Belem do Pará (Brasil), 6 de noviembre de 2025. En la instalación de en la Trigésima Conferencia de las Partes (COP30) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), el jefe de Estado colombiano planteó que esa inversión “venga del mundo árabe, venga de China, venga de Europa, venga de Estados Unidos, los recibimos. Con 500 mil millones de dólares se puede lograr que lo que hoy es potencial, se haga realidad”.
Ante más de 140 delegaciones de 198 países signatarios de los tratados internacionales sobre cambio climático, el gobernante planteó que con esos recursos se pueden generar “1.400 gigas anuales de generación de energía limpia. Tenemos ese potencial, que se puede volver realidad. Está en nuestro sol, en nuestros vientos, en nuestra agua” para “limpiar la matriz energética de Estados Unidos”.
Recalcó que “América del Sur puede limpiar el ciento por ciento de todas las matrices de energía eléctrica, desde la Patagonia hasta Alaska, incluida la matriz de energía eléctrica de Estados Unidos”, mediante acuerdos con “California, Nuevo México, Texas, la Florida, Illinois, Nueva York, si lo quiere”, y que con América Latina y el Caribe se puede “hacer que nuestros países construyan y conecten la red”.
La otra vía propuesta por el mandatario fue la de salvar la selva amazónica, a la que catalogó como “el tercer pilar climático del mundo, como las columnas del antiguo Hércules sostienen la vida en el planeta”, cuya protección “significa llegar hasta el borde natural que tenía y recuperarla, revitalizándola. Entonces, estamos aportándole a la vida de la humanidad”.
Este propósito “significa sembrar selva donde no la hay. Colombia lo está haciendo, y qué paradoja, donde antes existían 80 mil hectáreas de cultivos de hoja de coca, que hoy están abandonados y que pueden ser fácilmente de nuevo selva”.
Apocalipsis real
El presidente Petro expresó que “después de veintinueve COP de discursos, estamos ante un fracaso” que se puede medir por la ciencia en términos de temperatura, de leyes de la termodinámica. “en un número: 1,5 grados centígrados que no queríamos alcanzar y se alcanzó”.
Ese fracaso lo atribuyó “al lobby de los intereses del petróleo, del carbón y el gas en esta Asamblea, en todas las COP. Su deseo de ganancia de corto plazo, su codicia ha ido contra la vida y eso es inmoral, inhumano”.
Ante esa situación, subrayó, “nos acercamos a algo que ya no se llama crisis climática. Comenzamos hablando de cambio, pasamos a crisis y ahora nos acercamos a colapso climático, que significa punto de no retorno. Es decir, muerte general de la existencia en el planeta. No es apocalipsis literario, es apocalipsis real”.
Ante este panorama, manifestó que “le he pedido a mi equipo, presidente Lula, Antonio Guterres, secretario de nuestras Naciones Unidas, delegaciones de tantos países del mundo aquí presentes, le he pedido a mi equipo que sea más radical en la consecución de las metas de la vida, reconociendo que estamos ante un fracaso. Las palabras tibias no se convierten sino en fetiches y fantasmas ante una realidad que tenemos que asumir tal cual”.



