Señor Presidente:
En abril de 2022, en Chorrera, Atlántico, un grupo de periodistas y pensadores líderes del Caribe colombiano (Amilkar Acosta, Adolfo Meisel, Jairo Parada, Elvia Mejía, Antonio Hernández Gamarra, Weidler Guerra, Eduardo Verano, Mauricio Vasco, Gabriel Orozco, entre ellos), nos reunimos para reflexionar sobre la suerte de nuestra maravillosa región, tan llena de encantos y riquezas y tan olvidada por el poder central, aún antes de ganar nuestro país su condición de república independiente.
En esos días del “Encuentro de Casaloma” no había certeza de quién sería el nuevo mandatario de Colombia, y nuestro interés se centraba en que el documento final de esa cita pudiera servir de insumo al nuevo gobierno para sus políticas de desarrollo en el teritorio Caribe, del que usted, señor presidente, también es hijo. El texto recoge nuestros puntos de vista en relación con lo que pensamos debe ser la región que nos vio nacer, y que por sus incontables fortalezas queremos ver convertida en la más importante del país. Tiene todo para lograrlo, aunque factores diversos lo han impedido.

Con un mar que la comunica con el mundo, tierras fértiles, puertos e industrias de gran capacidad, epicentro del turismo nacional y mundial, dueña de potencialidades para la transición energética y la salvaguarda del medio ambiente, ademas de reservorio cultural de la nación, la región Caribe posee todos los pergaminos para liderar el desarrollo de Colombia. Los ha tenido siempre, pero de manera paradójica, sigue empobrecida, atrasada, débil ante las decisiones centralistas, rezagada en educación y con liderazgos adormecidos.



Desde Rafael Nuñez, a finales del siglo XIX, la costa Caribe no tenía presidente. Hoy, casi 140 años después, lo volvemos a tener. Esperamos entonces que así como el cartagenero puso los rieles para que su ciudad despertara del letargo y se alzara de las ruinas que le dejó el decimonónico, sepa usted brindarles a sus coterráneos las herramientas necesarias para mejorar sus condiciones de vida, devolverles la dignidad social perdida durante largo tiempo, romper la desesperanza anidada en la mayoría de la población marginada y víctima de las desigualdades, y lograr un desarrollo sostenible.
La “Declaración de Casaloma”, presidente Petro, que recoge las enseñanzas de las luchas por la integración y la autonomía regional, busca generar confianza y lograr las alianzas requeridas para construir los puentes de unión indispensables entre el Caribe y el poder central, representado ahora por su gobierno. Se la haremos llegar, y si en ella encuentra coincidencias sustanciales, el camino a recorrer sería más armonioso y provechoso.
Por Eduardo García Martínez
Columna publicada en https://www.eluniversal.com.co/opinion/columna/carta-abierta-al-presidente-petro-NG7855852
Vea aquí el texto completo de la Declaración de Casa Loma