Dos fuertes explosiones resonaron el viernes de madrugada en el centro de Kiev, la capital de Ucrania, en el segundo día de la invasión rusa de Ucrania. La noticia fue confirmada por un equipo de la CNN instalado allí, quien reportó, además, el sonido de una tercera explosión más distante.
Un asesor del gobierno ucraniano señaló a los reporteros que se trata de un ataque con misiles teledirigidos o impulsados desde el aire. Sin embargo, las fuerzas militares rusas aún no realizaron comentarios sobre las explosiones.
“Los ataques contra Kiev con misiles de crucero o balísticos se reanudaron”, afirmó el viceministro ucraniano de Interior, Anton Herashchenko, en su cuenta de Telegram.
Minutos antes, ante el temor de que esto ocurriera, le pidieron a todos los clientes de un hotel que bajen al refugio. Elisabetta Piqué, corresponsal de LA NACION, se encontraba en el lugar. Algunas horas antes debió evacuar el primer hotel en el que estaba la prensa, frente a la Plaza Maidan, porque no era seguro, para ir a otro hotel en el que estaba todo más organizado en caso de que ocurriera un nuevo bombardeo en la capital.
Los bombardeos en Kiev
“4 am en Kiev y como hay rumores, versiones, noticias de ataques o bombardeos inminentes, pidieron a todos los clientes del hotel -la mayoría desplazados ucranianos- de bajar al refugio”, explicó la periodista, quien informó que ya hay toque de queda en Kiev.
A continuación, compartió un video en el que se puede ver cómo es el refugio: un estacionamiento, en el que las personas pasan la noche, sentadas, mientras aguardan novedades. Entre los presentes, un hombre y una mujer descansan acostados en una cama.
Además, difundió otro video en la que se ve a una familia ucraniana -con un hijo de unos 8 años- cenar en una cocina que también forma parte del refugio del hotel. “Se escaparon de su casa”, contó Piqué.
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