Arriendos mueven $55 billones al año, pero el 57% de los contratos es informal

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Marío Ramírez, presidente de Fedelonjas, durante la inauguración del congreso inmobiliario en Medellín. Foto cortesía Fedelonjas

El PIB del sector inmobiliario crecería entre 2,2% y 2,6% en 2024, impulsado por la reducción de las tasas, la inflación y una mayor disposición en la compra de vivienda.

Los arrendamientos muestran comportamientos de autorregulación y aún no llegan a su límite dispuesto para 2024 (9,28%).

Medellín se posiciona como líder de vivienda turística en el país. Este tipo de vivienda aumentó en cinco años del 18% al 72%.

Medellín, 21 de noviembre de 2024. Con una agenda enfocada en fortalecer la competitividad del sector inmobiliario, inició este jueves en el Hotel Intercontinental de Medellín la 40.º edición del Congreso Nacional Inmobiliario. Durante la apertura, Mario Ramírez, presidente del gremio, presentó un balance sobre el sector inmobiliario, el cual ha mostrado signos de recuperación y que se mantiene como un motor para la economía nacional, pese a enfrentar retos significativos.

Ramírez indicó que, en el tercer trimestre de 2024, las actividades inmobiliarias en Colombia registraron un crecimiento interanual del 1,9%, alineándose con el crecimiento general del PIB del país, que fue del 2,0% en el mismo período. En promedio el sector ha participado en un 9% en el total del PIB durante el 2024. Además, el gremio proyecta que, al cierre de 2024, el sector alcance un crecimiento entre el 2,2% y el 2,6%

“Este optimismo se fundamenta en factores como la reducción de las tasas de interés, que facilita el acceso al crédito para familias y empresas, y la disminución de la inflación, que estimula la demanda en el mercado inmobiliario”, manifestó.

El presidente agregó que el mercado de arrendamiento mueve unos $55 billones al año en Colombia. En el sector residencial, aproximadamente el 40,2% de los colombianos vive en arriendo, lo que equivale a cerca de 7 millones de hogares. Sin embargo, es preocupante la informalidad contractual, ya que de cada 100 contratos de arrendamiento que se celebran en Colombia, 57 son verbales.

En cuanto al mercado de vivienda usada en Colombia se muestran signos de recuperación en algunos aspectos, aunque aún se enfrenta a retos. “En términos de ventas, después de la pandemia vemos que ha habido un mayor número de compraventas frente al periodo previo, lo que representa un ligero crecimiento y mayor interés”, señaló.

Entre tanto, el mercado de rentas cortas en Colombia está en pleno crecimiento, con un aumento proyectado entre el 4% y el 10% para 2024, impulsado por el turismo, que se ha consolidado como un motor clave de la economía. “La exigencia de registro en el Registro Nacional de Turismo y la profesionalización del sector están fortaleciendo esta industria, haciéndola atractiva para inversionistas locales e internacionales”.

El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, asistió a la apertura del Congreso y aseguró que hoy Medellín se posiciona como una ciudad líder en vivienda turística. “Este tipo de vivienda aumentó en cinco años del 18% al 72%. Es una cifra reveladora y es fruto de un acuerdo con este tipo de actividades económicas”, explicó. El mandatario agregó que se sigue impulsando el turismo y la infraestructura como uno de los principales ejes de desarrollo de esta región del país. De ahí a que se prevén inversiones, destacó, por $6,3 billones en infraestructura para los próximos cuatro años.

Desafíos del sector inmobiliario

En su intervención, Ramírez indicó que rechazan el incremento en la tarifa de la ganancia ocasional de la pasada Reforma Tributaria, el cual afectará al sector inmobiliario y la disposición de hacer nuevos negocios, más aún cuando la confianza del consumidor aún no se ha recuperado plenamente.

También se refirió a la reducción de los subsidios para programas como Mi Casa Ya, que tendrá un impacto significativo en el mercado de vivienda, especialmente en el segmento VIS (Vivienda de Interés Social). El gremio apoya la posibilidad de tener un subsidio para la vivienda usada, esto con miras a que más familias tengan la oportunidad de contar con un inmueble digno. Además, considera que es importante una política nacional de arrendamiento social para vivienda

“La reducción presupuestaria proyectada para 2025 podría limitar el acceso de miles de hogares a estos beneficios, generando una contracción en las ventas y afectando al sector constructor y al empleo relacionado. El objetivo debe ser que el próximo año se mantenga una buena dinámica en el mercado de vivienda nueva y usada”, explicó.

Ramírez señaló que apoyan el crecimiento del turismo, las rentas cortas y la vivienda turística, por lo que el Gobierno Nacional debe seguir trabajando para poner reglas claras, evitando restricciones extremas y garantizando la convivencia, seguridad y dinamismo del sector.