Así lo expresó el Presidente Gustavo Petro al término de una reunión con los máximos directivos de estos poderosos grupos económicos, que en el pasado han sostenido duras diferencias.
“El comienzo ya de un proceso de acuerdos a nivel nacional, que no solamente debe abarcar el mundo empresarial, sino el mundo campesino, el obrero, el juvenil, el de la provincia y el territorio excluido, el de la economía popular, buscando horizontes comunes, que en las conversaciones que hemos tenido, podrían cimentarse alrededor de la producción como el objetivo económico esencial, el constructor de la riqueza, producción agraria, agroindustrial, industrial, en las condiciones del siglo XXI, que implican muchísimo saber, conectividad, un esfuerzo de universalización de la educación superior en todo el territorio nacional, de la productividad, por tanto, de que podamos cada vez más, con el mismo esfuerzo, producir más cosas, y que nos lleva hacia una transformación del territorio en Colombia, que es el sinónimo de la paz”, dijo el Jefe de Estado al evaluar los resultados de la reunión.
Declaración del presidente Petro luego del encuentro con dirigentes de grupos empresariales
Bogotá D.C., 12 de enero de 2024?
Durante más de dos horas, hoy hemos desarrollado una reunión, en mi opinión muy interesante, resolviendo primero un tema particular, un viejo conflicto empresarial de hace varias décadas, que hoy llega a un acuerdo final, sinérgico, es decir, de mutuos beneficios para el país, para la sociedad, para cada grupo en particular: el Grupo Empresarial Antioqueño, el Grupo Gilinski, el Gobierno Nacional, rigiendo, estructurando una posibilidad que, además de suspender un conflicto, nos lleva hacia unas mejores condiciones de estabilidad para los capitales extranjeros que se han vinculado con estos grupos nacionales, que pueden traer una ampliación de la plataforma productiva en toda Colombia.
El comienzo ya de un proceso de acuerdos a nivel nacional, que no solamente debe abarcar el mundo empresarial, sino el mundo campesino, el obrero, el juvenil, el de la provincia y el territorio excluido, el de la economía popular, buscando horizontes comunes, que en las conversaciones que hemos tenido, podrían cimentarse alrededor de la producción como el objetivo económico esencial, el constructor de la riqueza, producción agraria, agroindustrial, industrial, en las condiciones del siglo XXI, que implican muchísimo saber, conectividad, un esfuerzo de universalización de la educación superior en todo el territorio nacional, de la productividad, por tanto, de que podamos cada vez más, con el mismo esfuerzo, producir más cosas, y que nos lleva hacia una transformación del territorio en Colombia, que es el sinónimo de la paz.
La paz hoy en Colombia es básicamente poder construir en esos territorios olvidados durante siglos, economías prósperas para sus habitantes. Por tanto, la paz es también equidad territorial y equidad poblacional, y esos horizontes comunes han aparecido de un diálogo y de un conflicto solucionado entre dos grupos empresariales que se le propone al conjunto del país.
Así que, se materializará a través de una normatividad, y se materializará a través de un proceso económico que ojalá sea de mucha prosperidad para toda la sociedad colombiana. Gracias.