Entre los desafíos a los que se enfrenta la población migrante con vocación de permanencia en Colombia, se destaca el difícil acceso a la alimentación y oportunidades de empleo.
Ante esta situación, el Programa Mundial de Alimentos (WFP, por sus siglas en inglés) de las Naciones Unidas junto a World Vision, como socio implementador, y gracias al apoyo de USAID-BHA, proporcionan asistencia con transferencias en efectivo a la población migrante, colombianos retornados y comunidades de acogida en el caribe colombiano.
Desde que comenzó la crisis migratoria en 2017, el WFP dio inicio a la asistencia de a población migrante, colombianos retornados y comunidades de acogida con acciones encaminadas a garantizar la Seguridad Alimentaria de estas poblaciones, mediante ayudas para aliviar las dificultades por las que atraviesan, y que se profundizaron aún más en 2020 y 2021 debido a la pandemia por Covid-19.
Entre octubre y noviembre de 2021, el total de personas beneficiadas por la asistencia en Barranquilla fueron 10.746, Soledad 2.399 y Santa Marta 12.957.
La mayoría de las personas asistidas, destacan que prefieren utilizar la ayuda de las transferencias monetarias principalmente para comprar alimentos, pagar arriendos y emprender en pequeños negocios para la subsistencia a largo plazo. Ahora, en la época de fin de año, han manifestado que también invertirán en la preparación de cenas de festividades.