La actividad digital y el comercio electrónico desempeñan un papel fundamental en la transformación de la economía colombiana y en la reducción de la brecha laboral de género.
La Cámara Colombiana de Comercio Electrónico (CCCE) subraya la importancia de la economía digital como vía para nuevas oportunidades y empoderamiento de las mujeres en todo el país.
“Según datos del Dane, aunque las mujeres representan el 51,2% de la población en Colombia, su participación en el mercado laboral es inferior al 42,5%. Esta brecha evidencia desafíos significativos en su integración laboral, a pesar de que dedican más tiempo a tareas de cuidado no remuneradas. Desde nuestra experiencia, hemos observado cómo las actividades digitales y, en particular, el comercio electrónico contribuye a cerrar esta brecha y abrir nuevas oportunidades para las mujeres”, según explica María Fernanda Quiñones, presidenta ejecutiva de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico.
La Encuesta Nacional de Uso del Tiempo (ENUT) de 2020-2021 muestra que las mujeres colombianas destinan más tiempo al trabajo no remunerado que los hombres, incluyendo tareas como el mantenimiento del hogar, el cuidado de menores y la provisión de alimentos. Este trabajo no remunerado es vital para la sociedad y representó el 16,6% del Producto Interno Bruto (PIB) colombiano en 2021, según la Cuenta Satélite de Economía del Cuidado (CSEC).
La economía digital abarca una amplia gama de sectores relacionados con la tecnología, el comercio en línea y la conectividad. Algunas formas en que estas actividades marcan la diferencia incluyen:
- Empoderamiento económico: las actividades digitales y el comercio electrónico brindan a las mujeres oportunidades para emprender, obtener ingresos y ganar empoderamiento económico. Pueden acceder a nuevos mercados, comercializar productos y servicios, superando barreras físicas y de movilidad.
- Cierre de brechas: la inclusión de las mujeres en la industria digital contribuye al cierre de desigualdades de género en el mundo laboral. Según un estudio de la Alliance for Affordable Internet, se han perdido mil millones de dólares en PIB en los últimos 10 años debido a la exclusión de la población femenina del entorno digital. Superar estas desigualdades no solo beneficia a las mujeres, sino que también fortalece la economía en su conjunto.
- Flexibilidad y conciliación: la naturaleza flexible del mundo digital permite a las mujeres equilibrar sus responsabilidades familiares y laborales. Pueden trabajar desde cualquier lugar con acceso a internet, adaptándose a sus horarios y responsabilidades no remuneradas en el hogar.
- Potencial de innovación: la inclusión femenina en la economía digital mejora los procesos de innovación y la toma de decisiones. Un mayor número de mujeres en posiciones de liderazgo promueve la diversidad de perspectivas y enriquece el tejido empresarial.
- Crecimiento regional: según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la digitalización brinda a las mujeres la posibilidad de emprender, obtener ingresos y empoderamiento económico. Además, el acceso a este tipo de oportunidades podría cerrar la brecha de género en el mundo laboral, lo que representaría un aumento del 35% del PIB, según estimaciones del Fondo Monetario Internacional.
A pesar de las oportunidades que brindan la economía digital y el comercio electrónico, existen desafíos que deben ser abordados, como las brechas en habilidades digitales, el acceso a la tecnología y la falta de representación de las mujeres en roles de liderazgo en el sector. Las mujeres enfrentan también desigualdades en el acceso y la participación en actividades en línea, como el uso de redes laborales, educativas y financieras.
“Para lograr un desarrollo económico más inclusivo en Colombia, es esencial promover políticas y programas que reduzcan las brechas en habilidades digitales y fomenten la activa participación de las mujeres en la economía digital. En 2022, con nuestra iniciativa ‘Ya Estoy Online’, proporcionamos recursos y capacitación a más de 1.032 microempresarios, de los cuales el 73,3% eran microempresas lideradas por mujeres. Estas acciones son fundamentales para garantizar igualdad de oportunidades y reconocimiento tanto en el ámbito laboral como en el doméstico, contribuyendo a un futuro más equitativo y próspero en el país”, concluye María Fernanda Quiñones, presidenta ejecutiva de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico.