Mayo Clinic impulsa la donación en vida y revoluciona el tratamiento renal

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En Colombia, se estima que alrededor de 3,5 millones de personas presentan algún grado de daño renal y entre julio de 2022 y junio de 2023, se registraron 991.212 casos de Enfermedad Renal Crónica, de los cuales el 4,08% correspondía al estadio 5, la fase más avanzada de la enfermedad.

La diálisis sigue siendo el tratamiento más común en el país, aunque limita la calidad de vida y puede prolongarse por años.

Mayo Clinic propone un cambio radical: realizar trasplantes antes de que los pacientes colombianos lleguen a etapas críticas, evitando la diálisis.

Bogotá D.C, abril 2025. —  Uno de los métodos más conocidos para tratar a personas con enfermedad renal avanzada  ha sido la diálisis, un procedimiento que elimina los desechos de la sangre mientras los pacientes esperan, durante años, un riñón de un donante fallecido.

Sin embargo, especialistas de Mayo Clinic, como el Dr. Mikel Prieto, cirujano especializado en trasplante,  y su equipo están promoviendo un enfoque diferente: el  trasplante preventivo. Esta alternativa permite que personas con enfermedad renal avanzada reciban un riñón de un donante vivo antes de que sus propios riñones se deterioren al punto de requerir diálisis.

La enfermedad renal crónica afecta a aproximadamente 1 de cada 10 personas en el mundo y es responsable de millones de muertes anuales, según la Sociedad Internacional de Nefrología.

En Colombia, la Asociación Colombiana de Nefrología estima que alrededor de 3,5 millones de personas presentan algún grado de daño renal. Por su parte, la Cuenta de Alto Costo (CAC) reportó que, entre julio de 2022 y junio de 2023, se registraron 991.212 casos de ERC. Del total, el 4,08% correspondía al estadio 5, la fase más avanzada de la enfermedad. Bogotá y la región Pacífica concentraron la mayoría de los casos (21,01% y 21,33%, respectivamente), y el 58,49% de los pacientes diagnosticados fueron mujeres.

Los riñones filtran desechos y líquidos de la sangre, y ayudan a controlar la  presión arterial. Cuando su función se deteriora progresivamente, como ocurre en la enfermedad renal crónica, se acumulan sustancias dañinas en el cuerpo. Tradicionalmente, la diálisis ha sido el paso siguiente en estos casos.

La diálisis elimina los desechos y líquidos adicionales de la sangre, restaura los niveles de electrolitos (ayuda a que los músculos, el corazón y el cerebro funcionen bien) y ayuda a controlar la presión arterial. Dependiendo del tipo, la diálisis se puede realizar en casa o en un centro de diálisis.

Si el paciente es candidato para un trasplante de riñón, la diálisis puede ser un puente hacia el trasplante. La diálisis puede durar horas y realizarse varias veces a la semana, lo que a menudo requiere cambios significativos en el estilo de vida y restricciones dietéticas. La diálisis puede ocurrir durante años si un paciente está esperando un riñón de un donante fallecido.

Aunque la diálisis puede prolongar la vida, no siempre garantiza una buena calidad de vida, señala el Dr. Mikel Prieto, cirujano de trasplantes de Mayo Clinic. Muchos pacientes se sienten mal la mayor parte del tiempo y solo un pequeño porcentaje logra mantener una vida activa. Además, con el paso del tiempo, el cuerpo se deteriora: tras varios años en diálisis, los vasos sanguíneos pueden envejecer prematuramente, lo que refuerza la necesidad de buscar alternativas que reduzcan su uso.

Una de esas alternativas es el trasplante de riñón a partir de donantes vivos. Estos donantes pueden ser familiares, amigos o incluso personas anónimas. Si no son compatibles directamente con el receptor, pueden participar en cadenas de donación pareada, donde se intercambian donantes entre pares para lograr compatibilidad. Este sistema ha permitido ampliar el acceso a trasplantes y mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes.

