Venecia se ha acostumbrado a lo largo de los años a lidiar con severas inundaciones. La conocida como marea alta ha causado estragos en la ciudad durante los meses de otoño e invierno.
Un ejemplo reciente fueron las que tuvieron lugar en noviembre de 2019 y causaron daños por valor de millones de euros.
Sin embargo, lo que no es habitual es a que el agua inunde la urbe en pleno verano. Es exactamente lo que ha ocurrido este 8 de agosto, aunque la crecida no ha sido importante (aproximadamente un metro de altura en la plaza de San Marcos) y los viandantes han podido seguir su vida sin excesivas complicaciones.
En este sentido, el cambio climático se muestra como uno de los principales enemigos de Venecia y sus efectos se hacen sentir. El aumento del nivel del mar, mareas cada vez más altas y el hundimiento del suelo juegan en contra del futuro de la ciudad.
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