Novak Djokovic ha afirmado que preferiría dejar de ganar trofeos de tenis antes que ser forzado a vacunarse contra la covid-19.
En una entrevista exclusiva con la BBC, el tenista aclaró que no se le debe asociar al movimiento antivacunas, pero que apoya el derecho individual a elegir.
El serbio fue preguntado sobre si estaba dispuesto a sacrificar su participación en competiciones como Wimbledon y el Abierto de Francia por mantener su postura.
“Sí, es un precio que estoy dispuesto a pagar”, respondió.
Djokovic, 20 veces ganador de trofeos Grand Slam, fue deportado de Australia el mes pasado después de que el gobierno cancelara su visa en medio de la disputa por su estado de vacunación.
El tenista, actualmente número uno del mundo, dijo haber obtenido una exención médica para entrar al país y competir en el Abierto de Australia tras haberse recuperado recientemente de la covid-19.
Sin embargo, el ministro de Migración australiano, Alex Hawke, canceló personalmente la visa de Djokovic, basándose en que su presencia podría incitar al “desorden público” y alentar el sentimiento antivacunas.
“Nunca he estado en contra de la vacunación, pero siempre he apoyado la libertad de elegir lo que metes en tu cuerpo”, le dijo a la BBC, confirmando que fue inmunizado contra otras enfermedades de niño.
“Espero seguir jugando muchos más años”
En una extensa entrevista, la primera desde su detención en Melbourne en enero, Djokovic abordó la especulación sobre su positivo por covid en diciembre y explicó su postura ante la vacuna.
Djokovic confía en que los requerimientos de vacunación en algunos torneos se modifique y espera “poder seguir jugando por muchos más años”.
También confirmó estar dispuesto a renunciar a la oportunidad de convertirse estadísticamente en el mejor tenista de todos los tiempos.
Uno de los principales rivales de Djokovic, el español Rafael Nadal, ganó en Australia su torneo número 21 de Grand Slam, el mayor registro de competiciones masculinas.
“El principio de decidir sobre mi cuerpo es más importante que cualquier título u otra cosa. Trato de estar en sintonía con mi cuerpo tanto como pueda”, respondió el tenista.
Djokovic aseguró haber sido “siempre un gran estudiante de bienestar, salud y nutrición” y que en su decisión influyó en parte el impacto positivo que el cambio en su dieta y sus hábitos de sueño había tenido en sus habilidades como atleta.
El tenista también dijo que mantenía su “mente abierta” sobre la posibilidad de vacunarse en el futuro. “Porque todos estamos intentando, colectivamente, encontrar la mejor solución posible para acabar con la covid”.
“Nunca he estado en contra de la vacunación. Comprendo que, se está haciendo un gran esfuerzo a nivel global para controlar el virus y, ojalá, acabar pronto con él”, señaló.
Djokovic es, se mire por donde se mire, un individuo notable. Fue criado entre dos guerras de la antigua Yugoslavia, por padres que vendieron el oro familiar y negociaron con usureros para financiar sus ambiciones. Habla seis idiomas con fluidez y para muchos es el mejor jugador de la historia.
Pero sobre todo, Djokovic es profundamente liberal y cree firmemente en la autonomía individual. Ha reflexionado con claridad sobre el conflicto entre bien colectivo y autonomía individual y siente que, como deportista de élite, su cuerpo es su negocio.
Dice mantener su mente abierta, pero tal y como están las cosas, no se vacunará.
¿Qué más quiere saber?
Análisis de Fergus Walsh, editor médico
En el mundo se han administrado más de 10.000 millones de dosis y alrededor de seis de cada 10 personas han recibido al menos una inyección contra el coronavirus.
Tenemos mucha información. Como cualquier medicamento, las vacunas contra la covid tienen posibles efectos secundarios, pero su seguridad es excelente.
Han salvado incontables vidas, prevenido enfermedades de gravedad y puede que también protejan contra la covid de larga duración.
Estas vacunas se implementaron en tiempo récord, pero el desarrollo de estas suele estar ligado a demoras en la financiación. Los científicos involucrados en los ensayos clínicos y los reguladores que aprobaron los compuestos no se saltaron ningún protocolo de seguridad.
Los poco frecuentes efectos secundarios aparecieron cuando las vacunas comenzaron a distribuirse a millones de personas, razón por la cual los reguladores monitorean su seguridad semana a semana.
No es fácil adivinar qué más necesita o quiere saber Novak Djokovic. Dice no tener suficiente información sobre “la vacuna” como si solo existiese una sola contra la covid. Hay muchas.
Como atleta de élite, tiene poco riesgo ante el coronavirus, pero tampoco cero. Después de todo, ya se ha contagiado dos veces.
“Contagiarse de covid no es una suerte ni es conveniente”
En su entrevista con la BBC, Djokovic también habló de la especulación sobre la secuencia de eventos que precedieron a la polémica previa al inicio del Abierto de Australia.
Algunos han sugerido que su positivo a mediados de diciembre ocurrió justo a tiempo para que se le otorgara la exención médica que le permitiría asistir al evento.
“Entiendo que hay muchas críticas y comprendo que haya gente que salga con diferentes teorías sobre la suerte que tuve o lo conveniente que resultó todo”, dijo Djokovic.
“Contagiarse de covid no es una suerte ni es conveniente para nadie. Millones de personas siguen luchando contra la enfermedad en todo el mundo. Me lo tomo muy en serio. No me gusta que haya gente pensando que he utilizado algo a mi favor para, ya sabes, obtener una PCR positiva y poder ir a Australia“.
Cuando se le preguntó si estaba al tanto de algún intento de manipular cualquiera de las pruebas de covid que había realizado —a principios de este mes, una investigación de la BBC arrojó dudas sobre el momento de su prueba positiva—, dijo rotundamente que no.
“No fue fácil”
El tenista también ofreció detalles sobre el tiempo que estuvo detenido en Melbourne mientras se resolvía su situación.
“Estaba muy triste y decepcionado con la forma en que todo terminó para mí en Australia. No fue fácil”, admitió.
Su solicitud de exención médica fue hecha de forma anónima y aceptada por dos paneles australianos independientes. Sin embargo, su documento de declaración de viaje incluía un error.
“El error en la declaración de visa no fue cometido de forma deliberada. Fue aceptado y confirmado por el Tribunal Federal y el propio ministro en el Ministerio de Inmigración de Australia”, dijo.
“Entonces, lo que puede que la gente no sepa es que no fui deportado de Australia por no estar vacunado, romper alguna regla o cometer algún error en mi declaración de visa. Todo eso fue aprobado por el Tribunal Federal de Australia y el Ministerio de Inmigración”, añadió.
“La razón por la que fui deportado es porque el ministro de Inmigración, a discreción, canceló mi visa basándose en la percepción de que yo había creado un sentimiento antivacunas en el país o la ciudad, algo en lo que estoy en completo desacuerdo”.
Reporte adicional de Steven McIntosh.
Amol Rajan – Editor de medios BBC News Mundo
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