Tres casas museos de la Florida entraron en la lista de mansiones extraordinarias de Estados Unidos que fueron descritas con adjetivos como “hermosas”, “deslumbrantes, “magníficas” y “encantadoras” en las reseñas de viajeros en TripAdvisor, según una investigación conducida por el sitio web de muebles y artículos del hogar Living Cozy.
Destacan por sus extraordinarios jardines, por una arquitectura de lujo, a veces ajena a los estilos predominantes en la Florida, y una vez fueron el hogar de estadounidenses famosos, millonarios, coleccionistas de arte y un poco excéntricos.
La casa museo más bonita de Estados Unidos es The Biltmore Estate, en Asheville, North Carolina, la mansión de los Vanderbilt, de 250 habitaciones y 43 baños. Diseñada por Richard Morris Hunt –el arquitecto de la Gilded Age y de muchas mansiones de la Quinta Avenida neoyorquina–, la residencia privada más grande del país, sigue el estilo de un castillo renacentista francés y fue inaugurada la Nochebuena de 1895. Si espectacular es el edificio, aún más lo son los jardines, diseñados por el arquitecto paisajista Frederick Law Olmsted, responsable del Central Park de Nueva York.
Vizcaya, la joya de Miami
En segundo lugar de la lista se ubica Vizcaya Museum and Gardens, la mansión junto a la Bahía de Biscayne en Miami construida en los años 1920 por el multimillonario y coleccionista de antigüedades James Deering, heredero de la fortuna Deering-McCormick International Harvester.
Concebida como una villa italiana del siglo 18, pero con todos los aditamentos modernos dela época, como elevadores, sistema de aspiración central, lavandería parcialmente automática y generadores, la casa tiene el encanto extraordinario del paisaje, porque está ubicada en un pequeño bosque de mangles, con vistas a la bahía y a una edificación de piedra en forma de barco que sirve como centro para hacer fiestas.
Sus jardines, con parterres y estatuas, también destacan como remanso de paz en medio de una ciudad como Miami, que ha multiplicado sus edificios en menos de una década.
Casa Museo de Hemingway en Key West
La casa de Ernest Hemingway en Key West ocupa el tercer puesto de la lista. Uno de los lugares favoritos de peregrinación de los turistas que visitan la Florida, y en especial Los Cayos, la casa construida en 1851 en estilo colonial francés fue el hogar del escritor norteamericano en los años 1930 junto a su segunda esposa, Pauline Pfeiffer, quien dirigió la restauración de la vivienda. Allí Hemingway escribió los relatos Las nieves del Kilimanjaro, La breve vida feliz de Francis Macomber, Verdes colinas de Africa y la novela Tener y no tener; también Islas en el Golfo, cuyo manuscrito se encontró en el garaje y se publicó póstumamente.
Una casa desenfadada, sin el carácter pretencioso de mansión de lujo de otras incluidas en la lista, la residencia de Hemingway fue por mucho tiempo la más grande de Key West. También tiene una piscina que cuando fue construida por orden de Pfeiffer, costó $20,000, una fortuna para la época, considerando que el matrimonio compró el inmueble por $8,000.
Además de los gatos de seis dedos que duermen en bancos y esquinas del jardín, y que se dice son descendientes de los gatos de Hemingway, la casa destaca por el estudio del escritor, construido sobre el garaje. Aunque este solo se puede ver desde la puerta, porque no dejan entrar, ofrece un viaje al mundo íntimo del escritor y una ventana privilegiada a su proceso de creación.
Aunque la casa de Hemingway en Key West no es su mejor residencia, y tiene pocos objetos y muebles que fueron suyos, y además hay que reconocer que no se compara con la casa del Premio Nobel en Cuba, Finca Vigía, hay una misteriosa atmósfera de autenticidad en ese lugar donde es adorado.
En cada esquina de Key West, el hombre que escribió sobre París, sobre España, sobre toros, guerras, sobre el mar, el coraje y la ausencia de este, parece sentirse a gusto. Allí no es un fantasma, sino que se pasea cómodo en ropa de lobo de mar, colorado, gigante, bebedor y dispuesto a irse siempre cuando pase el próximo amor.
La casa de la calle Whitehead, junto al barrio bahameño, permaneció como propiedad del escritor hasta su suicidio en 1961, unos años después sus hijos la subastaron por $80,000 y la familia que la compró la convirtió en un museo en 1964.
La residencia de Ringling junto a la Bahía de Sarasota
La otra residencia de la Florida en la lista se ubica en el noveno lugar y es Ca’ d’Zan, la casa de John Ringling, uno de los hermanos creadores del imperio de circo, y su esposa Mable.
En estilo veneciano, con toques moriscos y españoles, la residencia, junto a la Bahía de Sarasota, se terminó de construir en 1926. Impresiona sobre todo el gran salón, el Ballroom, y su techo pintado por el ilustrador húngaro Willy Pogany, con figuras de bailarines que representan diferentes países, en estilo Art Nouveau.
También destaca el jardín de rosas de Mable, que aun conserva muchas de las variedades que cultivó la dueña de la casa, que murió en 1929.
John Ringling siguió visitando la casa hasta su muerte en 1936, cuando pasó entonces como legado del matrimonio Ringling al estado de la Florida, junto con The John & Mable Ringling Museum of Art, que contiene la amplia colección de arte amasada por el multimillonario y filántropo.
Hoy Florida State University administra todo el complejo, que incluye también el museo sobre la historia del circo, y una biblioteca con valiosos libros de arte de Ringling.
El resto de la lista de casas museos incluye a Hearst Castle, el castillo de William Randolph Hearst, en San Simeon, California; The Breakers, la residencia de verano de Cornelius Vanderbilt II, en Rhode Island; Monticello, la casa de Thomas Jefferson, en Virginia; Mount Vernon, la plantación de George Washington, junto al río Potomac, en Virginia; Boldt Castle, la residencia del hotelier George Boldt, ubicada en Thousand Islands, en el estado de Nueva York, y por último, Fallingwater, la Casa de la Cascada, diseñada por el arquitecto Frank Lloyd Wright, en Pensilvania.
Por Sarah Moreno
Yahoo Noticias El Nuevo Herald