Financiar la economía popular, le pide Petro a la banca pública internacional

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Palabras del Presidente Gustavo Petro, durante la clausura de la Cuarta Edición de la Cumbre Mundial de Bancos.

Ante más de 500 representantes de los principales bancos públicos de desarrollo del mundo, reunidos en Cartagena de Indias, el presidente Gustavo Petro propu​so fortalecer el financiamiento de la economía popular, que garantiza el 80% de los puestos de trabajo, aunque no se rige por condiciones laborales formales.

Al intervenir en la clausura de la Cuarta Edición de la Cumbre Mundial de Bancos que sesionó en la Heroica –la primera en América Latina-, el mandatario recordó que en la Cumbre de París (junio 22 de 2023), surgió la propuesta de construir una nueva arquitectura del sistema financiero mundial que permita la descarbonización de la economía global y fortalecer la economía popular.

“Ese mundo vigilante, bullicioso, intenso, que se mueve todos los días por las calles, en las esquinas de las ciudades, del mundo rural donde se produce casi la totalidad de la alimentación del pueblo colombiano, es economía popular pura y simple”, explicó.

Si esa economía popular se financia en grande, no marginalmente, subrayó el presidente, puede convertirse en el principal instrumento de lucha contra la pobreza. 

Cuestionó la “guerra del raquítico capitalismo colombiano contra la economía popular” con acciones como persecuciones en las calles, detenciones. 

“Nosotros cambiamos esa idea: al fluir el apoyo del Estado, esa economía informal, que nosotros llamamos economía popular, podría ser la gran dinamizadora de la sociedad, de la economía colombiana para convertirla en instrumento fundamental de la superación de la pobreza”.

​Esa misión, precisó el jefe de Estado, ahora corresponde a la banca pública –Banco Agrario, Bancoldex-, que tendría un papel importante en una actividad contra cíclica cuando la economía se va estancando.

En ese escenario, lo público tiene dos formas: el Estado y la sociedad misma, agregó. 

“Si nos metemos en esa idea, la banca pública de desarrollo tendría que ser mucho más fuerte, tiene que ser banca de primer piso. Su función tendría que ir en dos sentidos: liderar el sistema financiero privado para llevarlo a objetivos de descarbonización, y llevar la banca central de los Estados (Emisor) a la financiación de un Plan Marshall para fortalecer proyectos de superación de la descarbonización.