Bogotá, 11 de marzo de 2025
El Gobierno nacional, a través del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS), emitió la Resolución 0239, un instrumento clave que redefine las estrategias de conservación del páramo de Santurbán, entre los departamentos de Santander y Norte de Santander, uno de los ecosistemas más importantes de Colombia y fuente de agua para más de dos millones de personas y hogar de múltiples especies endémicas.
Esta medida surge en respuesta a la creciente presión ambiental sobre el territorio y busca garantizar su preservación a largo plazo, protegiendo tanto los recursos hídricos como la biodiversidad única que alberga.
El páramo durante años ha sido escenario de conflictos socioambientales debido a la minería y otras actividades humanas que han puesto en riesgo su equilibrio ecológico. Frente a esta situación, el Gobierno nacional con la Resolución 0239 establece nuevas disposiciones orientadas a proteger el ecosistema y fomentar un desarrollo sostenible en la región.
Delimitación basada en estudios científicos
Uno de los aspectos más relevantes de la resolución es la actualización de la delimitación del páramo, basada en estudios técnicos y científicos recientes. Según el documento, “La delimitación del área protegida se ajustará conforme a los estudios técnicos más recientes, priorizando la protección de las fuentes hídricas y las especies endémicas”. Esta decisión responde a la necesidad de definir con precisión los límites del ecosistema para optimizar su manejo y reducir las áreas de conflicto.
Con esto, la “zona de reserva de recursos naturales renovables (comprendida por 75.344 hectáreas) de carácter temporal” quedó delimitada en el costado occidental del macizo de Santurbán, en jurisdicción de los municipios de Suratá, Matanza, California, Vetas, Charta, Tona y Bucaramanga del departamento de Santander sobre las cuencas hidrográficas de los ríos Alto Lebrija y Cáchira Sur”, señala la resolución.
La nueva delimitación permitirá identificar con mayor exactitud los sectores de alta vulnerabilidad ambiental, facilitando así la implementación de medidas de restauración y conservación. Además, establece zonas de amortiguamiento donde se promoverán actividades productivas sostenibles, orientadas a minimizar el impacto sobre los ecosistemas.
Prohibición de actividades extractivas y regulación del uso del suelo
Otro punto clave de la resolución es la prohibición de actividades extractivas de mediana y gran escala dentro de los límites del páramo.
El documento establece que, mientras esté vigente la zona de reserva “las autoridades mineras y ambientales competentes, en virtud del principio de precaución, no podrán otorgar nuevas concesiones mineras, contratos especiales de exploración y explotación ni cualquier otro tipo de contrato sujeto a regímenes especiales, así como nuevos permisos o licencias ambientales para la exploración o explotación de minerales, hasta tanto se desarrollen los estudios que conlleven a la protección y conservación de los recursos naturales renovables”
Lo anterior, aclara la norma, “sin perjuicio de autorizaciones temporales para el aprovechamiento de materiales de río, de que trata el artículo 116 de la Ley 685 de 2001”, el cual se refiere al uso para construcción, reparación, mantenimiento y mejoras de las vías públicas nacionales, departamentales o municipales mientras dure su ejecución.
La medida exime a los proyectos, obras o actividades de minería que cuenten con título minero, instrumento técnico minero e instrumento ambiental vigentes.
En cuanto a la minería a pequeña escala o artesanal, la norma fija que “los titulares mineros tradicionales de proyectos de pequeña escala, es decir, con un área menor a 150 hectáreas o que su volumen de explotación corresponda a pequeña minería, que, teniendo título minero, no cuenten con licencia ambiental, podrán continuar o adelantar el trámite respectivo ante la autoridad ambiental regional, la cual deberá valorar los impactos acumulativos y sinérgicos de la actividad”.
Adicionalmente, la resolución contempla restricciones para actividades agropecuarias intensivas, promoviendo prácticas agrícolas sostenibles que respeten los ciclos naturales del ecosistema. Se impulsarán programas de reconversión productiva para que las comunidades campesinas puedan desarrollar modelos de producción compatibles con la conservación del páramo.
Según la resolución, “las actividades agrícolas, pecuarias, de turismo, vial, salud, educación, financieras y demás, así como los procesos de actualización o ajuste de los instrumentos de ordenamiento territorial, podrán continuar los trámites con normalidad”.
Plan integral de restauración ecológica
Conscientes del daño ya causado en ciertas áreas del páramo, las autoridades han diseñado un plan de restauración ecológica que incluirá la reforestación con especies nativas, la recuperación de humedales y la restauración de zonas de recarga hídrica. Según la resolución, “Se implementarán programas de restauración activa y pasiva en las áreas degradadas, priorizando la conectividad ecológica y la recuperación de los servicios ecosistémicos”.
Este plan será ejecutado en fases y contará con la participación de universidades, centros de investigación y organizaciones comunitarias, garantizando así un enfoque integral y adaptado a las particularidades del territorio.
Participación de las comunidades locales
Uno de los pilares de la nueva estrategia de conservación es la participación activa de las comunidades que habitan en el área de influencia del páramo. La resolución establece la creación de mesas de trabajo y espacios de diálogo donde las comunidades podrán incidir en las decisiones sobre el manejo del ecosistema.
En palabras del Ministerio: “El conocimiento ancestral y la relación histórica de las comunidades con el páramo serán fundamentales para garantizar la sostenibilidad de las medidas adoptadas”.
Asimismo, se impulsarán programas de educación ambiental y fortalecimiento de capacidades locales para que los habitantes del territorio se conviertan en guardianes del páramo.
Hacia un modelo de desarrollo sostenible
La Resolución 0221 no solo busca proteger el páramo, sino también sentar las bases para un modelo de desarrollo sostenible en la región. Se promoverán iniciativas de turismo ecológico, producción de bienes sostenibles y proyectos de investigación que permitan aprovechar los recursos del páramo sin comprometer su integridad.
Este enfoque integrador refleja un cambio en la política ambiental del país, orientado a encontrar un equilibrio entre la conservación de los ecosistemas estratégicos y el bienestar de las comunidades locales.
Con la expedición de esta resolución, el Gobierno del presidente Gustavo Petro reafirma su compromiso con la protección de los páramos como ecosistemas esenciales para la regulación hídrica y la biodiversidad del país.
(Con información del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible)