Nubes de hielo a gran altitud podrían haber mantenido lo suficientemente caliente a Marte para que desarrollara ríos y lagos, según un estudio de la Universidad de Chicago publicado este lunes por la revista Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America (PNAS).
La investigación arroja luz acerca de uno de los grandes enigmas de Marte: cómo es posible que el planeta rojo, que recibía menos de un tercio de la luz solar que disfrutamos hoy en la tierra, tuviese ríos.
La respuesta podría encontrarse en la cantidad de hielo que había en Marte, según la investigación liderada por Edwin Kite, profesor de Geofísica de la Universidad de Chicago.
Si había hielo cubriendo gran parte de Marte se crearía humedad en la superficie que favorecería nubes de baja altitud, pero estas no son suficientes para calentar demasiado los planetas, argumenta la investigación.
Sin embargo, si solo hay pequeñas áreas de hielo, como en los polos o en las cimas de las montañas, el aire en el terreno se vuelve más seco, lo que permite nubes de mayor altitud que tienden a aumentar la temperatura de los planetas a través del efecto invernadero.
“En el modelo, estas nubes se comportan de un modo diferente a como lo hacen en la Tierra. Crear modelos basados en las intuiciones de la Tierra no funciona, porque el ciclo del agua no se parece nada al de la Tierra, que mueve rápidamente agua de la atmósfera a la superficie”, señaló Kite.
La clave es que en la Tierra el agua cubre casi tres cuartas partes de la superficie y el agua se mueve de manera rápida y desigual entre el océano, la atmósfera y la tierra lo que provoca que algunas partes sean desiertos como el Sáhara y otras estén empapadas en agua como el Amazonas.
De acuerdo al modelo de Kite y su equipo, Marte tenía mucho menos agua en su superficie, de modo que cuando el vapor de agua sube a la atmósfera se mantiene allí mucho más tiempo.
“Una vez que el agua pasaba a la atmósfera marciana, estaría allí por bastante tiempo – cerca de un año – lo que crea las condiciones para nubes prolongadas de elevada altitud”, remarcó.
Kite espera que el robot Perserverance de la NASA, que actualmente recorre la superficie de Marte, pueda ofrecer más detalles al respecto analizando sus rocas y así reconstruir el pasado de la presión atmosférica en el planeta rojo.
Para los investigadores es importante entender cómo Marte ganó y perdió su atmósfera para ayudarnos a buscar otros planetas habitables ya que es “el único planeta conocido que tuvo la capacidad de desarrollar las condiciones de vida y luego las perdió”.
“La estabilidad climática de largo plazo de la Tierra es sorprendente. Queremos entender todas las maneras en las que esta estabilidad se puede quebrar y las maneras en las que se puede mantener (no solo como en la Tierra). Esta búsqueda define el nuevo campo de habitabilidad planetaria comparada”, concluyó Kite.
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