El charlatán: un bullicioso en vía de extinción

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Dicen los estudiosos de las aves que, aunque hay miles en el mundo, algunas de sus especies están en vía de extinción.

Es más, hace un par de años celebraron la aparición en Nepal de esta especie de pájaro que se creía extinguida, luego de 172 años de no tener noticia alguna sobre la pequeña ave.

El nombre Charlatán –explica el portal argentino especializado en el tema freebirds– proviene de su costumbre de agruparse en decenas miles de ejemplares en los dormideros y del bullicio que esto genera, este hábito únicamente se observa en nuestra región. En su territorio reproductivo la especie no se concentra, se distribuye uniformemente.

David Hernández, del portal Computerhoy comentó en febrero del 2021 que casi por casualidad, una especie de pájaro que se creía extinguida, había reaparecido luego de 172 años. En concreto fue visto en un bosque de la parte Indonesia de la Isla de Borneo, y hablamos del “charlatán de cejas negras” (Malacocincla perspicillata) que se creía extinto.

El descubrimiento fue hecho por dos residentes de la provincia South Kalimantan al sur de Indonesia atraparon un pájaro que no habían visto antes, le tomaron una foto y le devolvieron al bosque. Una foto que tomaron se compartió entre ornitólogos de todo el mundo, que llegaron a la conclusión de que era el “charlatán de cejas negras”, que se creía extinguido, recordó David Hernández.

“Se estima que existen entre 50.000 millones y más de 430.000 millones de aves en el planeta Tierra. Están distribuidas en más de 10.400 especies identificadas y se cree que podrían existir 8.000 especies más aún sin identificar. Aproximadamente el 13 % del total de las especies de aves se encuentran en estado de vulnerabilidad o en peligro de extinción. Los científicos advierten que es posible que estemos ante una extinción masiva y que, si no nos esforzamos por disminuir nuestro impacto ambiental y el cambio climático, muchas de las especies que conocemos hoy en día dejarán de existir en un futuro no muy lejano”, dice Daniela Álvarez Bernard, estudiante de Biología.

En el 2016, se obtuvo también una noticia esperanzadora cuando Telesur informó  que un equipo organizado por la Sociedad de Educación del Pájaro y de la Unión Ornitológica de Nepal hallaron el ave en la zona montañosa del distrito de Chitwan.

Agregó que los ornitólogos británicos informaron el avistamiento del ave que se creía extinta, el charlatán carirrojo, en el bosque Dalakhani Chisapani Tar (norte de Nepal).

Desde 1838 los científicos no habían encontrado ninguna Liocichla con cara roja en Nepal, dijo el expresidente de la Sociedad de Educación del pájaro Basu Bidari, sin embargo, el reciente descubrimiento del pájaro reanima las esperanzas de que otras especies también pueden reaparecer en el país.

“Estábamos emocionados cuando vimos un par de Liocichla con la cara roja en el bosque. El avistamiento del ave después de más de un siglo y medio ha aumentado las esperanzas de encontrar a más de estas especies que no han sido vistas desde hace mucho tiempo”, expresó Hem Sagar Baral, gerente de la Sociedad Zoológica de Londres.

“Es una especie de ave muy tímida y solitaria, a veces se encuentra en el parque y pequeños rebaños”, dijo Baral.

El pájaro charlatán carirrojo (Liocichla phoenicea) fue visto por última vez hace 178 años en el continente asiático en países como Bangladesh, Bhután, China, India, Laos, Birmania, Nepal, Tailandia y Vietnam.

De los 878 ejemplares de aves registradas en Nepal, 167 se encuentran en peligro de extinción debido al cambio climático y la reducción de sus hábitats.

Ahora, en Taiwán pudieron tomarle fotos al charlatán de Steere es un ave endémica, cantora y sociable, que se caracteriza por un distintivo canto parecido al sonido de las campanas.

En Colombia, por fortuna, aún no se encuentra en vía de extinción y se espera que nunca lo esté.

El cambio climático, la invasión de las zonas donde habitan estos animales, la caza indiscriminada, el uso de insecticidas han ocasionado que estos millones de aves estén en peligro constantemente.

Por Guillermo Romero Salamanca