
La película brasileña “Ainda estou aquí” (“Aún estoy aquí”) amplió su vasto palmarés el domingo con tres Premios Platino, incluyendo el de mejor película iberoamericana y mejor dirección para Walter Salles.
La cinta, ganadora del Oscar a mejor película internacional, y Salles, hicieron historia en la 12a edición de los galardones a lo mejor de la producción audiovisual de Latinoamérica y España y Portugal al convertirse en el primer filme y el primer realizador de Brasil que se imponen en dos de las categorías más cotizadas de los Platino.
Fernanda Torres, que da vida a Eunice Paiva, la esposa del expolítico Rubens Paiva detenido en plena dictadura militar en el Brasil de 1970, sobre quienes gira el argumento, coronó la noche perfecta para la película al conquistar el premio de mejor actriz.
“Soy fruto de la cultura iberoamericana. La península Ibérica es mi segunda casa y este reconocimiento refuerza en mí el orgullo de formar parte de esta fuerza cultural”, dijo Torres en un mensaje leído por Valentina Herszage, que da vida a una de sus hijas en el filme.
“A través de Eunice Paiva revisité el horror de la dictadura que conocí en mi infancia. Esa gran brasileña, abogada, demócrata y defensora de los derechos humanos, nos enseña en el momento presente a resistir con alegría y civismo, sin doblarnos al autoritarismo”, añadió Torres.
El español Eduard Fernández fue reconocido como mejor actor del año por su papel protagónico en “Marco”, la historia real de Enric Marco, un español que se hizo pasar por prisionero de un campo de concentración en la Alemania nazi.
Marco “era como un actor en la vida: sin obra en sí, sin saber qué hacer, sin un texto (…) que no ganó un duro y que quería siempre el aplauso. Me suena. Y nos suena a muchos actores que queremos siempre el aplauso”, señaló Fernández acerca de un personaje que, además de su primer Platino, le valió el Goya en febrero. “Todos tenemos algo de ese impostor y que queremos dar una imagen y queremos hacer otra cosa”.
En televisión, una de las favoritas de la noche, la serie de producción colombiana “Cien años de soledad” — adaptación de la novela del Premio Nobel Gabriel García Márquez— fue coronada en la categoría de teleserie de ficción. Claudio Cataño, que da vida al coronel Aureliano Buendía, se hizo con el galardón a mejor interpretación masculina en miniserie o teleserie, y Jairo Camargo con el de mejor actor de reparto por encarnar a Apolinar Moscote.
“Es un premio de equipo. Fue el trabajo de toda una aldea para contar la historia de una aldea. Miles de personas en Colombia, la mayoría colombianos, que trabajaron tan duro, con tanto amor, con tanto respeto a la obra mostrual de Gabo”, señaló uno de sus directores, el argentino Alex García López, que se rodeó de parte del equipo y el elenco sobre el escenario.
Cataño aprovechó su momento ante los micrófonos para dar las gracias “a mi abuela, que no está conmigo y que me crio, que me soportó y que de alguna manera me salvó la vida. Viejita, no me perdí”.
Candela Peña fue reconocida con el premio a mejor actriz en una miniserie o teleserie por su interpretación de Rosario Porto, una madre que asesina de su hija en “El caso Asunta”.
Eva Longoria, actriz, productora y directora y uno de los rostros más representativos de la comunidad latina en la industria audiovisual, recibió el Platino de Honor de manos de su amiga, la actriz colombiana Sofía Vergara.
“Desde que empecé mi carrera en Hollywood en 1998 he tenido el sueño de representar con orgullo mis raíces y honrar en particular a las mujeres hispanas”, afirmó Longoria, que aunque nació en Texas, se declaró mexicana de corazón.
“Los latinos somos más trabajadores, más apasionados, más humanos, somos gente buena. Hoy el mundo más que nunca necesita eso, gente buena”, añadió. “Es demasiado fácil representar a la comunidad más increíble de esta tierra, que me hagan sentir parte de ustedes me hace muy feliz”.
