Irán ha estado convulsionado por protestas durante más de dos meses.
Desde que comenzaron los levantamientos, desatados por la muerte de Mahsa Amini, el régimen de Irán ha lanzado una campaña de represión. Un ambiente extremo de miedo prevalece en el país a medida que se intensifica la represión.
A pesar del miedo y la dificultad en la comunicación creada por el régimen, CNN ha recopilado testimonios exclusivos que exponen una metodología aterradora: agresión sexual perpetrada por las fuerzas de seguridad en Irán contra mujeres manifestantes y hombres que las apoyan.
Testigos presenciales dijeron a CNN que esa violencia sexual se usa para reprimir, desmoralizar y, en algunos casos, chantajear a manifestantes, muchos de los cuales son secuestrados y desaparecen en una red de prisiones y cárceles secretas.
La corresponsal de investigación internacional en jefe de CNN, Nima Elbagir, viajó a la frontera entre Irán e Iraq, donde entrevistó a varias mujeres y hombres valientes que hablaron sobre la violencia sexual sistémica contra manifestantes contra el régimen, exponiendo una cruel perversión de los alardes de tutela moral de las autoridades iraníes.
Una mujer kurdoiraní, a quien CNN llama Hana por su seguridad, dice que fue testigo y que sufrió violencia sexual mientras estaba detenida.
“Hubo niñas que fueron agredidas sexualmente y luego trasladadas a otras ciudades”, dijo. “Tienen miedo de hablar de estas cosas”, agregó.
Hana esbozó la estación de policía tal como la recuerda. Estima que entre 70 y 80 hombres y mujeres estaban juntos en un pasillo principal que accedía a cuatro salas de interrogatorio privadas. Fue en estas salas de interrogatorio, según dice a Elbagir, donde fue agredida mientras otras personas eran violadas.
CNN pudo ubicar la estación de policía a través de la descripción de Hana, la corroboración de testigos oculares y la geolocalización, utilizando puntos de referencia clave.
Muchas víctimas son hombres que apoyan a las mujeres manifestantes. Su castigo es tan severo como el de las mujeres.
En un caso, CNN recibió el testimonio en audio de un joven de 17 años que dijo que él y sus amigos fueron violados y electrocutados mientras estaban detenidos, después de ser arrestados en las protestas. Los testimonios escuchados por CNN apuntan a que la agresión sexual del menor de edad no fue un incidente aislado.
“Trajeron a cuatro hombres que habían sido golpeados, gritando intensamente en otra celda. Y uno de los hombres que fueron torturados fue enviado a la sala de espera donde yo estaba”, comentó el joven a CNN. “Le pregunté que a qué se debían todos esos gritos. Dijo que estaban violando a los hombres”, añadió.
Testimonios de testigos indican un patrón: los centros policiales se utilizan como puntos de filtración, donde los arrestados son primero interrogados y luego, en algunos casos, trasladados de un lugar a otro, y sus familias no saben dónde están detenidos. Cientos han desaparecido en esta red de prisiones y centros de detención, según grupos de derechos humanos.
De manera perturbadora, en algunos casos, las violaciones fueron grabadas y utilizadas para chantajear a manifestantes para que guardaran silencio.
Junto con la detención generalizada de manifestantes por parte de las autoridades, el apagón mediático en el país ha empeorado. El estigma asociado a las víctimas de violencia sexual agrega otra capa de secreto a lo que está pasando.
A pesar de la dificultad de investigar estas denuncias y los riesgos que corren las víctimas que las reportan, CNN ha conocido 11 incidentes —a veces con múltiples víctimas— de violencia sexual contra manifestantes en prisiones iraníes y ha corroborado casi la mitad de ellos.
A lo largo de esta investigación, CNN ha hablado con fuentes en varios puntos críticos de las protestas del país, incluidos grupos de derechos, activistas vinculados a las áreas de mayoría kurda y activistas en contacto regular con mujeres detenidas en prisiones clave.
La mayoría de los informes de violencia sexual revisados por CNN desde que comenzaron las protestas desatadas por la muerte de Amini procedía del oeste del país, donde gran parte de la región es predominantemente kurda.
Pero la violencia contra las mujeres, como las protestas, no se limitan a las zonas kurdas. A menudo se centran en lugares donde las protestas son más intensas, incluida la capital iraní, Teherán.
De vuelta en la frontera entre Irán e Iraq, aquellos que han podido cruzar a Irán recientemente dicen a CNN que la soga está apretando a los manifestantes.
Las autoridades han utilizado durante décadas la “tortura sexual” contra los iraníes y aparece, una vez más, un patrón familiar: violencia sexual desplegada para hacer cumplir una afirmación de tutela moral.
Los funcionarios iraníes aún no han respondido a la solicitud de comentarios de CNN sobre los abusos denunciados en este informe.