El escritor y activista Ailton Krenak se convirtió el viernes en el primer indígena en ingresar a la Academia Brasileña de Letras mientras bailarines con tocados de plumas sacudían los rígidos protocolos de la principal institución literaria del país.
Con una pañoleta de abalorios indígenas y vestido con el tradicional traje con bordados de oro de los miembros de la Academia, Krenak bromeó sobre el “distinguido atuendo que estoy estrenando” y por sentirse un poco fuera de lugar en el seno de la institución predominantemente blanca.
Krenak, de 70 años, es conocido por una aclamada obra que fustiga los excesos del colonialismo y del capitalismo, incluida la colección de ensayos “Ideas para posponer el fin del mundo” (2019), que ha sido traducida a más de 10 idiomas.
Es el primer miembro de entre los más de 300 pueblos indígenas de Brasil en hacer parte de la Academia, equivalente a las respetadas Academia Francesa o a la Real Academia de España.
Considerada estandarte de la lengua y la literatura de Brasil, la institución con sede en Río de Janeiro es conformada por 40 miembros, conocidos como los “inmortales”, que conservan su puesto de por vida.
Krenak, que se ha destacado como escritor, periodista poeta, filósofo, activista y defensor del medio ambiente, fue elegido en octubre con 23 de 39 votos para ocupar el puesto dejado por el fallecido historiador Jose Murilo de Carvalho.
La Academia, que en ocasiones ha enfrentado acusaciones de racismo, ha empezado gradualmente a reflexionar en los últimos años en la diversidad de Brasil.
En 2022, admitió al compositor, cantante y exministro de Cultura Gilberto Gil.
Él y el escritor y académico Domicio Proenca Filho, admitido en 2006, son los primeros afrobrasileños en integrar la Academia desde su fundación en 1897 por intelectuales, incluyendo el emblemático escritor negro Machado de Assis.
Krenak prometió usar su puesto para ayudar a arrojar luz sobre las casi 200 lenguas indígenas del país.
Rememorando cinco siglos de sufrimiento indígena durante su discurso, cuestionó gestos como la disculpa emitida el martes por el Ministerio de Derechos Humanos de Brasil -la primera de este tipo por parte del gobierno- por la persecución de los pueblos nativos del país.
“Pedir perdón después significa muy poco en cuanto a reparación. La verdadera reparación es por la acción real que se debe a los pueblos originarios”, dijo.
También criticó la destrucción del medioambiente por la humanidad -o “Predador sapiens”, como llama a la especie humana-, haciendo un llamado a repensar la relación con la naturaleza.
Yahoo Noticias Agencia AFP