Cada día son más las empresas en Colombia que invierten en la transición energética y vehicular con el fin de reducir costos y al mismo tiempo aportar a la preservación del medio ambiente, a través de la reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI).
Un ejemplo de eso, que es una iniciativa del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, es Arepas El Carriel, empresa familiar ubicada en Bogotá y con 29 años en el mercado, que fabrica y comercializa arepas, quesos y tortillas, entre otros, sobre la base de una estrategia que le apuesta a la sostenibilidad mediante el cambio de su flota de vehículos convencionales a eléctricos.
Yeimer Valencia, su director comercial y propietario, expresó que este paso se dio por la “responsabilidad de la empresa con el medio ambiente”, razón por la que también decidieron instalar paneles solares para suministrar energía a tres de las seis plantas de producción que tienen, en las que generan 410 empleos directos. “Instalamos 578 módulos de paneles desde noviembre de 2020, los cuales producen 25.670 kilovatios”, señaló.
Actualmente, el 13 % de los vehículos en los que se transportan los productos hacia los clientes son eléctricos. “Tenemos 14 carros (eléctricos), de los 92 que integran la flota”, indicó Valencia. La meta de las directivas es llegar a 17 este año, y a mediano plazo, lograr el 100 % de la transición.
“Estos carros no tienen un desgaste tan alto como los de combustible fósil. El costo es más alto, pero son cero emisiones, y se reducen costos de mantenimiento”, agregó Valencia.
El empresario explicó también que, para cubrir las rutas más lejanas, de hasta unos 200 kilómetros, los vehículos se cargan eléctricamente día de por medio, y para las más cercanas, cada tres días. Esto lo confirma Cristian Meza, conductor, quien, al ser consultado sobre la potencia en relación con un vehículo convencional, dijo: “El carro tiene mucha fuerza”.
Sí es un ahorro
El siguiente dato permite dimensionar la diferencia en el consumo: a un vehículo diésel se le llena el tanque de combustible con $130.000 cada dos días, mientras que el eléctrico se carga, también cada dos días, por un costo de $12.000.
La directora de Asuntos Ambientales, Sectorial y Urbana del Minambiente, Andrea Corzo, destacó a esta empresa por impulsar su transformación hacia modelos de transición eléctrica y energética.
“Sin importar el tamaño, las empresas cada día tienen mayor compromiso y responsabilidad con la preservación del ambiente, invirtiendo en tecnología para reducir su huella de carbono. Arepas El Carriel es un ejemplo de que sí se puede y de que los resultados también se reflejan en las finanzas de la empresa, porque, aunque la inversión es alta, los costos operativos y de mantenimiento se reducen; es un gana-gana”, comentó Corzo.
Herramienta valiosa
Colombia cuenta con la ley 1964 de 2019 que promueve la movilidad eléctrica como una medida de reducción de emisiones contaminantes, que además acelera la transición hacia estas tecnologías vehiculares; ofrece incentivos económicos y establece un plazo de seis años, desde cuando entró en vigencia, para que el 30 % de los vehículos del Gobierno Nacional, de los municipios categoría uno y especial, así como de los prestadores de servicios públicos de transporte, sean eléctricos, entre otras medidas.
La meta es tener 6000 vehículos eléctricos rodando en Colombia para agosto del 2022, cifra que se va a superar este año, según lo expresó el presidente Iván Duque Márquez durante la sanción de la Ley de Delitos Ambientales el pasado 4 de agosto.