Ángel Alfonso Molina, el cóndor legendario vuela para cantar desde el cielo

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El profesor Ángel Alfonso Molina o “Poncho” Molina como lo llamaban sus amigos y sus admiradores, siempre permaneció con una sonrisa y tenía abiertas sus manos para saludar a todos los que se le acercaban a saludarlo.

Era fraternal, jovial, ameno, contador de una y mil historias. De prodigiosa memoria y conocedor del folclor.

En 1977 el mundo vallenato despertó con una magistral canción titulada “El Cóndor legendario”. Con la potente voz de Alfonso Zuleta y el acordeón de Emiliano Zuleta se escuchó una estrofa que se quedó incrustada en el corazón de los amantes de las buenas composiciones. “Soy folclor, soy alegría, soy tristeza y desengaño, a mí me están matando los años y no me compongo todavía”, comenzaba la canción.

“El cóndor legendario” ha tenido más de 14 versiones y en Santiago de Cali, los bohemios la escuchan interpretada por el inmortal Daniel Santos.

“Fue en junio de 1974, el día si no me acuerdo, pero teníamos 3 días de parranda con unos amigos en una cabaña, cerca del balneario de Santa Verónica. Tomábamos whisky, ron y lo mezclábamos con Ginger Canada Dry. El lunes, en la tarde, salí a la orilla del mar, vi a una gaviota solitaria, era un atardecer muy bonito, el sol se ocultaba, el mar golpeaba con sus olas y nació la primera estrofa de la canción. Lo paradójico: tenía 25 años y yo decía a mí me están matando los años y nadie comprende mi agonía, letra que cambió Poncho Zuleta por “Y no me compongo todavía”. La canción tenía 4 versos originalmente y sólo se grabaron 3. Apareció el 17 de diciembre de 1977 y se convirtió en un tema de la historia del vallenato. Era la primera vez que le grababan una canción a alguien que no fuera de Valledupar”, le reveló el maestro a la connotada periodista Vivián Salas, en una histórica entrevista.

El tema de ‘El Cóndor Legendario’ hizo parte de la producción musical de los Hermanos Zuleta, Poncho y Emilianito, en 1977, de la cual también se recuerdan canciones como La Creciente del Cesar (Rafael Escalona), Recuerdos de Don Toba (Armando Darío Zabaleta Guevara), La Competencia (Sergio Moya Molina), El Secretico (Alberto Murgas), Que Mujer (Lenín Bueno Álvarez), La Chivolera (Lino J. Amaya), Encuentro con el Diablo (Camilo Namén), Soy Guajiro (Julio Oñate Martínez), La Pobreza (Julio Florencio Vásquez Oñate) y Serenata Decembrina (Antonio Serrano Zúñiga).

El maestro Alfonso “Poncho” Molina nació el 1 de noviembre de 1949 y toda su vida se dedicó a la docencia, pero se le veía en su natal Juan de Acosta, en el Atlántico, acompañado de su guitarra y ataviado con su boina.

Se desempeñó como docente del departamento del Atlántico a partir del 10 de agosto de 1972 cuando fue designado Maestro de Primaria.

Trabajó en la escuela de Juan de Acosta Plaza Nueva, la Escuela No. 43 Mixta de Barranquilla, el Colegio de Bachillerato Juan V. Padilla. Por su trayectoria académica como docente ya gozaba de la jubilación vitalicia del Fondo Nacional de Pensiones del Magisterio.

Compuso un centenar de canciones e incluso el himno de su municipio fue creación de él. Le fascinaba hablar y tuvo varios programas de radio. Incluso, el viernes 6 de agosto hizo un especial sobre Johnny Ventura, recientemente fallecido en la emisora de Juan de Acosta estéreo.

El sábado 7 de agosto, estaba justo por los lados donde compuso su canción en una reunión de amigos y cuando se dirigía a su casa fue arrollado por una motocicleta. Quedó unos minutos tendido sobre la vía mientras era auxiliado y trasladado a la Clínica Porto Azul. Después de haber sido sometido a una cirugía de cinco horas entre la noche del sábado y la madrugada del domingo, y permanecer en la unidad de cuidados intensivos por casi tres días, el compositor falleció a sus 71 años.

El alcalde de Juan de Acosta, Carlos Higgins Villanueva, dispuso 3 días de duelo y jornadas de honores en homenaje póstumo.

“Juan de Acosta pierde uno de sus mejores hijos, Ángel Alfonso Molina, todos lloramos por el fallecimiento de Poncho, nuestro profesor, compositor y amigo, decretaremos duelo en todo el municipio, fue un hombre que en vida le aportó mucho a la educación a la cultura y a los valores religiosos. Dios lo acoja en su santo reino”, manifestó el mandatario al portal Zona Cero.

“Sayco expresa sus sentimientos de dolor a sus familiares y a la gran cantidad de seguidores del folclor vallenato por el lamentable fallecimiento del maestro que llenó de orgullo a esta Sociedad”, dijo César Ahumada, gerente de la sociedad de autores y compositores de Colombia.

EL CÓNDOR LEGENDARIO

Soy folclor, soy alegría
soy tristeza y desengaño(bis)
a mí me están matando los años
y no me compongo todavía (bis)

Oye soledad, amiga del silencio
porque no vienes y calmas mis penas
que ni alma está llena de horribles tormentos(bis)

Soy un hombre solitario
confundido en mis lamentos (bis)
soy como esos cóndores que el tiempo
lo va convirtiendo en legendarios (bis)

oye soledad, amiga del silencio
porque no vienes y calmas mis penas
que ni alma está llena de horribles tormentos(bis)

cual gaviota solitaria
que se levanta intranquila (bis)
no encuentro la cóndor legendaria
que endulce lo amargo de mi vida (bis)

oye soledad, amiga del silencio
porque no vienes y calmas mis penas

Por Guillermo Romero Salamanca