La selección nacional femenina de Estados Unidos venció a Brasil en la final de la Copa Oro W del domingo con un cabezazo de la capitana Lindsey Horan .
Pero las estrellas del espectáculo, los ejes que mantuvieron unido a un USWNT inestable , fueron dos jóvenes mediocampistas que encarnan la transformación del programa posterior a la Copa del Mundo.
Korbin Albert, de 20 años, ni siquiera había usado una camiseta del USWNT cuando el equipo partió hacia Nueva Zelanda el verano pasado.
Sam Coffey lo había hecho, pero curiosamente fue ignorada en 2023 y observó desde casa cómo Estados Unidos se tambaleaba.
Ambos han sido bienvenidos al redil desde que sus mayores lucharon en Australia. Y en el momento más importante del USWNT desde la Copa del Mundo, con la presión en aumento después de una derrota por 2-0 ante México el mes pasado, la entrenadora interina Twila Kilgore se apoyó en los jóvenes.
Kilgore, quien se ha estado comunicando regularmente con la entrenadora entrante Emma Hayes , eliminó a la alguna vez imparable Rose Lavelle de su alineación titular para los cuartos de final contra Colombia . Insertó a Albert, que ha estado jugando en el PSG en Francia , y nunca miró hacia atrás.
El doble pivote de Albert-Coffey ancló una victoria por 3-0 sobre Colombia y luego navegó en una semifinal descuidada e “injugable” contra Canadá . Sin embargo, su actuación más influyente se produjo en el escenario más grandioso, frente a 31.528 fanáticos en el estadio Snapdragon de San Diego. Y a las puertas del entretiempo, Coffey, seleccionado como el XI Mejor de la NWSL con los Portland Thorns, ayudó a cambiar el partido.
Ella cargó contra un desafío en el medio campo. Ganó un duelo y soltó a Trinity Rodman por la banda derecha.
Henry Bushnell reportero senior de futbol
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