“Normalmente, a menos que sea realmente difícil de compatibilizar, encontraremos un riñón compatible para usted en unas pocas semanas o de dos a tres meses,” explica el Dr. Prieto. “Cuando venga para una evaluación de trasplante, le preguntaremos si tiene o podría tener un donante en vida. Si no es así, le explicaremos cómo encontrar uno.”

Existen otras ventajas potenciales en las cadenas de donantes: El donante en vida y el receptor del riñón, que suelen ser cónyuges o familiares cercanos, pueden ser los cuidadores del otro después de la cirugía. La participación en cadenas separadas de donantes y receptores puede garantizar que sus cirugías no ocurran al mismo tiempo.  

Los campus de Mayo Clinic en Arizona, Florida y Minnesota tienen una sólida experiencia en trasplantes de riñón de donantes vivos y en cadenas de donación pareada. En la sede de Minnesota, aproximadamente la mitad de los pacientes reciben un riñón de un donante vivo antes de que su función renal se deteriore al fdpunto de requerir diálisis, explica el Dr. Mikel Prieto, cirujano de trasplantes de esa institución.

El Dr. Mikel Prieto enfatiza la importancia de planificar con anticipación, ya que muchas personas saben con años de antelación que necesitarán un trasplante o diálisis. Explica que el momento ideal para intervenir es cuando la función renal cae entre el 20 % y el 10 %, antes de que el paciente deba iniciar diálisis. “Eso es lo que llamamos un trasplante preventivo”, señala. “Si logramos sincronizar el tiempo correctamente, podemos realizar el trasplante y evitar la diálisis de manera completa”.

El Dr. Prieto y Mayo Clinic son pioneros en la donación de riñones en vida, la donación pareada y las cadenas de donantes. En los EE. UU., el Registro Nacional de Riñones facilita la donación de riñones en vida y las cadenas de donantes. Mayo Clinic es una institución miembro, y el Dr. Prieto forma parte de la junta asesora médica del registro.

Muchos de los pacientes del Dr. Mikel Prieto padecen enfermedad poliquística renal autosómica dominante, una condición hereditaria que provoca el crecimiento de múltiples quistes en los riñones, llevándolos a agrandarse, causar insuficiencia renal y generar molestias físicas severas como dificultad para respirar, comer o incluso moverse, además de sangrados e infecciones frecuentes. Tradicionalmente, estos pacientes se sometían a varias cirugías: extirpación de los riñones, diálisis y, finalmente, trasplante.

Para evitar este proceso, el Dr. Prieto desarrolló una técnica quirúrgica que permite, en una sola operación, extraer los riñones agrandados por laparoscopia y trasplantar un nuevo riñón, generalmente de un donante vivo. Esta intervención mínimamente invasiva evita la diálisis y reduce complicaciones posoperatorias. “En muchos casos, los riñones son tan grandes que las personas no pueden ni agacharse o atarse los zapatos”, señala el especialista.

Actualmente, su equipo también investiga cómo ofrecer riñones con compatibilidad casi perfecta, con el objetivo de reducir la necesidad de inmunosupresores y mejorar los resultados a largo plazo.

“En muchos casos de enfermedad poliquística renal, los riñones son tan grandes que se vuelven muy incómodos,” dice el Dr. Prieto. “Las personas no pueden atarse los zapatos. No pueden agacharse. Comen y se sienten llenas muy rápidamente. Incluso respirar a veces puede ser difícil. Además, los riñones pueden sangrar de manera crónica, lo que lleva a los pacientes a ser hospitalizados debido a dolores intensos, sangrados o infecciones.”

Ahora, él y sus colegas están comenzando a explorar una nueva frontera: Buscar dar a los pacientes riñones que sean una coincidencia tan perfecta que sus cuerpos tengan mucha menos probabilidad de rechazarlos, disminuyendo la necesidad de tomar una alta dosis de medicamentos inmunosupresores

“Queremos dar a los pacientes riñones que nunca rechazarán,” afirma el Dr. Prieto.