El alivio de las medidas sanitarias en Colombia permite desde este martes el retorno de los cruceros turísticos a Cartagena de Indias tras la inclusión de la prueba de antígenos para covid-19 —en vez de una PCR— como requisito para el desembarque de los pasajeros, lo que guías turísticos y comerciantes celebraron.
Antes de este 1 de febrero los cruceristas que querían visitar la ciudad debían presentar una prueba de PCR con resultado negativo tomada 72 horas antes del embarque, exigencia que las navieras veían como imposible de cumplir, por lo que durante un mes prefirieron no recalar en Cartagena.
El ministro de Salud, Fernando Ruiz, anunció que a partir de este martes los pasajeros de cruceros podrán desembarcar “con una prueba de antígenos con 48 horas de toma previa a la llegada a Cartagena, esto como requisito complementario a la presentación del esquema completo de vacunación”.
La directora del Departamento Administrativo Distrital De Salud (DADIS), Johana Bueno, explicó a Efe que “es una medida preventiva con el objetivo de cortar con esa cadena de trasmisión del virus, sobre todo con la aparición de las nuevas variantes”.
COMERCIANTES Y GUÍAS TURÍSTICOS
La guía turística Rosmy Vergara dijo a Efe que “la noticia del regreso de los barcos a Cartagena ha revivido la esperanza de todas las personas que dependemos del turismo de volver a laborar; tener de dónde sacar nuestro sustento diario”.
La no llegada de los cruceros a Cartagena significó un enorme detrimento económico para las personas que, como esta joven guía y madre de dos hijos, dependen de los turistas que arriban a la ciudad; “a muchos nos tocó dedicarnos a enseñar idiomas para tratar de conseguir dinero para el sustento de nuestras familias”.
“En condiciones normales un guía podía hacer uno o dos tours al día, pero después de la pandemia, (…) es posible que uno como guía de turismo trabaje una o dos veces al mes”, aseveró la mujer.
Uno de los sectores económicos que más ha sufrido por las restricciones de movilidad de la pandemia es el del turismo de cruceros que durante unos meses estuvo completamente paralizado, provocando incluso que navieras como la española Pullmantur desaparecieran.
MÁS DE 600.000 TURISTAS
Antes de la pandemia, Cartagena recibía alrededor de 225 recaladas por temporada; para la de 2018-2019 llegaron a la ciudad 616.429 cruceristas, lo que significó un impacto económico de 66,2 millones de dólares según estimativo de la BREA (Business Research and Economic Advisors).
Después de permanecer paralizada durante 17 meses, la actividad de cruceros se reactivó el pasado 24 de agosto con la expectativa de 122 recaladas y unos 322.202 visitantes para la temporada 2021-2022.
No obstante, el pasado 22 de diciembre las autoridades sanitarias negaron el desembarque de los pasajeros del crucero Seven Seas Mariner después de que su capitán informara que navegaba con siete personas positivas por covid-19; durante los 40 días siguientes muchas navieras optaron por no arribar a la ciudad y prácticamente no llegaron barcos.
El empresario del turismo Walter García dijo a Efe que “la afectación ha sido de una reducción mayor al 70 % del volumen del trabajo que nosotros teníamos” y en el caso de tiendas de artesanías y regalos incluso más “porque las ventas que se generan por los turistas de crucero pueden presentar un 80 u 85 %”.
La presidenta de la Corporación Turismo Cartagena de Indias, Natalia Bohórquez, explicó a Efe que para los cruceros que llegaron en el segundo semestre de 2021 establecieron “unos corredores bioseguros en el centro histórico”.
La ciudad arrancó este nuevo inicio con la llegada de tres barcos, el Norwegian Bliss, de Norwegian Cruise Line; el Eurodam, de Holland America y el Seven Seas Explorer, de Regent Seven Seas Cruises.
Yahoo Noticias Agencia EFE Foto captura video de EFE