La hospitalidad como vehículo de movilidad social

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Cada mañana, recuerdo la suerte de trabajar en un sector privilegiado. La hotelería es una industria que desde siempre se ha centrado en cuidar a los demás. Pese a las sucesivas crisis sigue creciendo a largo plazo, renovándose de manera constante y creando momentos que promueven el encuentro y la interacción.

De hecho, el 2020 y pese a la situación sanitaria, la industria de viajes y turismo representó 300 millones de puestos de trabajo en todo el mundo: 1 de cada 10 a nivel global. 

Lo admito, nuestro sector no es perfecto, pero posee una cualidad difícil de encontrar en otras industrias: ser un increíble motor de movilidad social. ¿O acaso algún otro nicho de negocio permite comenzar como mucama en un hotel y ascender hasta el Comité Ejecutivo de un grupo internacional?.

Por ejemplo, en Accor, Heather McCrory, quien ahora dirige nuestra región de América del Norte y Central, comenzó su carrera como mucama en Fairmont Banff Spring. Y en Mama Shelter, contrataremos a un mixólogo según su capacidad para conectarse con el cliente, no solo por su conocimiento de los cocktails. Para lograr este éxito se precisan habilidades esenciales como la dedicación, excelencia, atención al detalle y profesionalismo. Pero también, iniciativa, autonomía, espíritu empresarial y audacia.

Lo anterior es un valor tremendamente importante, sobre todo hoy que atravesamos el desafío de la recuperación, en medio de una tasa de desempleo del 14,4% en el país. Cifra recolectada por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) para el mes de junio de 2021, lo cual representó una reducción de 5,4 puntos porcentuales comparado con el mismo mes del 2020.

Así que reconocer el valor y el talento de cada individuo disponiendo posibilidades de desarrollo, no sólo empodera a colaboradoras y colaboradores a tomar el control de su propio crecimiento laboral, sino también contribuye  a reactivar el sector y la economía.

Para que ello ocurra de manera orgánica, es fundamental que nosotros los empleadores garanticemos que cada persona que ingrese al mundo de la hospitalidad pueda aportar su propia personalidad, historia, cultura y religión, pues la expresión del talento solo se da en ambientes que valoran la diversidad y la inclusión. De hecho, más del 34% de nuestros gerentes de hoteles ahora son mujeres. Estamos orgullosos de que estos roles, que históricamente se consideraban profesiones masculinas, tengan cada vez más equilibrio de género y estamos tomando medidas para impulsar aún más la igualdad de las mujeres en todos los niveles.

La hospitalidad se trata de confiar en sí mismo y de cuidar a  los demás. De propiciar un mundo acogedor y nutritivo que genera círculos virtuosos que contribuye al desarrollo del sector y de las sociedades.

Todo lo que hacemos en Accor viene del corazón. Por ello, cada uno de nuestros empleados es un “Heartist®”, lo que significa que siempre ponemos a las personas al centro de lo que hacemos. Cuidando del resto para soñar, empujar los límites y crear nuevas sensaciones e inspirar experiencias.

Por Franck Pruvost, COO de Accor para países hispanos