Un total de 722 productores, transformadores y comercializadores que hacen parte de comercializadoras agroindustriales de sectores como piña, café, cacao y camarón están siendo beneficiados del programa ‘Comercializadoras agroindustriales más productivas’.
El programa, liderado por el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo y ejecutado a través de Colombia Productiva, en alianza con GdO, Promioriente y su Fundación Promigas, y Red Adelco, ayuda a estas comercializadoras a optimizar sus tiempos de producción; hacer más eficiente el transporte, la logística y el almacenamiento; y mejorar la comercialización de productos agroindustriales con el fin de aumentar sus ventas.
Alexandra Rizo, directora de mipymes del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, explicó que “como parte de la implementación de la Política de Industrialización en los territorios y en aras de avanzar también en la construcción de paz a través del desarrollo de la economía de las regiones, nos hemos articulado con el sector privado para este programa con el fin de apoyar a estos negocios de la economía popular y que así reciban el acompañamiento que necesitan para mejorar su oferta y aumentar sus ingresos en al menos 10 %”.
Las siete comercializadoras seleccionadas reciben actualmente asistencia técnica, así como formación para que sus unidades productivas desarrollen habilidades que les permitan aumentar su productividad, eficiencia y sean sostenibles en el tiempo, con el fin de tener más clientes, acceder a nuevos mercados y aumentar sus ventas.
Por su parte, Hernán Ceballos, gerente general de Colombia Productiva, señaló que “son siete comercializadoras beneficiadas en siete municipios que han sido afectados por el conflicto. Estas se encuentran en los departamentos de Arauca, Nariño, Tolima, Valle del Cauca, Boyacá y Norte de Santander. En total son 722 beneficiarios, de los cuales 480 son víctimas del conflicto”.
Los beneficiarios están recibiendo herramientas para mejorar sus negocios y aumentar su productividad y comercialización, entre las que se encuentran equipos y maquinaria, herramientas, apoyo económico para la obtención certificaciones y/o registros sanitarios o de calidad, software y tecnología.
Para el director ejecutivo (e) de la Fundación Promigas, Jaime Giraldo, esta iniciativa que apoya a productores de los territorios de las empresas GdO y Promioriente “además de impulsar los negocios, en el marco de esta gran alianza le apuntamos a fortalecer el tejido social, especialmente las unidades lideradas por mujeres víctimas del conflicto. Así seguimos generando PROgreso y dejamos una huella social en las comunidades”.
Carlos Callejas, director ejecutivo de la Red Adelco, señaló durante el primer encuentro con las comercializadoras agroindustriales que “el programa busca fomentar la colaboración entre diversos actores para fortalecer las capacidades regionales, agregar valor a las cadenas productivas existentes y potenciar las iniciativas locales. Este esfuerzo se enfoca en apoyar y consolidar lo que ya se está haciendo y así contribuir a los procesos de desarrollo liderados desde los territorios”.
Las siete comercializadoras seleccionadas representan cuatro cadenas priorizadas en los departamentos, alineadas con la vocación productiva: café, cacao, piña y camarón.
Estos sectores además están ligados a las prácticas culturales locales y forman parte de su identidad territorial. La mayoría de estas organizaciones son cooperativas y asociaciones con un sólido reconocimiento y trayectoria en sus regiones.
Sus proveedores son productores ubicados en diversos municipios, incluyendo municipios PDET. Además, los productos de estas abastecen mercados locales, regionales, nacionales, y algunas cuentan con experiencia en exportación.
Siete comercializadoras beneficiadas en seis departamentos
Arauca: la comercializadora Coomprocar está ubicada en el municipio de Arauquita. Trabaja con el cacao como producto base y lo transforma en cacao seco. Esta iniciativa beneficia a 182 proveedores o productores de los cuales 154 son víctimas de la violencia.
Boyacá: la Cooperativa Agroindustrial Río Grande, ubicada en el municipio de Puerto Boyacá, en el departamento de Boyacá. Comercializa cacao seco y beneficia a 82 proveedores o productores, 37 son víctimas del conflicto.
Nariño: la Federación de Acuacultores, Fedeacuapac, se encuentra en Tumaco y es comercializadora de productos acuícolas del Pacífico colombiano. Su principal actividad económica es el camarón, el cual comercializa crudo, pelado, desvenado y congelado, así como empacado a granel con 10 % de glaseado. En esta comercializadora se benefician 150 proveedores o productores, de ellos, 77 son víctimas del conflicto.
Norte de Santander: la Asociación de productores agropecuarios luchadores por el Catatumbo, AsolucatT, ubicada en el municipio de Teorama, Norte de Santander. Su actividad económica principal se basa en la piña perolera, la cual se vende en trozos, empacada al vacío y en tortas. En esta comercializadora se benefician 73 proveedores o productores, de ellos, 57 son víctimas del conflicto.
Tolima: en el municipio de Planadas se encuentra la Asociación de Productores Ecológicos del Tolima, Asopep. Su producto base es el café, el cual comercializada en presentación tostado y molido. Aquí se benefician 77 proveedores o productores, de los cuales 32 son personas víctimas.
Tolima: la Cooperativa de Caficultores del Sur del Tolima, Cafisur, está ubicada en el municipio de Chaparral. Comercializa café tostado y molido. Esta iniciativa beneficia a 71 proveedores o productores de los cuales 64 son parte de la población víctima de la violencia.
Valle del Cauca: la comercializadora Andiorganic S.A.S. BIC, se encuentra en Cali y su actividad económica principal es a base del café. Aquí son 87 beneficiarios, 61 de ellos víctimas.
‘Comercializadoras agroindustriales más productivas’ hace parte de ‘Crecer Juntos’, la estrategia de economía popular que lidera el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, a través Colombia Productiva, y que responde a los lineamientos de la Política de Industrialización que busca el crecimiento productivo y comercial de las unidades productivas y micronegocios de la economía popular, pertenecientes a poblaciones étnicas y a víctimas del conflicto.