones del boxeo de París.

Este miércoles, ante el experimentado Oumiha enfrente, Álvarez desplegó toda su riqueza técnica y la movilidad de su pasado como gimnasta.

Oumiha, medallista de plata en Rio de Janeiro-2016, reaccionó en el segundo asalto con una mayor efectividad en sus golpes dejando el oro en juego para el último episodio.

Pese al empuje del público, Álvarez no dio un paso atrás y siguió encontrando espacios para sumar puntos hasta certificar una victoria que celebró con voltereta y una eufórica sucesión de golpes al aire.

– Otro español victorioso en Roland Garros –

En un combate anterior, el español Ayoub Ghadfa también frustró al público al batir al francés Djamili-Dini Aboudou en las semifinales del peso superpesado (+92 kg).

Ghadfa fue recibido con abucheos en el cuadrilátero instalado en la Philippe-Chatrier, la pista donde su compatriota Rafael Nadal alzó 14 trofeos del Grand Slam parisino.

En los dos primeros asaltos el español construyó una ventaja suficiente para compensar la breve caída a la lona que sufrió en el tercero.

El derribo devolvió las esperanzas al público pero no cambió la opinión de los jueces y las gradas terminaron silbando la victoria española por decisión unánime.

La enormidad de Roland Garros “se nota porque cuando te conectan un golpe te tiembla todo el cuerpo de la vibración”, explicó Ghadfa. “Pero no es nada que me afecte… Cuando me subo al ring solo estamos mi rival y yo”.

El sábado, Ghadfa pugnará frente al uzbeko Bakhodir Jalolov, el vigente campeón, por conquistar el primer oro olímpico del boxeo español, que hasta ahora suma dos platas y tres bronces.

Jalolov “es un tipo duro, un rival fuerte pero no es invencible”, recalcó Ghadfa. “Buscaremos la táctica perfecta y lucharé por ese oro hasta el final”.

París ya había asistido a la primera medalla boxística española en 24 años con el bronce que logró Enmanuel Reyes en el peso pesado (-92 kg).

Guillermo BARROS

Yahoo Noticias Agencia AFP