Cuatro abajo. Cinco abajo. Con Di María en cancha. Sin Di María en cancha. Con cuatro mediocampistas y dos puntas. Con tres y tres. De cualquier forma, Argentina avanza en Catar 2022 y ya es finalista de la Copa Mundial.
Apenas se supo la formación albiceleste en la previa del encuentro ante Croacia, con Leandro Paredes para contrarrestar a la imponente mitad de cancha croata liderada por Luka Modric, un aspecto curioso se puso en evidencia: Lionel Scaloni confiaba nuevamente en un once inédito.
El conjunto argentino llegó a la cita mundialista con un equipo que por momentos salía de memoria, con cuatro defensores probados como Molina, Romero, Otamendi y Acuña. Un mediocampo de marca y juego: Paredes, Lo Celso y De Paul. Y una delantera de gol y gambeta conformada por Messi, Di María y Lautaro Martínez.
Sin embargo, diferentes circunstancias, como la lesión de Giovani Lo Celso antes del Mundial, hicieron que el técnico argentino tuviera que cambiar el equipo ante Arabia Saudita. Con el correr de los partidos, mientras tanto, se conoció una nueva faceta de la Albiceleste: la de un equipo camaleónico que se adapta perfectamente a cada situación y a cualquier rival.
Tras el paso en falso en el debut, en donde Scaloni se decantó por el Papu Gómez para reemplazar a Lo Celso y Tagliafico jugó por un tocado Acuña, el DT entendió que necesitaba mover fichas para encontrar más solidez.
Contra México, fue el turno de Lisandro Martínez en defensa y de Mac Allister en la mitad de la cancha. Dos cambios que marcaron una situación clave: en los Mundiales lo que más importa es el presente que atraviesa cada futbolista. Para reforzar esa idea, Julián Álvarez ingresó en el complemento y desde entonces no salió más del once titular.
La Argentina se sacó toda la presión en el segundo partido y comenzó a mostrar su mejor fútbol en sus próximas presentaciones. Contra Polonia, fue el turno de Enzo Fernández de hacer su presentación como titular, tras el golazo ante México. El ex River, con un primer pase fenomenal, volvió a ser decisivo, y también se ganó su lugar.
La lesión de Di María fue un duro golpe para la Albiceleste antes del encuentro de octavos ante Australia. El jugador de Juventus venía siendo una de las grandes figuras del Mundial. Pero el que estaba tranquilo era Scaloni, que sabía que cualquier suplente iba a estar listo para compensar la baja del zurdo.
El Papu Gómez fue nuevamente el elegido y Argentina respondió con uno de sus mejores encuentros. Sin embargo, en el horizonte aparecía un rival aun más complicado: la Selección de los Países Bajos.
¿Qué hizo Scaloni? Otra vez cambió el esquema, con cinco defensores, tres mediocampistas y dos delanteros. La apuesta le salió casi perfecta al DT, pese a que el combinado albiceleste terminó sufriendo por un par de jugadas aisladas en el final, y tuvo que acudir a Dibu Martínez en los penales.
Mientras tanto, este martes, en las semis, Argentina volvió a mandar a la cancha un equipo inédito, pero otra vez hubo respuesta en los futbolistas, nunca dudas. Es que pueden cambiar los intérpretes, pero el hambre del equipo se mantiene.
Tagliafico reemplazó a un Acuña suspendido y demostró que no solo es un tremendo defensor, sino que también tiene mucho para aportar en ataque. Paredes se paró de cinco y volvió a ser el de antes. Mientras tanto, Julián Álvarez extendió su brillante momento con un doblete.
Hay algo que no se puede soslayar: Argentina ha utilizado un equipo diferente en cada partido, pero Lionel Messi está siempre dentro de los once. El 10 marcó y asistió ante Croacia, y luego festejó con sus compañeros – titulares y suplentes – el pasaje a la final.
Son muchísimas las virtudes que ha exhibido la Selección argentina a lo largo de la Copa del Mundo, pero la que se desprendió del encuentro ante Croacia es que Scaloni cuenta con un grupo de jugadores excepcionales que les gusta jugar juntos y que se saben adaptar a cualquier situación. Y como si fuese poco, todos se sienten importantes en su rol.
Foto: Getty Images
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