El futuro sigue siendo eléctrico bajo la administración Trump

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Por Hamish Chamberlayne, gestor de carteras, de Janus Henderson Investor

¿Es un momento interesante para invertir de forma sostenible?

Los titulares dibujan un panorama sombrío para los inversores centrados en la sostenibilidad. Un informe de la Organización Meteorológica Mundial señaló que los principales indicadores climáticos (el calor de los océanos, el aumento del nivel del mar, la pérdida de mares antárticos y el retroceso de los glaciares) alcanzaron niveles récord en 2023 y se confirmó que fue el año más caluroso registrado. Es probable que estos récords se vuelvan a batir una vez que se disponga de los datos de 2024, dado que las emisiones mundiales de CO2 relacionadas con la energía no han dejado de aumentar aún, según datos de la Agencia Internacional de la Energía.

Además, se prevé que el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca afectará negativamente a la acción climática debido a sus políticas contrarias a la energía limpia a corto plazo. Sin embargo, a pesar del pesimismo del mercado y de la expectativa comprensible de que se producirá un retroceso en los temas de inversión vinculados a la sostenibilidad, creemos que, si la historia nos sirve de guía, podríamos estar acercándonos a un momento interesante para invertir.

La economía impulsará la transición

Todos podemos recordar el entorno imperante del mercado en 2016, cuando Trump entró en la Casa Blanca por primera vez. Ese año hubo un “Trump trade” similar en el que muchas inversiones relacionadas con la sostenibilidad se quedaron rezagadas. Sin embargo, esto allanó el camino para obtener algunas rentabilidades sólidas, siendo 2017, 2019 y 2020 algunos de los años de mayor éxito para las oportunidades de inversión sostenible.

Aunque el crecimiento de la inversión en energías renovables probablemente se frene en EE. UU. bajo la administración Trump, no creemos que retroceda. Muchos estados republicanos se benefician de la inversión en renovables, y la energía eólica y solar a gran escala siguen representando las formas de electricidad menos costosas, incluso sin desgravaciones fiscales o subsidios. También es importante señalar que durante el primer mandato de Trump en el Despacho Oval, la inversión en energía solar y eólica aumentó.

El informe World Energy Outlook 2024 de la AIE también señaló que las emisiones mundiales previsiblemente tocarán techo en todos los escenarios de transición, incluso en aquellos sin subsidios, como el Escenario de Transición Económica (ETS), antes de 2030, aunque la rapidez con la que disminuyan después varía enormemente. De hecho, la inversión en energía limpia se acerca rápidamente a los 2 billones de dólares anuales, casi el doble de los fondos destinados a nuevos proyectos de petróleo, gas y carbón. Además, una vez superada la pandemia, los costes de las tecnologías limpias están volviendo a bajar.

El futuro es eléctrico

China lidera el mundo en producción de energía limpia al fabricar más del 80% de los módulos solares fotovoltaicos y celdas de batería de vehículos eléctricos del mundo, según datos de la AIE. En 2023, su capacidad de producción de energía solar fotovoltaica superó los 850 GW, dejando pequeñas a las instalaciones mundiales, que producen 425 GW, mientras que su capacidad de producción de baterías se disparó hasta los 2.140 GWh, superando con creces la demanda mundial situada en alrededor de 870 GWh. Esta enorme capacidad consolida el papel de China en su apuesta por un sólido despliegue nacional de tecnologías renovables.

A pesar de los titulares sobre la decisión de Estados Unidos de retirarse del Acuerdo de París (otra vez) y la reducción de los subsidios, el tirón de la electrificación, la digitalización y la descarbonización se mantiene firme. La postura de Trump a favor del crecimiento y las empresas, incluida la reducción de impuestos, probablemente impulse la inversión empresarial y la demanda de los consumidores, lo que crearía un entorno favorable para la renta variable. Además, si la inflación regresara, podría alentar aún más las inversiones en eficiencia y productividad.

Por otro lado, la energía limpia es solo uno de los diez temas de desarrollo sostenible en los que invertimos, con una asignación porcentual específica. Nuestra exposición abarca temas medioambientales y sociales al centrarse en habilitadores como los semiconductores, la infraestructura eléctrica y los proveedores de componentes electrónicos.

Temor frente a realidad

Reflexionando sobre el primer mandato de Trump, los temores no se corresponden con la realidad. A pesar de las posibles medidas negativas en materia de ASG y sostenibilidad, no prevemos efectos significativos. Las empresas operan con plazos superiores a cuatro años, por lo que probablemente mantendrán su compromiso con la sostenibilidad.

Nuestra prioridad es invertir en empresas que no dependan de los subsidios del Gobierno, al reconocer que la sostenibilidad debe ser económicamente viable por sí misma. Al centrarnos en las empresas que ofrecen bienes y servicios valiosos para el planeta y las personas, creemos que aún existen grandes oportunidades para seguir acumulando riqueza en diversos contextos políticos cuando se evalúan desde la óptica adecuada.