70 personas fueron capacitadas sobre biodiversidad de la Ciénaga Juan Polo

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En el marco del proyecto “Reapertura de la Boca de los Manzanillos y Revitalización de la Ciénaga Juan Polo”, 35 técnicos e ingenieros ambientales becados por la Fundación Serena del Mar, junto con jóvenes y docentes líderes del proyecto Verde Vivo de las Instituciones Educativas de Manzanillo del Mar, Villa Gloria, Tierra Baja y Puerto Rey, así como de empresas de Ecoturismo, recibieron una capacitación sobre métodos de observación de la biodiversidad del ecosistema de manglar de las ciénagas de Juan Polo y de la Virgen, con el propósito de promover el conocimiento, la apropiación social y el cuidado de este importante ecosistema.

El taller, liderado por Serena del Mar y su Fundación, en alianza con el Invemar, grupos de investigación, Química Orgánica Medicinal, Kumangui, Herpetológico Unimag, Ictiología Continental, Lazoea de la Universidad de Cartagena, la Universidad Distrital  Francisco José de Caldas, la Universidad Nacional, la Universidad del Magdalena, la Universidad del Atlántico, la Universidad de los Andes y la Fundación Universitaria Tecnológico Comfenalco; se enfocó en la diversidad de especies que habita este importante ecosistema y cómo se pueden estudiar estos diferentes grupos taxonómicos, para conocer la riqueza de especies de la Ciénaga y establecer tendencias a largo plazo.

“Desde Serena del Mar y su fundación, seguimos generando conocimiento y herramientas que le permitan a las comunidades usar de manera sostenible los recursos naturales. Colombia es uno de los países más ricos en biodiversidad y es muy importante crear conciencia de ello; este año Juan Polo cuenta nos permite por primera vez liderar una actividad de ciencia participativa, un reto que contó con la participación de 70 personas entre representantes de organizaciones no gubernamentales, universidades, comunidades y empresas de ecoturismo y esperamos que este número siga creciendo”, aseguró Isabel Mathieu, directora ejecutiva de la Fundación Serena del Mar.

A partir de este ejercicio, se generó lluvia de ideas, entre expertos de las diferentes organizaciones, comunidades y miembros de las empresas de Ecoturismo, para la construcción colectiva de lo que será el programa de Ciencia Comunitaria de las ciénagas de la Virgen y Juan Polo, que busca consolidar las jornadas de observación de biodiversidad, como un espacio único donde a través de la educación ambiental experiencial, se generen datos que permiten conocer la riqueza de las especies de la zona y establecer tendencias a largo plazo.

De acuerdo a los Censos Neotropicales de Aves Acuáticas llevados a cabo desde 2013 con el apoyo de la Asociación Calidris, el Colegio Montessori y bioconteos realizados por la Fundación Ecoprogreso entre 2014 y 2016 en las ciénagas de la Virgen y Juan Polo, se destaca que se han registrado 76 especies de aves, entre marinas, terrestres y migratorias, destacándose la presencia de la aguja canela (Limosa fedoa), el águila sabanera (Buteogallus meridionalis) y el págalo parásito (Stercorarius parasiticus) que no habían sido reportados en este humedal. Además, se han hecho registros de 28 especies de peces, destacándose la mojarra (Diapterus) y el róbalo (Centropomus), de importante valor nutricional y comercial.

En materia de moluscos, donde se han observado un total de 20 especies, el bioconteo permitió reportar la presencia de nuevo del chipi-chipi (Anomalocardia brasiliana), y el mejillón morado (Mytella), especie exótica, es decir que no es nativa de Colombia, probablemente introducida con las aguas de lastre de las embarcaciones o pegadas en los cascos de estas.

Para arácnidos e insectos se reportaron 86 especies, poniendo de manifiesto la presencia de individuos de importantes grupos polinizadores como abejas y mariposas, además de 23 especies de herpetos, 5 especies de plantas, y 16 especies de crustáceos, destacando la presencia del cangrejo (Eurytium limosum) y el briozoario (Membranipora mebranacea), un caso de comensalismo no reportado en crustáceos, ni en otros animales.

La integración con la naturaleza es un pilar fundamental de la ciudad soñada. Por eso para la Fundación Serena del Mar, promover el conocimiento de las especies que habitan el ecosistema de manglar, sin duda alguna, es un paso importante para fortalecer la relación de las comunidades con su entorno.