Aunque partía como la más nominada, “La infiltrada”, la película de Arantxa Echevarría basada en la historia real de una policía que se adentró en el extinto grupo armado separatista vasco ETA hasta la desarticulación de uno de sus comandos, se llevó apenas el galardón a mejor guion y montaje.
Las ovaciones más sentidas de la noche fueron para el actor argentino Daniel Fanego, quien recibió de forma póstuma el Platino a mejor actor de reparto por su participación en la película “El jockey”. Su hijo Manuel recibió el trofeo en su nombre y bromeó diciendo que su padre, al igual que otros tanto galardonados, no había podido asistir a la ceremonia.
“A él le hubiera encantado estar acá, comer, beber, pasear, perderse en las calles de Madrid. Eso, querido Daniel, lo estamos llevando a rajatabla, quédate tranquilo”, apuntó.
Clara Segura de “El 47” se llevó el premio a mejor interpretación femenina de reparto por su papel de una exmonja que enseñó a leer a cientos de personas en un barrio de la periferia de Barcelona conocido por su lucha vecinal. Uno de sus compañeros de reparto leyó su discurso combativo en defensa de la educación para “poder ser más libres”, contra las políticas de ultraderecha y a favor de la migración porque “todos fuimos extranjeros en algún momento”.
Carmen Maura completó la lista de actores premiados al recibir el de mejor actriz de reparto por dar vida a Julia, la madre de la protagonista de “Tierra de mujeres”, Longoria.
El Platino a la educación en valores en el cine recayó en el filme costarricense-español “Memorias de un cuerpo que arde”, en el que Antonella Sudasassi Furniss interpreta a una mujer que, a sus 65 años, revisita recuerdos, secretos y deseos ocultos.
La cinta “es una invitación a tener un diálogo que parte de muchos tabúes, del dolor, de la culpa que tenemos para hablar de sexualidad”, afirmó Sudasassi al recoger el galardón.
“El ladrón de perros”, que narra la vida de un adolescente en las calles de La Paz que sueña con conocer a su padre, se llevó el primer premio de la noche, el de mejor ópera primera de ficción, que fue también el primero para Bolivia en esta categoría.
Una cinta sobre el impacto del cambio climático en la vida de tres mujeres que tienen que migrar para sobrevivir, la coproducción española-panameña “Mariposas negras”, se alzó con el premio a mejor película de animación.
“No nos olvidemos de los refugiados climáticos, son los refugiados únicos no reconocidos”, dijo su director, David Baute, recordando a las decenas de miles de personas que se ven obligadas a abandonar sus hogares debido al clima. “Y hagamos de este un mundo más habitable”.
“El eco” se convirtió en el primer documental mexicano en hacerse con un Platino.
El filme, que se centra en la vida de un grupo de niños en una zona remota en Puebla “habla de las cosas que llevamos adheridas al alma”, señaló su directora, la salvadoreña naturalizada mexicana Tatiana Huezo. “Los niños campesinos del Eco, de México y de toda Latinoamérica nos recuerdan que en la tierra está la vida”.
Alberto Iglesias, uno de los compositores más galardonados del cine español, ganó su sexto Platino por la música original de “The Room Next Door” (“La habitación de al lado”), de Pedro Almodóvar.
Vicente Amorim, Fernando Coimbra, Luiz Bolognesi y Patrícia Andrade, el equipo detrás de “Senna”, la serie autobiográfica sobre el piloto de Fórmula Uno Ayrton Senna, se alzaron con el Platino a creadores de una miniserie.
Senna “es un icono de la cultura brasileña que hizo a los brasileños creer que podemos, que somos fuertes”, apuntó Bolognesi.
La gala, conducida por la actriz mexicana Aislinn Derbez y el español Asier Etxeandía, comenzó con una versión flamenca de “La quiero a morir” que convirtió el escenario del Palacio de Congresos IFEMA en un tablao. Prince Royce, Pablo Alborán y el propio Etxeandía –con un número cabaretero– pusieron la nota musical a la noche.
TERESA MEDRANO
Yahoo Noticias Agencia AP