“Hay avances importantes, pero seguimos haciendo monitoreo diario en los puntos de quejas, revisando la calidad del agua y vigilando que la empresa cumpla con el plan de contingencia”, dijo el mandatario.
Por su parte, el Gerente de la Triple A afirmó que se trabaja día y noche con 130 hombres y equipos de gran magnitud, para que todo vuelva a la normalidad lo más pronto posible.
Barranquilla septiembre de 2021
El alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo Heins, inspeccionó este fin de semana el plan de contingencia que está ejecutando la empresa Triple A para normalizar la calidad del agua que reciben los habitantes de la ciudad.
En un recorrido por los puntos que instaló la compañía sobre el río Magdalena y los cuerpos lagunares de Soledad, el mandatario constató los avances que, según dijo, en los próximos días deberán devolver el color habitual al líquido.
“Estamos aquí para hacer las preguntas y obtener las respuestas que pide la ciudadanía”, dijo.
Pumarejo se reunió con el gerente de Triple A, Jairo de Castro Peña, y su equipo técnico, quienes le explicaron, de manera detallada, el origen y los avances frente al problema, y posteriormente abordó una embarcación que, río arriba, lo llevó hasta los puntos de trabajo.
“Estamos trabajando día y noche con 130 hombres, en siete puntos estratégicos, que ya nos han permitido avances sustanciales”, señaló el gerente.
El problema se originó por las lluvias frecuentes del último mes, producto de lo cual, los cuerpos lagunares que retenían con su capa vegetal los vertimientos de los canales pluviales se desbordaron de su lecho con una alta presencia de vegetación que terminó alterando el agua cruda que llega a la bocatoma del acueducto de Barranquilla.
“La empresa está abriendo canales para que sea el agua de las corrientes del río, y no la de las lagunas, la que llegue a la bocatoma”, y lo haga, además, “con mayor velocidad y presión”, dijo el alcalde después del recorrido.
Es, según indicó, una obra hidráulica de gran tamaño y factura, apoyada en remolcadores y dragas con brazos de hasta 6 metros cúbicos por movimiento, “lo cual garantiza la permanencia, calidad y, al mismo tiempo, rapidez del trabajo”.
La empresa, adicionalmente, se encuentra construyendo un dique de contención de 350 metros lineales, con geobolsas de un metro cúbico cada una, que servirán para retener los vertimientos lagunares y facilitar la entrada de agua fresca a la zona de captación.
“Los barranquilleros ya están viendo mejoras, que deberán extenderse a toda la ciudad en los próximos días. Mientras tanto, seguimos atentos y vigilantes”, expresó el mandatario.
El alcalde dijo que después deberán ejecutarse otras inversiones para darle una seguridad permanente al sistema, frente a las fluctuaciones naturales del río.
En un mensaje a los barranquilleros el mandatario agregó: “Pueden contar con la tranquilidad de que seguimos haciendo monitoreos diarios en los puntos de quejas, revisando la calidad del agua con funcionarios de la Secretaría de Salud y trabajando día a día con la empresa para asegurarnos de que los cronogramas y las acciones frente a la emergencia, se cumplan como es debido”.
Es así como la Secretaría de Salud ya le envió requerimientos a la empresa sobre la calidad del agua, para que haga exámenes microbiológicos más allá de lo que le exigen las normas.
Por su parte, el gerente de triple A insistió en que, pese al color en algunos sectores, el agua se encuentra dentro de los estándares establecidos por la normativa nacional vigente (resolución 2115 de 2007), es decir, es potable.
Recordó que el servicio de acueducto de Barranquilla y los 14 municipios en el departamento del Atlántico se ha caracterizado por ser uno de los mejores del país con índice de riesgo para el consumo humano tendiente a cero, y así se mantendrá.
“Aquí seguiremos, 24/7, para solucionar este problema lo más pronto posible”, afirmó el alcalde.