Fortunato sueña en el Zoncolan y Egan Bernal da otro golpe

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El italiano Lorenzo Fortunato (Eolo Kometa) se impuso este sábado en la gran etapa del Monte Zoncolan, al tiempo que el colombiano Egan Bernal soltó otro zarpazo a la carrera tras un primer ataque del británico Simon Yates (BikeExchange). El corredor de INEOS, de esta forma, amplía su ventaja en la general respecto a todos sus rivales.

Fortunato fue el mejor de la numerosa fuga del día y logró la primera gran victoria para el equipo de la Fundación Alberto Contador. Por detrás, entre los favoritos, Bernal volvió a ser el mejor y sacó 11 segundos a Simon Yates, 39 a Damiano Caruso (Bahréin Victorious) y Giulio Ciccone (Trek), 46 al alemán Emanuel Buchmann (Bora) y casi dos minutos a un Remco Evenepoel (Deceuninck Quick Step) que parece ya desfondado.

Se esperaba que el Zoncolan descubriera las cartas de los corredores y así lo hizo, aunque hubo que esperar a que los porcentajes llegaran al doble dígito en los tres últimos kilómetros.

Hasta entonces lo poco que pasó ocurrió en el descenso de la Forcella di Monte Rest, cuando Astana tensó el grupo hasta el punto de dejar cortados a varios de los principales aspirantes.

Se formó un corte con su líder, el ruso Alexander Vlasov, con varios de sus compañeros y con Egan Bernal -más Castroviejo- y Pello Bilbao.

Tras esos primeros kilómetros de descenso todo se reagrupó, pero, por entonces, Evenepoel ya se había mostrado desnudo, señal inequívoca de lo que acabaría pasando más tarde.

Todos se unieron y eso dio una vida extra a la numerosa fuga del día, que encontró el premio gordo otra vez más.

En los primeros compases del día se marchó un grupo grande con Nelson Oliveira (Movistar), Jan Tratnik (Bahréin), George Bennett (Jumbo Visma), Bauke Mollema (Trek), el jovencísimo de 18 años Andrii Ponomar (Androni) o el gran protagonista del día, el italiano Lorenzo Fortunato.

Quiso poner ritmo por detrás Astana, con el objetivo de endurecer y preparar el terreno para un hipotético ataque de Vlasov, pero sus carencias pronto se evidenciaron.

En las primeras rampas del Zoncolan, lejos de seguir aumentando el ritmo, el equipo kazajo rebajó sus pretensiones e INEOS pasó a la cabeza del grupo. Ya en ese instante, sumergidos en porcentajes imposibles, iban por delante Tratnik y Fortunato, sobreviviendo a una subida descomunal.

Gianni Moscon, Jonathan Narvaez y Jonathan Castroviejo fueron los compañeros que Bernal puso a trabajar en los primeros kilómetros, pero el cambio de ritmo más importante lo provocó Daniel Felipe Martínez, que enfiló el grupo y sentenció a Evenepoel, al que volvió a esperar Joao Almeida.

Simon Yates, agazapado estos últimos días, fue el que buscó el movimiento más ofensivo del día. Arrancó desde lo que quedaba de pelotón para entonces y nunca miró atrás. Solamente Bernal pudo seguir su rueda, mientras Vlasov perdió comba, Buchmann fue de más a menos y Hugh Carthy (Education First) sigue naufragando ante los mejores de la carrera.

Mientras pasaba todo eso entre los mejores de la general, Fortunato le daba un golpe a la historia tras retorcerse en porcentajes superiores al 25 %.

Angustiado e incrédulo de lo lentos que pasaban los kilómetros, el italiano fue capaz de distanciar a Tratnik y cruzar, con lágrimas en los ojos, la meta en primera posición.

Contador, uno de los patrones del equipo, viajó a Italia este mismo día como si tuviese una bola de cristal. Eolo Kometa, equipo que se estrenaba en una Gran Vuelta, no pudo tener un mejor estreno.

Con las cámaras centradas en Fortunato lanzó su órdago Bernal, que aprovechó el ritmo de Yates para soltarlo ya dentro del último kilómetro y meterle once segundos más.

Así, el ciclista colombiano sale más líder del Zoncolan y ya tiene 1:33 sobre el mencionado Yates, que escala hasta la segunda plaza. Damiano Caruso, sin hacer mucho ruido, se mantiene tercero a 1:51, mientras que el ruso Vlasov es cuarto a 1:57. Más lejos, a 3:52, está el belga Evenepoel, al que la carrera empieza a pasar por encima.

Y con esta resaca, el domingo da un poco de aparente tregua la carrera, con una jornada entre Grado y Gorizia en una etapa de 147 kilómetros que esconde varias trampas en la recta final de la misma con un circuito que tiene la subida a Gornje Cerovo, un puerto de cuarta categoría pero que seguramente servirá para seleccionar la llegada final.

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