Colombia abre su temporada de vacaciones con una invitación clara: viajar de forma responsable, respetuosa y transformadora. El país está más conectado, los destinos más preparados y las comunidades más activas que nunca.
En este nuevo ciclo turístico, el propósito es hacer del turismo una herramienta ética para el desarrollo territorial, el cuidado de la vida y la construcción de paz.
Las proyecciones del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo apuntan a un crecimiento sostenido del turismo nacional e internacional. Se espera que en junio lleguen cerca de 581.000 visitantes no residentes, un 6 % más que en el mismo mes de 2024. Además, se prevé un incremento del 7,6 % en el tráfico aéreo interno y del 8 % en los desplazamientos terrestres, lo que confirma que los colombianos le siguen apostando a sus raíces.
Para esta temporada, se proyecta un gasto turístico de 929 millones de dólares, que pueden significar cerca de $25.600 millones de pesos en ingresos por cuenta de impuesto al turismo, que se traducirá en inversiones dirigidas a consolidar un turismo competitivo, inclusivo y profundamente comprometido con el bienestar de las comunidades anfitrionas.
“El turismo trasciende su dimensión económica: constituye una vía para la reconstrucción simbólica del país, un ejercicio de reencuentro con nuestra identidad plural, resiliente y profundamente bella. En su despliegue, permite el reconocimiento del otro, dignifica los saberes y oficios que sostienen la vida en los territorios y convierte cada desplazamiento en una experiencia de memoria, de diálogo y de construcción de paz. En el Gobierno del Cambio concebimos el turismo no como una fuerza extractiva o excluyente, sino como una apuesta ética por el cuidado: un turismo que protege, que integra y que honra la diversidad que somos”, afirmó la ministra de Comercio, Industria y Turismo, Diana Marcela Morales.

Colombia avanza hacia un modelo turístico que:
- Respeta los ritmos y saberes de los territorios.
- Reconoce las comunidades como anfitrionas activas, no como espectadoras.
- Defiende los ecosistemas y promueve prácticas sostenibles.
- Construye oportunidades dignas en zonas rurales, étnicas y ambientalmente sensibles.
Tres formas de vivir a Colombia con sentido
Desde el Ministerio y FONTUR, esta temporada se organiza en torno a tres grandes experiencias pensadas para viajar con la conciencia despierta y el corazón abierto.
1. Escapadas cercanas
A menos de cuatro horas de las grandes ciudades, estos destinos ofrecen aire limpio, historia viva y paisajes que reconcilian. Honda, Barichara, La Mesa, Santa Fe de Antioquia… nombres donde caben el descanso, la arquitectura patrimonial, las caminatas sin afán y los encuentros con lo sencillo, lo bello y lo necesario. Aquí el turismo es reencuentro con la pausa y la memoria.
2. Destinos imperdibles
Son los clásicos que siempre vuelven, pero ahora con una mirada distinta: más comprometida, más humana. San Andrés, con sus siete colores y el alma raizal que lo sostiene; La Guajira, donde el desierto canta en wayuunaiki y resiste al olvido; el Pacífico colombiano, ese universo de selva y mar donde cada año las ballenas yubarta migran miles de kilómetros para dar vida, como si supieran que este lugar no es cualquier lugar, sino santuario. Estos destinos exigen un turismo que no solo admire, sino que proteja.
3. Destinos de temporada
Colombia entra en modo fiesta y lo hace con celebraciones que son puro patrimonio vivo. Aquí señalamos cinco que no solo atraen: transforman. Todas están alineadas con principios de sostenibilidad, identidad cultural y participación comunitaria.
- Festival Folclórico Colombiano – Ibagué (hasta el 30 de junio) Danzas, tiples, gaitas y tambores en una ciudad que honra su título de Capital Musical de Colombia.
- Reinado Nacional del Bambuco – Neiva (hasta al 30 de junio) Tradición, carrozas y rajaleñas en el corazón del Huila.
- Festival Nacional de la Cumbia – El Banco, Magdalena (27 al 30 de junio) Donde nació la cumbia, la música se hereda y la fiesta se respira.
- Fiestas del Mar – Santa Marta (25 al 29 de julio) La bahía más hermosa de América se llena de cultura, náutica, gastronomía y belleza natural.
- Festival Yuruparí de Oro – San José del Guaviare (28 al 31 de julio) Un canto a la selva profunda, a las comunidades indígenas y a la diversidad amazónica.



Además, estos territorios se alinean con las 43 Rutas Turísticas Seguras, una política de Estado que promueve un turismo seguro, respetuoso y transformador, alineado con la campaña “Colombia, el País de la Belleza”.
Esta temporada es una oportunidad para elegir el tipo de país que queremos ser. Viajar por Colombia no puede ser solo un privilegio: debe ser un acto de cuidado, de reconocimiento mutuo y de esperanza.
La invitación es a recorrer el país con responsabilidad, con amor por lo local y con la certeza de que cada viaje puede ser un paso hacia la paz, la justicia ambiental y la belleza compartida.